El hundimiento del PSPV (Partit Socialista del País Valencià) en estas elecciones autonómicas no se explica sólo por el rechazo a Zapatero o por la ausencia de un candidato que logre conectar con el electorado. El problema es mucho más profundo porque afecta a la propia definición del partido y a la estrategia política que deben seguir si realmente desean plantear una alternativa creíble al PP.
Lo primero que debe hacer el PSPV es abrirse a la realidad valenciana. La Comunidad Valenciana se denomina oficialmente Comunidad Valenciana. Yo preferiría que los dos grandes partidos se pusieran de acuerdo para modificar esa denominación y regresar a la secular, es decir, Reino de Valencia, pero mientras eso no se produzca la denominación es Comunidad Valenciana. De igual manera, la señera de la Comunidad incluye la franja azul, lo cual, al margen de consideraciones históricas, evita confusiones con las banderas de otras comunidades autónomas de la antigua Corona de Aragón. También es importante darse cuenta de que, aunque en la Comunidad Valenciana hay muchas zonas con importante implantación del valenciano, el español es la lengua preferida por los valencianos en su inmensa mayoría, y es la lengua vehicular para el 90% de la población. Finalmente, también sería conveniente que los socialistas comprendieran el profundo sentimiento de españolidad de los valencianos, lo cual se refleja claramente en la letra de nuestro himno regional.
Aunque parezca increíble, el PSPV pretende ser alternativa de gobierno siendo refractario a casi todo lo que acabo de señalar. Siguen adoptando la denominación que el pancatalanismo utiliza para referirse a la Comunidad Valenciana; se sienten más cómodos sin la franja azul en la señera; omiten en sus actos el himno regional valenciano; y, finalmente, dan la impresión de preferir una Comunidad Valenciana más vinculada a Cataluña que al resto de España. Así, como es natural, no van a ninguna parte. Me da la impresión de que ya se están dando cuenta, pues fue muy significativo que durante la campaña la referencia a “Socialistas Valencians” sustituyera a PSPV. Tendrán, sin embargo, que dar un paso más y adoptar las señas de identidad y la realidad valenciana si realmente aspiran a representar una alternativa al PP. Comprimís y EU pueden permitirse esas licencias, pero no un partido que aspira a gobernar la Comunidad. ¿Aprenderán la lección o todavía permanecerán anclados en la creencia periclitada de que la Comunidad Valenciana es el País Valencià de Joan Fuster?