Tras seguir el desarrollo del juicio, estaba convencido de que Camps sería condenado por el jurado popular. Hemos visto y escuchado que era habitual que “el bigotes” hiciera regalos a los acusados, así que me parecía que lo razonable, máxime cuando la propia empleada y el director de moda así lo declararon, sería pensar que no pagaron los famosos trajes, porque además no lo pudieron acreditar documentalmente. Sin embargo, el jurado ha entendido que no se ha podido demostrar que no pagaran, y que, además, ninguno de los acusados recibió los regalos en consideración a su cargo, lo cual es decisivo para la presencia de un delito por cohecho impropio. Tengo una opinión muy distinta al jurado respecto a cuándo es razonable llegar a una determinada convicción. Si lo que han visto y oído en el juicio no les parece suficiente, no sé qué necesitan para llegar a la conclusión de que los acusados no pagaron sus trajes. Lo de que no recibieran los regalos en función de su cargo, pues es sencillamente alucinante (en el caso de Camps, porque Costa no formaba parte del Consell). La duda del jurado no sólo no me parece razonable, sino absolutamente inexplicable, aunque naturalmente hay que respetar su veredicto.
Quizá se recurra la sentencia y Camps y Costa resulten condenados, pero ahora mismo hay que decir que son inocentes, y hay que darles ese tratamiento. ¿Daño irreparable? ¿Linchamiento? Pensar que Camps ha llegado a esta situación sin ningún motivo es una tontería. Es evidente que había claros indicios delictivos que han exigido someterlo a juicio, y que con base a dichos indicios se podía lícitamente formular todo tipo de opiniones, que es exactamente lo que ha sucedido. No veo inconveniente alguno en que alguien, tras escuchar las conversaciones que se han reproducido en el juicio, opine que toda esta gente, unos y otros, eran unos sinvergüenzas, por mucho que la sentencia sea absolutoria.
¿Y qué pasará ahora con Camps y con el PP en la Comunidad Valenciana ? Su inocencia le permite continuar en política, pero no se debe olvidar que la valoración de su trayectoria política debe ir mucho más allá del dato de la absolución. Su relación con las empresas de la trama “Gürtel” ha sido poco ejemplar, y su gestión política de la Comunidad Valenciana nos ha llevado a la quiebra. No obstante, fue votado por los valencianos hace menos de un año, así que los valencianos nos “mereceríamos” que volviera a ocupar la presidencia. Supongo que esto no sucederá. Se procederá a su canonización política, dada su condición de mártir, y mientras tanto sus afines volverán a sacar pecho en el seno del partido.
1 comentario:
¿estamos los españoles preparados para juicios con jurado?
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