miércoles, 26 de marzo de 2014

Suárez y la concordia

Adolfo Suárez merece el agradecimiento que le ha brindado el pueblo español. De buena gana me hubiera sumado a todos los que le han rendido homenaje con su presencia en el Congreso de los Diputados antes de ser enterrado. Por lo que he podido ver, los funerales de Estado han estado bien organizados, reflejando esa sobriedad y dignidad genuinamente española, y, salvo tres o cuatro idiotas que no merecen ni ser mencionados, políticos y representantes de las instituciones del Estado han estado a la altura de las circunstancias.

“La concordia fue posible” reza el epitafio de la tumba que Suárez comparte con su esposa. Los españoles hemos demostrado estos días que no estamos dispuestos a olvidar este legado, que aunque algunos políticos jueguen a aprendiz de brujo la sociedad española no va a permitir que se quiebre la concordia y que el que lo intente lo pagará electoralmente. Hacen falta nuevos proyectos nacionales, pero todo pasa por preservar la concordia. Tienen que existir esos puentes de entendimiento en lo esencial que canalicen las discrepancias políticas, las relativicen y permitan reconducirlas. La concordia remite también a la importancia de evitar ofensas innecesarias al adversario político, cediendo incluso en aquello que no afecta al núcleo de nuestra posición. Sin concordia no hay nación, así que Suárez merece nuestro agradecimiento porque permitió que la nación española volviera a tomar posesión de sí misma y se proyectara en una etapa de prosperidad que, pese a sus sombras y errores, hay que valorar como enormemente positiva.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La concordia fue posible, por lo tanto, no todo esta perdido, puede, que como el Ave Fénix resurja de sus cenizas y nos levanté el ánimo a los españoles, ese ánimo tan ausente durante estos últimos años ¿será posible la concordia entre la falta de “clase" política actual? Me gustaría pensar que si, y que un nuevo Suárez está por venir. La fe que no se pierda, pero no se por que me da que ..,Un saludo Don Tomás.

Tomás de Domingo dijo...

Lo más importante es que los ciudadanos castiguemos con nuestro voto a quienes ponen en riesgo la concordia. Saludos, anónimo/a.

Miñón dijo...

La concordia fue posible pero que pasa cuando no se puede contentar a los que no se quieren contentar con nada. España tiene un grave problema que es el nacionalismo, que por definición solo termina con un Estado independiente y, en lo posible, con expandiéndose por el Mediterráneo. Bueno no exageremos que estos nacionalistas no son la Corona de Aragón llegando a Sicilia. Lo que quieren es Baleares y nuestra tierra valenciana. El radicalismo de la izquierda es un asunto que es común en toda Europa, y por lo tanto más genérico. Lo más triste de Suárez, en lo político, claro está, es que dejo la presidencia si haber perdido las elecciones, por la puerta de atrás, empujado contra la voluntad de sus electores.

Lanzas dijo...

A mi me ha causado un cierto repelús ver a los enemigos de la concordia acudir compungidos al funeral. Los mismos que han empleado todos sus esfuerzos en rescatar a las dos Españas -o quizás más- que se entendieron en la transición.