domingo, 16 de junio de 2024

¡Ha vuelto el fútbol!

Hace más de una década yo era un gran aficionado al fútbol. El juego de toque implantado por Luis Aragonés y consolidado por Del Bosque me gustó porque tenía profundidad. Luego, degeneró. Me resultaban insufribles esos pases insustanciales y arriesgados. La calidad técnica de los futbolístas había aumentado y podían pasarse la pelota con precisión durante largísimos minutos. Un aburrimiento insoportable que no me interesaba. Totalmente desconectado de este nuevo fútbol tan “perfecto”, ayer, por curiosidad, vi un poco del España-Croacia de la Eurocopa y me sorprendió gratamente. España jugaba rápido y vertical, algo inaudito. En fin, parece que el fútbol ha vuelto. Igual merece la pena echarle un vistazo.

Humildad y benevolencia

Hace dos días estuve en Pamplona. Concluidas mis obligaciones, el viernes por la tarde fui paseando al centro de la ciudad para entregarme al barzoneo excrutador. De camino pasé por delante del hotel Tres Reyes, en el que me alojé la primera vez que visité esta ciudad hace casi treinta y cuatro años. Recuerdo perfectamente aquella etapa de mi vida. Era un estudiante de Derecho que acudía por primera vez a un congreso de estudiantes para, junto con mis compañeros y amigos, hablar de un tema que hoy está de plena actualidad, “La ecología como componente del ideal revolucionario en nuestros días”. Así se titulaba nuestra comunicación. En aquel momento, aunque se era ya muy consciente del problema ecológico, todavía no se hablaba del cambio climático. Hoy es más que evidente que se trata de un problema que puede generar algo más que una revolución. Esto que comento no lo pensé cuando observaba anteayer aquel hotel en el que la organización nos alojó. Me veía a mí mismo en aquellos días y pensaba en todo lo que he aprendido desde entonces. Se podría resumir en dos palabras: humildad y benevolencia. Sin ellas no es posible ningún cambio genuino.

lunes, 10 de junio de 2024

El PP frena a Vox

El resultado de las elecciones europeas muestra que el PSOE no cuenta con el respaldo de la mayoría de la población para poner en práctica medidas tan sumamente graves como la amnistía. Sánchez sobrevive radicalizando su discurso y convirtiéndose en la fuerza hegemónica de la izquierda. Yolanda Díaz, muy torpe, está provocando el hundimiento de una alternativa con la que hace poco más de un año decía incluso aspirar a la presidencia. Pero lo más significativo del resultado de ayer, en mi opinión, es que el PP sigue aumentando su base electoral incluso con el buen resultado de Vox y la espectacular entrada de este Alvise al que no le pongo todavía ni voz ni rostro. Esto significa que la verdadera barrera para la derecha radical no es el PSOE, sino el PP. Puede estar produciéndose un trasvase de votos socialista al PP y de la izquierda radical al PSOE. La conclusión es que si ahora mismo se convocaran elecciones generales el PSOE no podría gobernar.

jueves, 6 de junio de 2024

"Joker", una cuestión de perspectiva

Una de las mayores injusticias en los premios Óscar de cine es la cometida con “Joker”. Me parece increíble que no fuera premiada con el Óscar a la mejor película, que se llevó “Parásitos”, una buena película de Corea del Sur, aunque a años luz de “Joker”. La actuación de Joaquín Phoenix es portentosa, pero esta película, sobre todo, tiene el enorme mérito de ofrecer la perspectiva de la realidad propia del marginado, en este caso un enfermo mental. Está tan bien presentada, y es tan convincente la actuación de Phoenix, que el espectador comprende cómo el protagonista explota y reacciona violentamente ante la presión a la que la sociedad le somete. Eso es lo que hace de “Joker” una película tan inquietante. Cuando mi mujer y yo la vimos en el cine por primera vez no podíamos entender que hubiera algunos espectadores que la encontraran divertida. Esta película es cualquier cosa menos eso. Esta semana volvieron a ponerla por televisión y no me pude resistir a verla por enésima vez. Y no me canso.

jueves, 30 de mayo de 2024

El último que apague la luz

Ya está aprobada la ley de amnistía a la medida de los independentistas. Se ha consumado la rendición del Estado a unos delincuentes cuya fuerza radica en la ambición del tirano por seguir en el poder. Todo esto ya se sabía. Lo que ahora falta conocer es cuántos españoles cometerán la indecencia de introducir la papeleta del PSOE en una urna electoral. Imagino que habrá todavía millones de indecentes, y eso es lo verdaderamente preocupante, lo que nos pone sobre la pista de lo que se puede esperar en el futuro. Si piensan que llevar más de dos décadas degradando la convivencia no tiene consecuencias, esperen a ver lo que va a suceder en un plazo de diez a veinte años. ¿Quieren saberlo? Es muy sencillo, sin españoles España no puede existir, así que algunos tendrán que sacrificarse, es decir, que asumir todo el esfuerzo que las dos generaciones de los nacidos entre 1961 y 1991 no han realizado. De lo contrario, el último que apague la luz.

martes, 14 de mayo de 2024

La amnistía no ha sido la causa de la derrota del independentismo

El resultado de las elecciones catalanas creo que refleja el progresivo despertar a la realidad de muchos catalanes que se dan cuenta de que el independentismo les conduce a la decadencia. Demasiado han tardado en llegar a este punto. De todas formas, el resultado de ERC no conduce a pensar que aceptarán fácilmente que gobierne Illa. Y, desde luego, si lo apoyan, casi seguro que Puigdemont dejará caer a Sánchez. En definitiva, lo más probable es que vayamos a elecciones generales en breve.

El análisis sobre los pactos me parece mucho menos interesante que examinar la hipótesis que defienden muchos medios de izquierda según la cual la amnistía habría sido la clave de la derrota independentista. Incluso los más atrevidos afirman que Zapatero acabó con ETA y Sánchez con el “procés”. Sobre esto tengo que decir dos cosas. En primer lugar, aunque eso fuera cierto, el quebranto que ocasiona al Estado constitucional la ley de amnistía no lo compensa esta derrota electoral del independentismo. Hay cuestiones de principio y la igualdad de todos los españoles ante la ley es una de ellas. En segundo lugar, no es cierto que los independentistas hayan perdido apoyos por la amnistía. El “procés” ha perdido fuelle porque los catalanes están cada vez más hartos de ver el deterioro de su región gobernada por los nacionalistas y porque la identidad catalana se está disolviendo progresivamente por la inmigración masiva. En este punto tiene toda la razón José García Domínguez, otro que como yo se lee los datos demográficos.

lunes, 29 de abril de 2024

Ya lo ven, Sánchez está dispuesto a todo

El tirano no dimite, como era de prever a la vista de la catadura del personaje. Ha recurrido irresponsablemente a las emociones para galvanizar a su partido y polarizar la sociedad señalando enemigos fantasmagóricos como paso previo antes de profundizar en la ruptura. La izquierda pretende apropiarse de la democracia atribuyéndose la condición de los “buenos”, y no tolera ni la crítica ni la investigación de posibles conductas corruptas. Ayer decía Errejón que hay que democratizar a los jueces. ¿Qué propone? Supongo que que los elijan a dedo para que cumplan la voluntad del Gobierno. Todos los movimientos de los líderes izquierdistas apelan a la democracia, pero carecen del respaldo popular. Por eso necesitan colonizar los medios de comunicación, las redes, y lanzarse a la demonización del adversario sin importarles las consecuencias para la convivencia.

Sólo hay una forma de hacer frente al tirano y a sus huestes: cumpliendo cada cual con su responsabilidad sin dejarse quebrar y diciendo alto y claro lo que se piensa. Criticar con argumentos, comportarse con el mayor civismo defendiendo la verdad, venga de quien venga, y ejerciendo el derecho al voto. El problema es que cada vez hay menos ciudadanos capaces de transitar este camino. Vivimos en una sociedad en la que apelar a las emociones es la mejor garantía para conseguir los objetivos que uno se propone. Una sociedad blanda, propia de menores de edad que sucumben a la lágrima fácil. ¿No lo ven en esos programas de televisión con cantantes amateurs en los que unos y otros no paran de llorar y de darse abrazos? Sí, carecemos del principal valor para hacer frente a la tiranía: una ciudadanía educada en el compromiso adulto y firme con la democracia. La educación es la fuerza de una nación y desgraciadamente España es hoy una nación débil.