lunes, 29 de abril de 2024

Ya lo ven, Sánchez está dispuesto a todo

El tirano no dimite, como era de prever a la vista de la catadura del personaje. Ha recurrido irresponsablemente a las emociones para galvanizar a su partido y polarizar la sociedad señalando enemigos fantasmagóricos como paso previo antes de profundizar en la ruptura. La izquierda pretende apropiarse de la democracia atribuyéndose la condición de los “buenos”, y no tolera ni la crítica ni la investigación de posibles conductas corruptas. Ayer decía Errejón que hay que democratizar a los jueces. ¿Qué propone? Supongo que que los elijan a dedo para que cumplan la voluntad del Gobierno. Todos los movimientos de los líderes izquierdistas apelan a la democracia, pero carecen del respaldo popular. Por eso necesitan colonizar los medios de comunicación, las redes, y lanzarse a la demonización del adversario sin importarles las consecuencias para la convivencia.

Sólo hay una forma de hacer frente al tirano y a sus huestes: cumpliendo cada cual con su responsabilidad sin dejarse quebrar y diciendo alto y claro lo que se piensa. Criticar con argumentos, comportarse con el mayor civismo defendiendo la verdad, venga de quien venga, y ejerciendo el derecho al voto. El problema es que cada vez hay menos ciudadanos capaces de transitar este camino. Vivimos en una sociedad en la que apelar a las emociones es la mejor garantía para conseguir los objetivos que uno se propone. Una sociedad blanda, propia de menores de edad que sucumben a la lágrima fácil. ¿No lo ven en esos programas de televisión con cantantes amateurs en los que unos y otros no paran de llorar y de darse abrazos? Sí, carecemos del principal valor para hacer frente a la tiranía: una ciudadanía educada en el compromiso adulto y firme con la democracia. La educación es la fuerza de una nación y desgraciadamente España es hoy una nación débil.

viernes, 26 de abril de 2024

¿Se lanzarán las izquierdas y los independentistas a la ruptura total?

Vivimos en una sociedad en la que poco importa mirar de frente a la realidad. No se trata sólo de los políticos, simplemente observen como la gente se proyecta en su pantalla del móvil, la tercera mano. El aislamiento en compañía hace que se pierda la capacidad de comunicarse, porque no se escucha, sólo se desea hablar y tener la sensación de que somos comprendidos con buenas, pero insinceras palabras. Si no llegan los aplausitos o el “me gusta” la gente se siente mal y tiende a victimizarse y a aislarse escuchando solo a los palmeros.

En política esto se ve reflejado en la lucha por el “relato”. Los líderes lo diseñan y los militantes y simpatizantes lo interiorizan hasta convertirlo en una verdad incontestable. Sánchez comenzó la legislatura levantando un muro y no ha hecho más que reforzarlo. Toda la izquierda ha asumido como real ese discurso falaz y está convencida de que las derechas han colonizado los medios de comunicación y la judicatura. Están dispuestas a la acción directa tras la victimización de Sánchez que ahonda en esa estrategia. Me temo lo peor: las izquierdas, con el apoyo de los independentistas, pueden lanzarse a la ruptura total.

miércoles, 24 de abril de 2024

¿Sánchez dimitir? No me hagan reír

Como me llamo Tomás, al igual que mi tocayo el Santo apóstol, si no veo la dimisión, no lo creeré. Me parece que se victimiza para ganar adhesiones y profundizar más si cabe en la estrategia de señalar a la derecha como enemiga de la democracia. El impresentable de Patxi López (nunca olvidemos la carta que le escribió la madre de Joseba Pagazaurtundúa a este personaje) ha apoyado a su líder nada menos que con el grito guerracivilista de "¡No pasarán!". Sánchez es capaz de todo, incluso de llevarnos al abismo. Mucho cuidado.

lunes, 22 de abril de 2024

¿Y si empezamos a pensar en independizarnos de los independentistas?

Los vascos siguen pensando que el nacionalismo es lo que más les conviene. No pierdan el tiempo indignándose al ver cómo votan al partido que se ha beneficiado de que ETA haya expulsado de su tierra a miles de personas utilizando el terrorismo. La cuestión es cómo se debe actuar frente al nacionalismo que busca condicionar la gobernabilidad del Estado para sacar beneficios y que día tras día carcome la nación dejando que gobierne un felón. Quienes creemos en la Constitución, en el respeto a la ley, nos hemos empecinado en recordar la indisoluble unidad de la nación española como fundamento de la Constitución. Ya es hora de dejar claro a los nacionalistas que, si se empeñan, pueden “ganar”, es decir, que a lo mejor nos va mejor sin ellos y que, en consecuencia, el resto preferiríamos que se marcharan de una vez. Ya lo dije en 2014 con relación a Cataluña (https://tomasdedomingo.blogspot.com/2014/11/ante-el-problema-catalan.html) y lo repito con los vascos. Es preferible construir desde la concordia prescindiendo de quienes no suman que seguir padeciendo el chantaje permanente del nacionalismo. Yo me declaro independentista español: prefiero una España sin el País Vasco y Cataluña, si su permanencia implica la desigualdad, el chantaje y el agravio. Ahora bien, todo cambio del marco institucional debe realizarse respetando la Constitución.

De entrada, convendría modificar el sistema electoral tan pronto como fuera posible para evitar que el Congreso de los Diputados albergue a partidos sin la debida implantación nacional como paso previo a otras reformas. Esta medida está orientada a favorecer la gobernabilidad de España buscando el interés general. A partir de ahí es necesario afrontar el problema separatista de frente y con todas sus consecuencias. Ello pasa, insisto, por programas políticos en los que se plantee con toda claridad que, si el deseo de independencia expresado en las elecciones autonómicas alcanza un determinado umbral, el Partido X se compromete a impulsar una reforma constitucional tendente a permitir la separación de una región española. Un proceso de ruptura que, debidamente encauzado, puede ser beneficioso para aquellos que creemos en España. Hay que liberarse del lastre que representa el independentismo a través que mostrar que la independencia es posible. Muchos españoles estamos hartos de que los votos de unos miles de vascos y catalanes valgan más que los del resto. Esto es intolerable y por este camino no vamos a ningún lado. Hay que independizarse de los independentistas. Lo lamento por los ciudadanos de esas regiones que están en minoría, pero no parece haber otro camino que decirles que quizá deban hacer las maletas.

viernes, 15 de marzo de 2024

Elecciones en Cataluña y adiós a los presupuestos

La renuncia a intentar aprobar los presupuestos generales del Estado de 2024 es un verdadero escándalo, pero son tantas las contradicciones de Sánchez que mucha gente ya ha perdido la capacidad para escandalizarse. Asombra que amnistíe a los independentistas para inmediatamente encontrarse con que ERC convoca elecciones en Cataluña y le deja sin apoyos para sacar adelante las cuentas públicas. Así es imposible gobernar y le da igual. Entonces, ¿para qué desgastarse con la ley de amnistía que sin duda afecta al PSOE? Sinceramente, incomprensible.

¿Cuál será el resultado de esas elecciones? No tengo la más mínima idea. No vivo allí y no me atrevería a realizar un pronóstico. Sólo pienso que cualquier catalán medianamente sensato puede ver adónde le conducen los independentistas y el PSOE, pero si no han sido capaces de revertir la situación hasta el momento es que la sensatez brilla por su ausencia. Lo normal es que aquellos que no son partidarios de la independencia y consideran que la amnistía es inaceptable castiguen al PSC. El resultado de las catalanas va a condicionar la política nacional, ya que Sánchez depende de los partidos independentistas catalanes. Ahora bien, el tirano es capaz de seguir en el poder, aunque no pueda aprobar una sola ley. Al final, habrá que echarle mediante una moción de censura y hacer realidad el dicho de que quien a hierro mata a hierro muere.

martes, 20 de febrero de 2024

Nos libraremos de Sánchez y quizá hasta del PSOE, si no es demasiado tarde...

Que Sánchez caerá es seguro. Un mentiroso que sólo desea mantenerse en el poder a cualquier precio siempre termina cayendo, porque sólo se sostiene por el miedo que infunde y por el apoyo que le otorgan los enemigos internos de España, que efectivamente existen. La cuestión es cuánto tardará en irse y la gravedad de los daños que ocasione. Los costes para España van a ser altos, pero si uno de los efectos colaterales de su actuación es el hundimiento del PSOE quizá valga la pena todo el oprobio que estamos viviendo. Produce bochorno comprobar cómo un partido político se convierte en un rebaño al servicio de los caprichos de un narciso embustero.

La derrota del PSOE en Galicia debe interpretarse en clave nacional, porque Sánchez se implicó personalmente en la campaña. Su desmedida soberbia le llevó a creer que podía dar un mitin en Galicia y convencer a los gallegos de que Feijoó es un embustero y él no. Patético, pero muy revelador. Aunque no hay nada que revelar. Sánchez está retratado. No hay misterio ni mucho más que escribir sobre el personaje. Es una pena que le democracia española esté "produciendo" este tipo de políticos.

El resultado de las elecciones gallegas confirma lo que ya se vio en las autonómicas de mayo: los socialistas siguen perdiendo poder autonómico. Esto era previsible y una excelente noticia para España. Pero el hundimiento de Sumar, Podemos y Vox todavía hace que el resultado sea más positivo para lograr el gran objetivo: castigar la traición sin recurrir a políticas extremistas. A día de hoy no hay alternativa al PP. La tendencia a la descomposición del PSOE supongo que se acentuará y conforme esto se vaya viendo más claro algunos “abrazafarolas” y “lametraserillos” que se cobijan a la sombra del poder empezarán a ponerse nerviosos. Cuando caiga el tirano será el momento de que todos esos que le han ayudado o mirado para otro lado rindan cuentas.

lunes, 12 de febrero de 2024

"Los contemplativos", de Pablo D'Ors

He disfrutado enormemente con la lectura de “Los contemplativos”, de Pablo D’Ors, un excelente escritor del que hasta ahora sólo había leído “Biografía del silencio”, un breve ensayo en el que el autor trata de transmitir el itinerario de transformación personal que ha experimentado tras cinco años -si mal no recuerdo- de sentarse diariamente a meditar. En “Los contemplativos”, una colección de relatos en los que cada historia aspira a identificar diferentes estadios que suelen presentarse en el camino espiritual, D’Ors acredita un enorme talento como narrador de ficción. Ese talento se ve favorecido porque sus historias reflejan la hondura de su condición de maestro espiritual. Sólo se puede escribir así cuando se ha avanzado lo suficiente en el camino de la contemplación y el autoconocimiento. Si además se tiene talento, sólo queda felicitar al autor y agradecerle haber escrito estas historias con tanto poder transformador.