El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, ha comparecido ante los medios para dar cuenta de cómo ha ido el proceso de reestructuración de las Cajas de Ahorro. Con gran satisfacción, el ínclito MAFO ha destacado la celeridad con que se ha llevado a cabo el saneamiento del sector, señalando que para ello el Estado ha tenido que poner una cantidad aproximada de 7.500 millones de euros, a los que hay que sumar unos 5.800 millones de capital privado que han captado las Cajas en los últimos meses. No sé si estas cifras les dicen algo, pero hay comunidades autónomas que están recortando gastos para ahorrar mucho menos. Por ejemplo, parece que el presupuesto de la Comunidad Valenciana para 2012, que a los valencianos nos va a dejar tiritando, contempla unos ingresos de unos 11.000 millones.
Sé que no se puede ignorar la importancia estratégica del sector financiero, pues su quiebra supone inmediatamente el hundimiento de la economía real, pero me parece sumamente indignante que no se explique con todo lujo de detalles a la opinión pública por qué hemos tenido que poner 7.500 millones para reflotar unas empresas privadas, por muy estratégicas que sean, que se jactan cada año de obtener beneficios, y que últimamente nos están crujiendo a comisiones (ya ven, por ejemplo, dónde ha quedado el “compromiso Bancaja” tras su transformación en Bankia). Sí, ya sabemos que los dirigentes de la CAM fueron unos sinvergüenzas, pero el gobierno debería dar todo tipo de detalles, tanto en lo referente a esta entidad como a las otras que ha habido que reflotar, y el Banco de España tendría que explicar por qué ha permitido que esta situación se produjera. No puede ser que miles de personas en toda España estén preocupadas por recortes de servicios o por la pérdida de su empleo para que algunas administraciones alcancen sus objetivos de déficit, y al mismo tiempo a MAFO no le tiemble la voz cuando menciona esos 7.500 millones. Quizá sea debido a que, según nos explica, no sólo no vamos a perder ese dinero, sino que lo recuperaremos con un jugoso interés del 12%, aunque como el que no quiere la cosa añade, “a no ser que se registren pérdidas”. Claro, les hemos salvado de la ruina y a partir de ahora todo será diferente. Nada importa que sus activos inmobiliarios no tengan salida en el mercado en un porcentaje altísimo, que haya un 21% de parados o que la economía apenas crezca. ¿Por qué iban a registrar pérdidas esas Cajas saneadas a base de dinero público y de despedir o prejubilar trabajadores? Es un escenario impensable, ¿verdad MAFO? Los ciudadanos tenemos que confiar en ti, o en un Presidente que hace unos años señalaba que el sistema bancario español era el más sólido del mundo. Es posible que al final –ojalá sea así- el gobernador del Banco de España tenga razón y no perdamos ese dinero, pero este tipo carece absolutamente de credibilidad, y es bochornoso escuchar que en el contexto en que nos hayamos se jacte de que, si hiciera falta, el Fondo de Rescate podría contar con 88.000 millones de euros. ¡Demonios, para salvar a los bancos sí hay dinero!