Las noticias de Cuatro explicaron ayer el problema de desabastecimiento de cereales, que está provocando que muchas personas de los países pobres padezcan hambre, utilizando un formato informativo que permitía al espectador comprender cómo se originan los problemas y se extienden sus efectos en este mundo globalizado en que vivimos. Los corresponsales de los distintos países iban entrando en pantalla conforme un problema generado en uno afectaba a otro.
viernes, 25 de abril de 2008
Los efectos de un mundo global y despiadado
jueves, 24 de abril de 2008
Renunciar a los principios
Hace poco mantuve una conversación con un político del PP. Analizaba las causas de la derrota y señalaba algunas cuestiones sobre las que el PP debería cambiar su posición. Concretamente, se refirió al matrimonio homosexual indicando que el PP tenía que haber apoyado la ley del PSOE para no granjearse el rechazo de los votantes homosexuales y de buena parte de la población. Él, sin embargo, está en contra de que se le llame matrimonio, pero me dijo que si para ganar las elecciones hay que renunciar a los principios (sic), pues habrá que hacerlo. Como puedes imaginar, querido lector, le dije que me parecía muy mal semejante postura, ya que entiendo la política como una actividad en la que cada cual defiende unas ideas que considera buenas, y precisamente su bondad aspira a que sean compartidas por sus compatriotas y a gobernar para ponerlas en práctica. Él sólo concebía la política como una batalla para lograr el poder. Sé que en la práctica hay muchos que opinan así, pero no deja de desazonar escucharlo. Lamentablemente parece que Rajoy pertenece a este grupo de politicuchos, pues ahora aparecen noticias sobre un cambio de estrategia en el PP que tienda puentes con los partidos nacionalistas. Lagarto, lagarto…
miércoles, 23 de abril de 2008
¿Debate de ideas en el PP?
sábado, 19 de abril de 2008
Nuestra democracia es un cachondeo
Las tesis políticas de Rousseau siempre me han resultado en su mayor parte inaceptables. Eso no significa que no diga verdades como puños. Su defensa de la democracia directa y asamblearia como cauce de la voluntad general es una utopía. No obstante, a la vista del panorama que en España nos ofrece la democracia representativa cada vez tengo más simpatías por los procedimientos asamblearios y por las propuestas que abogan por hacer posible la democracia directa a través de las nuevas tecnologías. Nuestros representantes, más que actuar como tales, secuestran nuestra voluntad de una manera escandalosa e impúdica. ¿Acaso no es inadmisible lo que acaba de suceder con el trasvase del Ebro a Barcelona? Zapatero exige a Rajoy que reconozca que va a hacer el trasvase del Ebro, dando por descontado que él se opone a cualquier trasvase. Pues bien, a poco más de un mes de haberse celebrado las elecciones, ya tenemos ahí el trasvase a Barcelona, por mucho que lo quieran maquillar deformando el lenguaje. ¿Y esto es democracia? Rousseau entendía que la democracia representativa no era una verdadera democracia. En el Contrato Social afirma lo siguiente: “El pueblo inglés se piensa libre; se equivoca mucho; sólo lo es durante la elección de los miembros del Parlamento; en cuanto han sido elegidos, es esclavo, no es nada. En los breves momentos de su libertad, el uso que hace de ella bien merece que la pierda”. Cuando escuché que el PSOE iba a aprobar el trasvase a Barcelona me vino a la cabeza la frase que acabo de citar. ¿Qué democracia es esta en la que nuestros representantes nos ocultan sus verdaderas intenciones y una vez recibida la confianza hacen lo que se les antoja con la esperanza de que se nos olvide o de que no tengamos mejor alternativa que votar en el futuro?