lunes, 15 de abril de 2013

Riesgo de discordia

Mientras Rajoy repite que la prioridad es la crisis económica y los suyos dicen “amén”, Cándido Méndez sostiene que con relación a la II República no cabe olvido ni perdón y en Madrid miles de personas se manifiestan a favor de la III República. El otro día comentaba el tema de la crisis de la monarquía con un amigo del PP y él le quitaba hierro al asunto, no le daba demasiada importancia. No se trata de que prefiera una u otra forma de régimen político, sino de las consecuencias que este debate puede tener para la convivencia democrática en España. IU se ha decantado abiertamente por la República. En el momento en que la juventud española comience a ilusionarse por ella de forma ampliamente mayoritaria es cuestión de tiempo que el PSOE se dé cuenta de que o se convierte en republicano o puede dejar de ser el referente de la izquierda política. Y si PSOE e IU abogan por la República, aunque no haya que dramatizar ni despertar los fantasmas de la guerra civil, sí resulta innegable que un importante factor de discordia habrá regresado a la vida española y habrá que hacerle frente, dar una respuesta, es decir, ponerse de acuerdo para ver qué hacemos. Quizá sea necesario plantearse un referéndum sobre la monarquía y la bandera. Lo que parece una irresponsabilidad es seguir actuando como si no pasara nada y aquí sólo importa la crisis económica.  Estamos inmersos en una crisis nacional que sólo podrá resolverse si se llama a las cosas por su nombre y se mira de frente a la realidad que es y no a la que nos gustaría que fuese. A partir de ahí, es imprescindible que se tengan ideas, proyectos, capacidad de diálogo, voluntad de concordia -que implica disposición a ceder- y firmeza para rechazar la mentira y el chantaje en cualquier ámbito.

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