La reunión que han mantenido hoy Rajoy y Duran i Lleida ha sido interpretada como un hito más en el proceso de aproximación de ambas formaciones políticas para lograr acuerdos de gobierno en la Generalitat de Catalunya y en el Gobierno de la nación en caso de que, como es previsible, ninguna de las dos obtenga la mayoría absoluta. La intención del PP de apoyarse en CiU para gobernar es clarísima. Pretende reeditar así los acuerdos de gobierno que Aznar tuvo que negociar después de ganar las elecciones de 1996 por un escaso margen. En ese momento Aznar cedió el 30% del IRPF y sacrificó la cabeza de Vidal Cuadras. El acuerdo funcionó bien y eso hace que Rajoy pierda la perspectiva, pues parece ignorar todo lo que ha sucedido desde 2000 a 2010: pacto del Tinell, compromiso ante notario de no pactar con el PP y Estatuto inconstitucional de Cataluña.
Pero podría pensarse que la política española fuerza ese entendimiento. ¿Con quién si no va a pactar Rajoy si quiere llegar a La Moncloa? En efecto, ahí radica el quid de la cuestión y la necesidad de abordar el asunto desde el punto de vista adecuado. Rajoy ve la cuestión así; pero yo soy un simple ciudadano que debo decidir a qué partido voto en las próximas elecciones. Soy consciente de que el bien común exige sacar a zetapé del gobierno, pero ¿qué puedo esperar de un gobierno del PP apoyado por CiU? Profundizar en el autogobierno es imposible cuando ya se ha desarrollado, e incluso sobrepasado, al máximo el Estado autonómico. Además, buena parte de CiU se ha manifestado a favor de la independencia. Mientras la clave de la gobernabilidad esté en manos de partidos nacionalistas no vamos a ninguna parte. Por consiguiente, ¿es más útil votar al PP o hacer fuerza para que UPyD logre el máximo número de diputados y tenga la llave de la gobernabilidad? Para mí la cosa está clara: lo más útil, lo prioritario, es quitarle esa llave –“tenim la clau”, “tenim la clau”, vociferaba Pere Esteve en 1996- a los nacionalistas.
5 comentarios:
Suelo compartir en su totalidad las opiniones del autor de este blog, pero aquí debo discrepar.
Si quereis recordamos la vida y milagros de Rosa Diez cuando era consejera del Gobierno Vasco. En los tiempos idílicos entre PNV y PSOE. Tiempos en los que se hundió al castellano en el fango por obra y gracia de Rosa Diez entre otros.
Creo que UPyD es el placebo, la única alternativa homologada por el sistema para canalizar el descontento hacia una opción inocua para mantener el tinglado en pie.
El tinglado es la partitocracia, que pasaría a acoger en su seno a un tercer partido minoritario que tendría la llave. Aún así prefiero la laca de Rosa al bigote de Carod... pero no me sabe a cambio.
Roberto, no me entusiasma Rosa Díez como política, pero considero fundamental el mensaje explícito de su formación relativo a reforzar las competencias del Estado impidiendo el continuo regateo de transferencias.
Pero lo más importante es que España pueda contar con un partido nacional con el que un votante de izquierda -que no es mi caso por cierto- pueda sentirse cómodo. Más allá de lo que yo opine de Rosa Díez, es fundamental por una parte que el PSOE pague en las urnas su mala gestión y su política de alta traición, y por otra que la gobernabilidad de la nación no descanse en manos de los nacionalistas.
Si la situación española fuera normal no haría falta votar a UPyD.
Pues yo, habitualmente, coincido casi en un 99% con el autor del blog, pero en este caso, coincido al 200% si eso fuese posible.
Es necesario un tercer partido de ámbito nacional que tenga la llave.
Tanto PP como PSOE se han pasado el bien de la Nación por sus ... intereses.
La única alternativa a que el Estado autonómico vigente funcione, es una alternativa nacional a los dos partidos mayoritarios.
Desconozco que ocurrió en esa etapa de Rosa Díez a la que alude, pero hoy en día el mensaje de su formación es claro y a mi me gusta.
Independientemente que sea un partido de izquierdas o de derechas, lo bueno es que va a aglutinar a los que estamos cansados tanto de unos como de otros.
Necesitamos aire e ideas nuevas. Al menos la oportunidad, hasta que nos defraude como han hecho los otros.
Leídas las respuestas no puedo sino mostrar mi gratitud, pues es dificil contar con espacios donde poder expresarse sin mordazas ni correcciones forzadas. Gracias pues a Tomás por facilitarlo.
Era cierto, y hasta cierto punto previsible, que un partido como el de Rosa Díez tendría apoyos.
España se había convertido en una nación que negaba su condición. La orgía de las autonomías y la permanente concesión de más y más competencias han convertido España en una Partitocracia federal coronada. Entiendo pues que ustedes apoyen a un partido "innovador" (nunca debió ser innovador defender la UNIDAD de España).
Ahora bien, considero que la Rosa Diez que saluda orgullosa desde las carrozas del Gay Pride, la Rosa Diez que apoya el aborto como un derecho de la mujer (?). La Rosa que pisoteó el castellano en Vascongadas... no es la mia. Como tampoco lo es aquella que confunde libertad religiosa con un laicismo que nos aparta de nuestra identidad.
No nos equivoquemos, UPyD es un producto disidente del Zapaterismo, y a su vez hijo putativo del felipismo. Aunque Zetaparo haya hecho bueno a todo lo anterior, no deja de ser una alternativa homologada por el sistema.
No les voy a negar que rechazo hondamente la partitocracia, el mero término "partido" me evoca una "parte" una "facción" un sector. Son entes grises, burocráticos, que mediatizan la voluntad popular.
¿No creen que al margen de votar a Rosa Diez como mal menor se podría buscar la forma de adaptar una democracia representativa orgánica al siglo XXI?
Lo malo es que eso requiere trabajo intelectual... y hoy día incluso la intelectualidad se ha vuelto posibilista, pero en todo caso:
España lo merece.
Votar a Rosa Diez no es un voto útil, sino un voto fútil. Los cambios apreciados serán insignificantes.
Como han comentado, saludando junto a las reinonas del GAY PARADE tal vez gane puntos ante un elector de izquierdas. Pero no lo hará ante mi.
Si, los políticos se rigen muchas veces por las leyes del marketing. Y en este caso han usado un reclamo muy loable para "endiñárnosla hasta el tuétano". Me provoca gran pesar que gentes como vosotros, conscientes de lo mal que está todo... acabeis votando en rosa.
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