domingo, 21 de noviembre de 2021

El PP debería sustituir a Pablo Casado como líder del partido

Pablo Casado, más verde que una lechuga, no está a la altura y debería ser sustituido como candidato del PP a la presidencia del Gobierno. En mi opinión, el político de este partido con más hechuras para asumir el liderazgo es Núñez Feijoo. Necesitamos un Presidente del Gobierno moderado, con experiencia, y capaz de recomponer las relaciones con el PSOE para lograr grandes pactos de Estado. Pero Feijoo no dio el paso ni parece dispuesto a darlo. En ese caso no cabe duda de que Isabel Díaz Ayuso es un excelente cartel electoral porque despierta una enorme ilusión en su electorado, quizá incluso más que Feijoo, tiene experiencia de gestión y ha sido capaz de derrotar a Sánchez e Iglesias en Madrid. Esta batalla interna por el control del PP de Madrid ya la ha perdido Casado simplemente por el hecho de que se haya planteado. Queda en evidencia su falta de liderazgo, su inmadurez política. Ahora bien, me parece que el perfil de Díaz Ayuso puede conducir a seguir en la política frentista que no conviene en absoluto a España.

jueves, 18 de noviembre de 2021

Ahora las leyes de amnistía...

En anteriores entradas me mostré muy crítico con la ley de memoria democrática que, lejos de constituir un instrumento de reparación para las víctimas del franquismo, representa una forma de hacer política sectaria y frentista en la que hay buenos y malos españoles, justo lo mismo que decía Franco. La izquierda no admite hoy que la reconciliación se saldara con lo que consideran una “equidistancia” inaceptable entre los dos bandos de la Guerra Civil. Por esta razón condena el franquismo, exhuma los restos de Franco, lleva a cabo una política de símbolos y, ahora, pretende reinterpretar las leyes de amnistía, que en su día reivindicaba la izquierda para todos aquellos presos políticos de la dictadura como condición inexcusable para construir un régimen democrático. Se sigue utilizando el franquismo como cemento para cohesionar a socialistas (parece mentira), podemitas e independentistas. El Gobierno sigue fomentando la discordia, pero esto paradójicamente demuestra que la Transición fue un éxito: solo una sociedad plenamente reconciliada puede soportar sin riesgo de confrontación que haya insensatos reabriendo heridas del pasado o sencillamente utilizando el pasado como estrategia partidista. Ese éxito no debe impedir la más severa crítica para rechazar estas políticas sectarias que siembran la discordia.

jueves, 11 de noviembre de 2021

Por la serranía de Cuenca

El pasado fin de semana viajé con mi mujer a la serranía de Cuenca y ambos quedamos gratísimamente sorprendidos por su belleza. En ocasiones, el paisaje recordaba al de los bosques escandinavos plagados de pinos, aunque también hay muchas encinas y otros árboles que ofrecen preciosas combinaciones de colores en esta estación. El recorrido en coche entre el nacimiento del río Cuervo y Las Majadas fue una experiencia inolvidable. Afortunadamente, no nos cruzamos con ningún vehículo, porque no sé cómo nos las hubiéramos arreglado para pasar. Teníamos la sensación de profanar la Naturaleza. En cualquier momento podría haberse desprendido una roca o uno de los muchos árboles que bordeaban la carretera, que seguía el curso de un riachuelo de aguas cristalinas. Cada tramo que lográbamos superar suponía un alivio y nos generaba una sensación de gratitud hacia los árboles. Atravesamos zonas de “reserva” muy próximas al parque cinegético “El Hosquillo”, que luego supimos que había protagonizado un episodio de “El hombre y la tierra”, de Félix Rodríguez de la Fuente. Se nos cruzaron por la carretera algunos ciervos jóvenes que huían alertados por el ruido intruso del motor. Todo era de una belleza sobrecogedora.

La serranía de Cuenca tiene una gran riqueza forestal que va en aumento: se ven muchos pimpollos que no sabríamos decir si habían sido plantados por el hombre o son fruto de la generación espontánea del bosque. Siempre se habla de los incendios y, claro, la gente piensa que estamos camino de convertirnos en un desierto cuando la masa forestal ha aumentado notablemente en España y también en el conjunto de Europa (impresionante la reforestación de Escocia en las Highlands). Esto nos hizo pensar en el escaso eco que tienen las buenas noticias. Pueden parecer propaganda, como sucedía con el NO-DO. No obstante, sin llegar a ese extremo, sí que sería bueno hacer un esfuerzo por destacarlas, ya que de lo contrario los ciudadanos dejamos de tener una impresión correcta de la realidad, además de que sólo destacar las desgracias puede llegar a abrumar. Sí, el cambio climático es una amenaza y hay que trabajar para revertirlo. Pero hay motivos para la esperanza: las energías renovables están ahí y se van abriendo paso. Me gusta ver cada vez más placas solares y ser adelantado por coches eléctricos. Muy pronto en nuestras ciudades podremos respirar aire puro y será una maravilla disfrutar de ello.