Sólo una reflexión inicial sobre la crisis abierta con Marruecos. Parece que todo obedece al malestar que ha generado en el país africano que España acoja al líder del Frente Polisario en un hospital de Logroño. La reacción de Marruecos ha consistido en facilitar e incluso alentar la llegada masiva de personas a Ceuta, es decir, una invasión pacífica como la “marcha verde” sobre el Sáhara. Veremos cómo se resuelve el conflicto, pero de entrada lo que se observa es que Marruecos actúa para mostrar su enfado. Me pregunto cómo ha expresado España su indignación por la acogida que ha tenido Puigdemont en Bélgica. Hay que saber hacerse respetar, sobre todo cuando se tiene razón (no es el caso de Marruecos). A ver si aprendemos.
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