Aunque sea aficionado y accionista -tranquis, una acción- del Valencia CF, me parece indignante la inminente irrupción de la Generalitat Valenciana en el club como máximo accionista, previo desembolso -da igual el modo en que finalmente se concrete- de una cantidad cercana a los 90 millones. Aunque era "vox populi", yo me he enterado hace poco, así que les cuento el asunto a los que andan desconectados de la actualidad futbolística, como es mi caso. Hace pocos años, el Valencia realizó una ampliación de capital de más de noventa millones de euros. La Fundación del Valencia CF adquirió la mayor parte de esos nuevos títulos a través de un crédito de Bancaja que fue avalado por la Generalitat. La Fundación no puede hacer frente al préstamo y lógicamente Bankia ejecutará el aval, con lo que si la Generalitat no paga una nueva deuda recaerá sobre ella y, por tanto, sobre todos los valencianos.
Este asunto me parece un escándalo mayúsculo. Primeramente, la cantidad es muy importante, casi cien millones. Para que nos hagamos una idea, eso es casi el recorte presupuestario que en 2013 van a sufrir las universidades públicas valencianas. Pero, sobre todo, se trata de un gasto carente absolutamente de sentido. Con los grandes proyectos se puede haber despilfarrado, pero al menos ahí está la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, o la propia Terra Mítica. Regalarle 90 millones al Valencia entregándoselos a su Fundación no tiene justificación alguna, es inadmisible y me parece que el Consell debería dar alguna explicación. ¿Por qué razón de interés público los valencianos debemos admitir que la Generalitat avale una deuda contraída por una entidad privada como la Fundación del Valencia CF? Y lo mismo cuenta para el resto de clubs valencianos que han sido avalados por la Generalitat. Algo más que un despropósito.
Este asunto me parece un escándalo mayúsculo. Primeramente, la cantidad es muy importante, casi cien millones. Para que nos hagamos una idea, eso es casi el recorte presupuestario que en 2013 van a sufrir las universidades públicas valencianas. Pero, sobre todo, se trata de un gasto carente absolutamente de sentido. Con los grandes proyectos se puede haber despilfarrado, pero al menos ahí está la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, o la propia Terra Mítica. Regalarle 90 millones al Valencia entregándoselos a su Fundación no tiene justificación alguna, es inadmisible y me parece que el Consell debería dar alguna explicación. ¿Por qué razón de interés público los valencianos debemos admitir que la Generalitat avale una deuda contraída por una entidad privada como la Fundación del Valencia CF? Y lo mismo cuenta para el resto de clubs valencianos que han sido avalados por la Generalitat. Algo más que un despropósito.