La huida hacia delante del independentismo es, si se acierta en la respuesta, una oportunidad para España. Lo normal es que su fracaso sea estrepitoso y que sin prisa, pero sin pausa, todos los responsables políticos que han comandado esta rebelión felona vayan asumiendo las responsabilidades penales que les aguardan y desaparezcan de la vida política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario