No entiendo de póker, a
diferencia de Mr. Casual Varoufakis, pero cuando uno plantea un órdago es para
aguantar hasta el final y no cagarse en los pantalones como acaba de suceder con Tsipras, cosa comprensible dicho
sea de paso. ¿Qué es esto de que ahora acepta las condiciones? ¿Y qué
pasa si gana el “no” en el referéndum? Me parece un despropósito. Pero, ¿y de
qué sirve que acepte? Simplemente se demora el desenlace sobradamente conocido:
o se le perdona una parte sustancial de la deuda o Grecia no va a pagar. Me
parece que Tsipras ha tenido miedo a perder el poder, porque realmente Grecia
debía llevar su órdago hasta el final. De momento, acaban de obsequiarnos con
el órdago a la griega, un ridículo espantoso caso de confirmarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario