La nueva tarifa eléctrica que hoy entra en vigor puede suponer el comienzo de graves problemas de convivencia en España, puesto que incentiva el uso de electrodomésticos en horarios de descanso. Poner una lavadora a partir de las 22.00 horas o incluso de madrugada es una actividad molesta que, además, es identificada como tal en las ordenanzas de ruidos municipales. Los poderes públicos deberán amparar a los vecinos que quieren descansar frente a los que desean ahorrar, ya que la protección frente al ruido es una dimensión del derecho fundamental a la intimidad. Por consiguiente, dado que la optimización del uso de la electricidad debe tener en cuenta el respeto a las normas de convivencia, lo más probable es que las compañías eléctricas salgan ganando. Me pregunto si no existía una tercera vía capaz de equilibrar la demanda ordenada de energía eléctrica con el respeto a las normas de convivencia y la posibilidad de vivir con cierta normalidad. Pienso que sí y desde luego los políticos y, en concreto, el Ministro de Consumo debía haber hecho lo necesario para encontrarla. Si estamos hablando de los consumidores este ministerio debería tener algo que decir, pero parece que es puramente decorativo.
martes, 1 de junio de 2021
lunes, 31 de mayo de 2021
Nos tratan como a monos
Las tendencias a sumir a las personas en una alteración constante no cesan. En el programa de anoche de Ana Pastor en La Sexta se iba a hablar del futuro del Covid-19. Se invitó a cuatro expertos para exponer sus opiniones. Pues bien, cada vez que uno de ellos tomaba la palabra se le “arrinconaba” en la pantalla y en esta aparecían imágenes en bucle relacionadas con el tema del debate. Las imágenes nos reclamaban la atención al tiempo que escuchábamos lo que tenía que decir la persona que estaba hablando. Llegó un momento en que le dije a mi mujer que prefería cerrar los ojos para ver el programa, como si se tratara de la radio.
jueves, 27 de mayo de 2021
¿Conflicto entre la política y el derecho a raíz de los indultos?
La polémica sobre los indultos que pretende otorgar el Gobierno y el rechazo frontal del Tribunal Supremo a su concesión se traduce en un debate sobre las bases del Estado de Derecho. La convivencia se asienta en acuerdos políticos que se traducen en la aprobación de normas jurídicas que deben reflejar tales acuerdos. La Constitución es la manifestación jurídica de un gran acuerdo político forjado en la Transición y ratificado por los españoles. Los golpistas catalanes, pese a beneficiarse de la Constitución y del resto del ordenamiento para alcanzar el poder político institucional cometieron la deslealtad de contravenir las mismas bases jurídicas que les permitieron acceder a las instituciones. Al indultarles se minimizan los delitos cometidos con la esperanza de un bien mayor: un nuevo acuerdo político, que es de suponer que sea compatible con el orden constitucional.
Al plantear la cuestión como un conflicto entre el derecho y
la política el Gobierno no sólo ignora que el respeto al Estado de Derecho pasa
por cumplir las leyes y respetar a sus últimos y legítimos intérpretes, los
jueces, sino que ofrece una imagen de las normas jurídicas parecida a la de
una camisa de fuerza cuando en realidad estamos en un Estado democrático de
Derecho en el que hay cauces y procedimientos para debatir proyectos políticos
y reformar las leyes. Indultar a los golpistas catalanes no es una medida de
gracia para favorecer un diálogo político como pretende hacernos creer el Gobierno.
Lo que se hace en realidad es, de entrada, dar la razón a los independentistas, porque si se
ignora la posición inequívoca del Tribunal Supremo se reconoce que los
independentistas tienen razón cuando afirman que el diálogo político exige
superar los cauces del Estado democrático de Derecho. Es mucho más que un error
desde cualquier perspectiva de análisis. Y si además se tiene en cuenta que
Sánchez necesita el apoyo parlamentario de ERC para seguir aprobando leyes la
indignación aumenta. ¿Se atreverá? No estoy seguro.
martes, 25 de mayo de 2021
No hay que indultar a los sediciosos catalanes
El indulto a los políticos catalanes condenados por sedición no tiene ninguna justificación. Resulta imposible hacer creer a los ciudadanos que con ello se contribuye a la concordia cuando es patente el nulo deseo de los independentistas por acordar otra cosa que no sea un referéndum para lograr sus objetivos. Sánchez se equivoca gravemente y en este caso va a ser víctima de su equivocación, porque no sólo es patente que ocultó sus intenciones, sino que su único interés es ganar tiempo para agotar la legislatura. Y si Sánchez cree que con los indultos y un estatuto que reconozca que Cataluña es una nación va a resolver el "problema catalán" echará gasolina al fuego. En su día ya escribí sobre esto y mantengo la misma posición. Como le gustaba decir a Julián Marías, no hay que intentar contentar a quien no desea contentarse.
miércoles, 19 de mayo de 2021
Atención a la crisis con Marruecos
La crisis abierta con Marruecos es muy grave y no se debe descartar que desemboque en una guerra. No es lo más probable, desde luego, pero Marruecos desea anexionarse Ceuta y Melilla y puede tener la tentación de tensar la cuerda, máxime con el apoyo del abuelo Biden. Errores diplomáticos al margen, Vox tiene razón: se trata de una invasión, una agresión inadmisible que exige una respuesta. Me parece muy bien que se haya desplegado el ejército, que el Presidente se haya personado y que la Unión Europea cierre filas con España. Se debía haber llamado a consultas al embajador. Y mucho ojo con la relación que se mantiene con Estados Unidos. El comportamiento de Biden es inadmisible hacia un país aliado que alberga bases militares de su ejército.
martes, 18 de mayo de 2021
En política exterior hay que saber hacerse respetar
Sólo una reflexión inicial sobre la crisis abierta con Marruecos. Parece que todo obedece al malestar que ha generado en el país africano que España acoja al líder del Frente Polisario en un hospital de Logroño. La reacción de Marruecos ha consistido en facilitar e incluso alentar la llegada masiva de personas a Ceuta, es decir, una invasión pacífica como la “marcha verde” sobre el Sáhara. Veremos cómo se resuelve el conflicto, pero de entrada lo que se observa es que Marruecos actúa para mostrar su enfado. Me pregunto cómo ha expresado España su indignación por la acogida que ha tenido Puigdemont en Bélgica. Hay que saber hacerse respetar, sobre todo cuando se tiene razón (no es el caso de Marruecos). A ver si aprendemos.
lunes, 17 de mayo de 2021
"La decisión de Rivera", excelente reportaje de Gonzo en Salvados
El programa “Salvados”, del periodista Gonzo, abordó ayer las decisiones de Albert Rivera entre enero de 2016 y noviembre de 2019 que le llevaron del éxito al fracaso en apenas cuatro años. Durante ese período Ciudadanos representó para muchos españoles la esperanza de sustituir el bipartidismo por un gobierno pactado con un partido nacional moderado que nos evitara depender de los nacionalistas. Desgraciadamente eso se ha visto frustrado y hemos regresado a una situación en la que el bipartidismo ha sido sustituido por una política frentista que tampoco garantiza no depender del chantaje nacionalista. En entradas anteriores ya destaqué el tremendo error que representó para España que Sánchez y Rivera no lograran formar gobierno tras las elecciones de abril de 2019. El programa de Gonzo permite comprender con toda claridad qué fue lo que pasó.
La relación entre Sánchez y Rivera no era mala hasta que se
produce la moción de censura a Rajoy que convirtió a Sánchez en Presidente del
Gobierno en 2018. Tras la sentencia de Gürtel, Rivera anuncia que deja de
apoyar al PP y que da la legislatura por concluida. La lucha contra la
corrupción constituía uno de los ejes del apoyo al PP y la sentencia dejaba
clara la responsabilidad política de Rajoy. La decisión de Rivera era
comprensible, pero no obedecía solo a la coherencia con los valores que
defendía Ciudadanos, sino a la ambición de que se convocaran elecciones y
Ciudadanos superara al PP, como pronosticaban las encuestas. Sánchez aprovechó
la reticencia de Rajoy a dejar el Gobierno y astutamente presentó una moción de
censura con el apoyo de la extrema izquierda y los nacionalistas. Prefería
llegar al poder por esa vía en lugar de convocar elecciones y eso fue lo que
propició el choqué frontal entre Sánchez y Rivera. Este veía que los dos
grandes partidos iban a evitar unas elecciones que sólo a él le beneficiaban.
Además, su enemistad con Sánchez se acrecentó cuando este desveló
conversaciones privadas en las que Ciudadanos mostraba su intención de dinamitar
la legislatura para forzar las elecciones. La única esperanza de Rivera era que
Rajoy dimitiera antes de que se votara la moción de censura, pero, como dice
Girauta en el reportaje, Rajoy antepuso los intereses electorales del PP a los
de la nación y permitió que Sánchez se convirtiera en Presidente. En cualquier
caso, era evidente que pronto se convocarían elecciones y eso sucedió en abril
de 2019.
El resultado de esas elecciones fue un éxito para
Ciudadanos, pero insuficiente para lograr el objetivo de ser el líder de la
oposición. Rivera no supo darse cuenta de que, más allá de sus promesas
electorales y del rechazo a la figura de Sánchez, España necesitaba un gobierno
estable que no dependiera de la extrema izquierda y los nacionalistas. Rivera cometió
el mismo error que Rajoy e incluso lo superó, porque era evidente que una
repetición electoral no solo era mala para España, sino también para su
partido. Pasó de 57 a 10 escaños y se vio obligado a dimitir y a dejar la
política a la vista de semejante debacle. Rivera se marchó y Arrimadas, que podía
rectificar el rumbo y evitar reincidir en el error, puso la tapa en el ataúd.