Voy a contar una historia que en estos momentos resulta bastante reveladora de lo que está sucediendo con los bancos. Hace un par de años quise cancelar mi actual hipoteca y contratar una hipoteca naranja en ING, cuyas condiciones eran bastante mejores que las que tengo en la actualidad. El valor de mi casa es bastante mayor que los 90000 euros a 30 años que pedía. Fíjense que el valor del inmueble era garantía suficiente, y a ello añadía mi nómina de trabajador con contrato indefinido. Bien, pues ING no me la concedió. Mi mujer y yo no dábamos crédito, e incluso nos cabreamos con la entidad. Hoy podemos entender que ING estaba actuando con prudencia, quizá excesiva en mi caso, pero desde luego mi opinión sobre esta entidad es buena. Sospecho que pocos bancos estarán en condiciones de afrontar la crisis mejor que ellos.
2 comentarios:
Será muy simplista, pero dado que el estado no tiene dinero, ya que este sale de los diferentes impuestos, la sensación que tiene uno es que damos a través del estado dinero a los bancos para que estos nos lo devuelvan en forma de hipotecas imposibles o préstamos carísimos para que encima nos perjudiquen con sus negocios meramente especulativos por no hablar de las abusivas comisiones.
Es así, poco más o menos. El Estado, es decir, todos, damos dinero a los bancos para que no quiebren con la esperanza de que financien la actividad económica. ¿Garantías? Pocas. En cualquier caso, la crisis financiera es una vertiente de la crisis que padecemos, pues la otra radica en que el principal motor del crecimiento económico en España se ha parado. Y eso no se puede solucionar dando dinero a los bancos.
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