Cuando Zapatero llegó al poder, junto a la derogación del
Plan Hidrológico Nacional -que nunca se olvide-, la primera decisión que adoptó
fue retirar las tropas españolas desplegadas en Irak. Aquello sumió a España en
el descrédito internacional más absoluto y de ser un leal aliado de Estados
Unidos pasamos a convertirnos en un país poco fiable, en un traidor. Ha sido
imposible recuperarnos de aquello, pero es que ni siquiera lo hemos intentado
seriamente porque hemos renunciado a jugar un papel importante en la escena
internacional.
Trump, curiosamente, se acaba de marcar una actuación digna
de Zapatero. Ha renunciado a mantener el firme compromiso con la
defensa de Europa, el "atlantismo" del que se nutre la OTAN. Tratará de
estrechar vínculos con el Reino Unido e Israel -sus verdaderos aliados-, y
dejará de ver a Rusia como un rival para resquebrajar su alianza con China, el
gran enemigo para Trump. Por supuesto, la integridad territorial de Ucrania le va a importar muy poco y dejará que sean los europeos quienes finalmente
asuman la defensa de ese país. Si la Unión Europea se sumara al Reino Unido y se
involucrara más en la guerra de Ucrania las posibilidades de confrontación con
Rusia aumentarían, algo que sin duda los europeos no estamos dispuestos a
asumir si Estados Unidos no nos apoya.
En definitiva, que estamos probando la idea clásica del yanqui
libertario que nos exhorta a que nos comportemos como adultos, a que cada palo
aguante su vela. A eso hay que estar, y eso no sólo cuesta dinero. No basta con
aumentar el gasto, sino que hay que estar dispuesto a arriesgar vidas. ¿Cómo
vamos a permitir que esos hijos “seleccionados” para que disfruten de una vida
con smartphone y holguras de todo tipo vayan a ser reclutados para morir en una
trinchera? No nos cabe en la cabeza. ¿A quién hay que pagar para que nos
defienda? Es la típica pregunta de una sociedad que piensa que el bien común es
cosa de otros, que sabe que alguien vendrá a limpiar la basura. Pues resulta
que no, que la vida es lucha, competencia. Que hay que esforzarse por lograr
acuerdos y por vivir en armonía, pero que a veces eso exige firmeza, parar los
pies a quien abusa.
La situación que se abre paso con la nueva estrategia de Estados Unidos pone de relieve lo nefasto que para la Unión Europea has sido el Brexit y la importancia sumar de nuevo al Reino Unido al proyecto europeo, pues este país estará muy incómodo ante la sintonía de Trump con Putin. Urge estrechar la cooperación entre los países de la Unión Europea, sobre todo en materia de defensa y rechazar en las urnas a aquellos proyectos que sintonicen con Trump y todavía más con Putin. ¿Qué tipo de “patriotismo” es el de Vox cuando apoya a un tipo que actúa como Zapatero en Irak? No, Abascal no es ningún patriota ni hay ningún futuro para Europa en líderes que justifican a Putin. El PP hace bien en no respaldar a Trump. Debería ser mucho más explícito, al igual que el Partido Popular Europeo. Es el momento que Europa necesitaba para atreverse a replantearse su futuro, que necesariamente pasa por una política exterior y de defensa común. Pero para ello es necesario recuperar valores sanos: sacrificio, excelencia, honor y familia. Sin eso no hay esperanza.
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