Desde que leí “La
noche de los tiempos” soy un ferviente admirador de Antonio Muñoz Molina. Ahora que tengo twitter me he hecho seguidor suyo y disfruto
de sus breves apuntes cotidianos. Hace pocos días, paseando por Bilbao, entré
en El Corte Inglés y me hice con su último libro, un ensayo titulado “Todo lo
que era sólido” en el que hay reflexiones muy atinadas respecto a las causas
que nos han llevado a la situación de crisis que padecemos. También hay en el
libro anécdotas reveladoras, sobre todo aquellas en las que deja en cueros a
algún político importante de los últimos tiempos. No me
resisto a contarles una de Zapatero. Sucedió en una visita al palacio de la Moncloa de tres o
cuatro directores de centros del Instituto Cervantes entre los que se
encontraba Muñoz Molina. Zetapé les enseñó el palacio y cuando llegó a la sala de reuniones del Consejo de
Ministros apoyó las manos en el sillón de presidencia y dijo: “Éste es el sitio
más especial del palacio. Cuando te sientas aquí es cuando tocas de verdad el
poder” (pág. 31). No sé qué impresión les causará, pero detrás de esa frase yo
veo un niño engolosinado con el poder. Me deja aturdido
que alguien que desempeña tal cargo no destaque en
primer lugar la responsabilidad que entraña, la dificultad y
la soledad que acompañan el momento de tener que
tomar decisiones que afectan a tanta gente. Es verdaderamente increíble que no
se le ocurriera otra cosa que subrayar la sensación de ser poderoso. Revela
bien a las claras en manos de quién hemos estado.
1 comentario:
Poder y altruismo,o lo que es lo mismo, agua y aceite, no ligan ¿verdad?. El mundo lo gobierna la codicia y el ansia de poder, y para que hayan poderosos debe de existir la necesidad, esa necesidad que sirve de nutrientes con lo que alimentar esa codicia desmedida. Mientras medio mundo está a dieta el otro medio se muere de hambre, hambre de comida, de seguridad, de igualdad real, de dignidad...y con eso es con lo que los poderosos juegan todos los días ¡ Qué ingenuos somos o queremos ser!
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