Como el próximo curso voy a impartir "Deontología en la administración pública" en el Grado de Ciencias Políticas, estos últimos días marcados por la corrupción he vuelto a pensar en qué enfoque dar a la asignatura. Creo que lo más importante es lograr que los alumnos interioricen la gravedad del problema que representa la corrupción y motivarles a combatirla con energía e ilusión. Para ello he pensado en utilizar películas que muestren ejemplos de lucha heroica contra la corrupción, por aquello de que las palabras convencen y los ejemplos arrastran. Una de ellas será "Los intocables", dirigida por Brian de Palma y protagonizada por Kevin Costner, Sean Connery, Robert de Niro y Andy García, entre otros.
Hay muchas cosas que destacaría de esta película, pero de todas me quedo con la impresionante banda sonora de Ennio Morricone, con la excelente interpretación de Sean Connery como el policía Jim Mallone, que fue premiada con un Óscar, el único que posee en su carrera, y con el compañerismo inquebrantable de "los intocables". Toda la música es excelente, pero el "death's theme" llega al alma, sobre todo cuando se escucha al mismo tiempo que a Mallone se le escapa la vida tras ser tiroteado (Connery está sublime en esta escena). Este personaje, un veterano, íntegro y solitario policía irlandés estoy seguro que no les será indiferente a los alumnos. Su coraje, valentía y sentido del deber le acompañan hasta el último aliento. Mallone está orgulloso de ser policía, y me parece muy acertado el detalle final de la película en la que Elliot Ness (interpretado por Kevin Costner) entrega al otro miembro del grupo de "intocables" que sobrevive, el joven policía italiano interpretado por Andy García, un objeto de Mallone como recuerdo. Ness le insiste para que lo acepte diciéndole que Mallone hubiera querido que lo llevara un policía, que es más importante que el hecho de ser italiano o irlandés. Ahí se plasma el orgullo profesional que es el reverso de la dignidad de la función policial y de todas las profesiones que contribuyen al bien común.
A lo mejor no les ha llamado demasiado la atención esta película, pero a mí me emociona muchísimo, como sucede en casi todas aquellas en las que se lucha frente a la injusticia y alguien se ve ante ese momento decisivo, que es difícil que no se presente en la vida, de tener que ponerle el cascabel al gato. Ahí se presenta el dilema de asumir la ingrata tarea o mirar hacia otra parte. Tengo tanta ilusión en esa asignatura que estoy impaciente por comenzar a impartirla y poner mi granito de arena en la lucha contra la corrupción.
P.D. Por cierto, si los derechos de autor lo permiten, disfruten de esta música del genio Morricone. http://m.youtube.com/#/watch?v=hp_AoXlCM7Q&desktop_uri=%2Fwatch%3Fv%3Dhp_AoXlCM7Q&gl=ES
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