El otro día escuché unas declaraciones de Felipe González sobre los eurobonos en las que estuvo certerísimo. Como sin duda sabrán los lectores del blog, los eurobonos vendrían a ser títulos de deuda pública respaldados por todos los Estados integrantes de la eurozona. Pues bien, González señaló que una vez el principio de estabilidad presupuestaria se ha incorporado a las constituciones habría que exigir la inmediata puesta en marcha de los eurobonos. Como habrán leído en los medios de comunicación, Alemania -y creo que otro tanto sucede con Austria y en Holanda- es contraria a ello. Esta negativa es esclarecedora, al tiempo que conduce a una inquietante e indignante conclusión. Si todos los Estados cumplieran con los objetivos de estabilidad presupuestaria es evidente que sus cuentas públicas deberían considerarse saneadas y, si ello es así, no parece que exista razón alguna para que todos ellos no respondan conjuntamente de unos títulos de deuda emitidos según unas condiciones que se han decidido entre todos y que todos se han comprometido a respetar. Si Alemania y otros Estados no aceptan poner en marcha este mecanismo, la explicación más razonable es que no confían en que el resto de los miembros del grupo cumplan sus compromisos, pese a que hayan modificado su norma fundamental –como ha sucedido en nuestro caso- para despejar cualquier duda al respecto.
La conclusión que cabe extraer de esa falta de confianza que refleja la negativa de los alemanes es, como apuntaba, inquietante: ¿por qué los mercados deben confiar en la deuda pública española, italiana, irlandesa o portuguesa, si algunos Estados de la eurozona, ¡nuestros socios!, no lo hacen? Si no hay eurobonos se podría pensar que toda la presión ejercida por Alemania para incorporar la estabilidad presupuestaria a las constituciones es un intento de convencer a los mercados de algo que los alemanes –no lo olvidemos, los mayores beneficiarios del euro y, junto a Francia, los primeros que se saltaron a la torera el pacto de estabilidad- no se creen o, cuando menos, no tienen claro. En definitiva, hemos modificado nuestra Constitución al dictado, en un trágala para los ciudadanos y, además, para bochorno de nuestros políticos puede que no sirva absolutamente para nada, tal como acredita la negativa a poner en marcha los eurobonos.
6 comentarios:
Es todo my kafkiano, las administrations han empezado a realizar recortes en sus servicios, por ejemplo el cierre de ambulatorios en Cataluña o el recorte en educación en Madrid.
Sin embargo, las administraciones se endeudan vía proveedores ampliando hasta límites insoportables los plazos de pagos. El resultado son empresas incapaces de seguir operando e incapaces de pagar a su vez a sus proveedores y trabajadores. El problema es que el pago a proveedores está fuera de todo lo razonable y cuando desde Europa se obligue a las administraciones a pagar en plazos más breves nos vamos a llevar la sorpresa de ver administraciones incapaces de hacer frente a los pagos reconocidos. Y este endeudamiento vía proveedores que pone en el filo de la navaja puestos de trabajo no escapa a los sabios que diseñan la política desde alemanía.
El fin último de los eurobonos es respaldar las nuevas emisiones de euros para tapar agujeros.
¿Es consciente D. Tomás del efecto tan nocivo que tiene el monetizar deuda?
Si los euros son pasivos de los bancos centrales, solo faltaba que fueran pasivos con respaldo en otros pasivos.
Creo que no hay que confundir la monetarización de la deuda mediante su adquisición por el BCE con la filosofía de los eurobonos. Prueba evidente de que son cuestiones distintas es que Alemania no ha criticado la compra de deuda pública española e italiana por el BCE y, sin embargo, se opone a los eurobonos. Por cierto, debo decir que en las circunstancias en que nos hallamos me parece que la monetarización de la deuda ha sido una medida acertada. Es este punto comparto la opinión de Krugman.
P.D. Rogaría a los lectores que desean firmar comentarios como "anónimos" que utilicen un apodo para poder ser identificados en el caso de que se produzca un intercambio de opiniones.
¿Krugman?
"Para combatir la recesión es necesario que la Fed responda con contundencia; hay que incrementar el gasto familiar para compensar la languideciente inversión empresarial. Y para hacerlo Alan Greenspan tiene que crear una burbuja inmobiliaria con la que reemplazar la burbuja del Nasdaq" (2 de agosto de 2002).
NO GRACIAS
Desde luego Krugman se "lució" con lo de la invasión extraterrestre... Cuando digo que comparto la opinión de Krugman, me refiero a que, al igual que él, creo que el BCE hizo bien en adquirir deuda española e italiana este verano, cuando se disparó la prima de riesgo.
Le debieron dar el Nobel en una tómbola.
Si el mercado no quiere nuestra deuda no se debe a conspiraciones judeomasónicas de los malvados especuladores. Simplemente nuestra deuda es auténtica basura.
Y si el BCE siguiendo dictados krugmanitas nos compra la deuda que nadie quiere, está comprando basura a cuenta de todos los europeos. Incluídos los que hicieron bien sus deberes.
Pero es muy español culpar a todo y a todos de nuestros males. Esta vez los "colones" del aeropuerto financiero somos los españoles.
Entiendo que algún dia nos expulsen del euro. Y nos quedemos con nuestra monedita devaluándose en un pais totalmente dependiente del exterior. Cosa que ya hemos vivido.
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