viernes, 28 de septiembre de 2007

Se va acercando la hora de la verdad

Julián Marías estudió en la Universidad de Madrid entre los años 1931 y 1936. Parece un capricho del destino, ¿verdad? Por tanto, vivió en primera persona lo acontecido en aquellos años de la II República previos a la guerra civil, en la que participó como soldado republicano, y en la que, según confesó, no disparó un solo tiro. Marías siempre sostuvo que la causa de la gran tragedia nacional se debió a que los extremistas tensaron la situación y lograron arrastrar hacia sus posiciones a las grandes masas. Esa es una enseñanza que los españoles no debemos olvidar, y que en estos días es necesario recordar más que nunca. Asistimos al más intenso ataque contra las instituciones constitucionales por parte de los nacionalistas desde la muerte de Franco. Ibarretxe acaba de fijar una fecha para su consulta popular, y los ataques contra la monarquía no cesan. Rajoy reprochó ayer a Zapatero que su intento de contentar a los nacionalistas haya concluido radicalizándolos aún más, como toda persona medianamente sensata y leída podía imaginar. Los españoles debemos responder a este órdago con firmeza y sensatez. Nos jugamos mucho en las próximas generales, pues de no ganar el PP quién sabe adónde nos puede conducir un partido socialista absolutamente carente de un discurso claro sobre España. Debe ganar el PP y, como por fin ha dicho alguien de su partido –tenía que ser, como no, Vidal Cuadras-, pactar con un PSOE renovado, pues con los nacionalistas resulta imposible. Difícilmente será así, porque el PSOE sabe que eso significa la ruptura definitiva con el PSC. Como hace unos años –cuando todavía gobernaba el PP- les decía a mis amigos Melquíades y Lutgardo, el nacionalismo va a lanzar una ofensiva final. Así ha sido y llega la hora de la verdad. El panorama político se va aclarando y es hora de que el pueblo español se pronuncie. ¿Estaremos a la altura?

jueves, 27 de septiembre de 2007

El acta secreta de las reuniones Bush-Aznar

El País está publicando estos días informaciones extraídas del acta secreta de las reuniones mantenidas entre Bush y Aznar en los días previos a la invasión de Iraq. Algunos critican que con estas informaciones se desvie la atención de la opinión pública hacia Iraq cuando nuestros soldados están en Afganistán sirviendo en una zona de guerra y sufriendo bajas. Posiblemente sea cierto que esa es la intención de El País. ¿Y qué? Se trata de una información de gran interés público. Cuando se inicia una guerra es fundamental fiscalizar a los gobernantes que la auspiciaron. Hay que verificar si había razones justificadas para ir a la guerra, si se actuó de buena fe, etc. Debemos felicitarnos de que la opinión pública se tome en serio la guerra, cualquier guerra, y analice si se actuó bien. ¡Luz y taquígrafos!

¡Al abordaje!

Cuando los grupos independentistas o antisistema detectan que una de sus acciones tiene repercusión mediática perseveran en ella. Sobre todo cuando se trata de una acción que ataca a la institución que simboliza el corazón del enemigo. Me estoy refiriendo, naturalmente, a la quema de fotografías de los reyes. Una vez más la reacción es débil, timorata, un "al fin y al cabo no es para tanto", lo cual envalentona a esas minorías que desean subvertir el orden constitucional y a las que nuestro sistema hincha como de si de un gran globo se tratara. Es triste y alegre al mismo tiempo que se trate de un enorme globo que tiene cubierto el paisaje de nuestra España: triste, porque parece mentira que cuatro gatos condicionen nuestra vida colectiva; alegre, porque apenas se pusieran de acuerdo los dos grandes partidos se pinchaba el gran globo y el problema estaba solucionado. Les parecerá que exagero, pero estoy convencido de ello.

Pero que los dos partidos se pongan de acuerdo parece imposible cuando en el PSOE sigue militando gente que ha perdido el rumbo. Si no, lean la noticia de hoy en el diario Levante sobre la iniciativa de la oposición del Ayuntamiento de Pedreguer: "PSOE, Bloc y Aixa forzarán al PP de Pedreguer a autorizar un mural del Rey boca abajo". ¿Qué les parece? Los valencianos no podemos bajar la guardia y permitir que algún día estos sectarios ignorantes que van de iluminados nos gobiernen. Lamentablemente, en la Comunidad Valenciana no hay alternativa al PP.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Las ayudas al alquiler de la Chacón

Vaya aterrizaje de la Chacón en el ministerio. A bombo y platillo se descuelga con una medida muy parecida a la de su antecesora, y que a poco que alguien se pare a pensar se dará cuenta de que es un disparate. La Chacón piensa, "¿cómo podemos facilitar el acceso al alquiler a los jóvenes? Hum, vamos a ver, ¡eureka! ¡ya lo tengo! voy a darles una ayuda económica para que puedan pagarlo". ¡Madre mía con la lumbrera esta! Cualquiera sabe que el precio de un bien lo determina la oferta y la demanda. Si aumenta el poder adquisitivo para adquirir un bien aumentará la demanda y eso normalmente elevará el precio. Por consiguiente, es fácil predecir que esas ayudas, si no van acompañadas de otras medidas, van a elevar el precio de los alquileres casi con total seguridad. Para moderar el precio y facilitar el acceso a la vivienda hay que actuar sobre la oferta facilitando a los propietarios el alquiler de sus viviendas con ventajas fiscales y, sobre todo, con seguridad jurídica ante inquilinos morosos o dañinos. El problema es que tiene mucho más caché electoral decir que el gobierno da una determinada cantidad. Electoralismo sin cabeza es lo que nos está proporcionando el gobierno a lo largo de estas semanas. Se ve que deben de estar un poco nerviosos: a las puertas de una crisis, debate de presupuestos en plan tómbola de pueblo y, para terminarlo de arreglar, se les muere Polanco y El País y Cuatro amenazan con desmadrarse.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

La felicidad

El pasado sábado, el diario El Mundo publicó un artículo de Enrique Rojas, catedrático de psiquiatría con cierta notoriedad pública -no confundir con Luis Rojas Marcos-, sobre la felicidad. Leí el artículo con mucho interés. Pocos temas hay tan importantes como la felicidad y lamentablemente no hay muchos que se atrevan con él. Destaca Rojas la importancia de tener un proyecto de vida ilusionante y de desarrollarlo como la clave de la felicidad, tesis claramente inspirada en Julián Marías. Lógicamente, ese proyecto depende de las circunstancias de cada cual, y también es importante saber encajar los fracasos que podemos cosechar. Rojas cita el libro de Marías "Breve tratado de la ilusión", que precisamente es uno de los pocos libros de Marías que no he leído; pero esta idea de tener un proyecto vital acorde a lo que cada cuál es -lo que implica autenticidad- está también desarrollada en otro libro de Marías, "Tratado de lo mejor". Aludo a esta obra porque creo que es importante subrayar que la exhortación a hacer de la vida de cada cual un proyecto acorde a lo mejor de uno mismo es presentada por Marías como una exigencia de carácter moral. Por ejemplo, si he entendido bien a Marías, de alguna manera hubiera resultado inmoral que Einstein, en un entorno de máximas posibilidades científicas, abandonara su trabajo de físico para dedicarse al póker profesional. Por tanto, tener un proyecto de vida realista, auténtico y ejecutado con tenacidad es una exigencia moral que, además, según Rojas, constituye la clave de la felicidad.

Aunque hay mucha verdad en esta tesis, las páginas más certeras sobre la felicidad humana no las he leído ni en Marías, ni en Aristóteles, ni mucho menos en Kant -que ni siquiera osa hablar de semejante tema sobre el que hay mil opiniones-, sino en un libro titulado "El aprendizaje de la serenidad", cuyo autor es un sacerdote jesuita llamado Rafael Navarrete. El capítulo 1º de este libro se titula "La felicidad". Navarrete incide en la importancia de recuperar la experiencia de la felicidad porque el hombre moderno, pese a todas sus comodidades, no es feliz, y observa que "la felicidad no está en ningún sitio, pero, curiosamente, puedes encontrarla en todas las circunstancias". La idea más importante es que la clave de la felicidad radica en una decisión de la voluntad. Hay que querer ser feliz independientemente de las circunstancias, aceptar gozosamente todo lo que aparece en nuestra vida. Esto no implica negar la importancia de tener proyectos y de luchar por ellos. Claro que tienen razón Rojas y Marías en este punto, pero la clave de la felicidad no radica en la consecución de dichos proyectos, al igual que la imposibilidad -por una enfermedad, por ejemplo- de realizar apenas nada no impide ser feliz. Naturalmente, no es fácil de aceptar la tesis de Navarrete, pero en el resto de los capítulos de su extraordinario libro nos muestra cómo es posible orientar nuestra vida hacia la felicidad para abrirse a la realidad y acogerla gozosamente, lo cual sólo es posible, como no podría ser de otra forma, si todo cobra un sentido sobrenatural. Con otras palabras, la verdadera felicidad no puede estar desligada de lo trascendente, pasa por Dios, como bien sabía San Juan de la Cruz al escribir:

"Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme.
Dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado".

Así concluye el gran libro de Navarrete.

lunes, 17 de septiembre de 2007

La beligerancia del PP con el partido de Rosa Díez

La entrada en la escena política del partido de Rosa Díez ha generado polémica en el PP y sus círculos afines. Mikel Buesa ha apostado por dicho partido y su decisión, por lo visto, ha sentado mal en la dirección de un Foro de Ermua claramente afín al PP. Parece que el PP tema que este partido pueda restarle votos, lo cual resulta curioso, dado el posicionamiento de la nueva formación como un partido de izquierda.

Como ciudadano valoro muy positivamente la iniciativa de fundar un partido de izquierda que se muestre beligerante con el nacionalismo, y que reivindique la unidad de España y la igualdad entre todos los españoles y entre las distintas Comunidades Autónomas. Esto, se mire por donde se mire, es positivo para la democracia, y mucho más lo sería si restara muchos votos al PSOE. Si el PP piensa exclusivamente en términos de rédito electoral es lógico que lo vea de otra forma. Sin embargo, en mi opinión el PP haría bien en tomar nota de las iniciativas políticas que propone este partido -las indiqué en este blog días atrás citando algunos fragmentos de un artículo de Buesa- con relación a temas tan importantes como lograr que en España la mayoría no se vea lastrada por una minoría secesionista e insolidaria. Si el PP gana y pretende volver al posibilismo pactando con las minorías nacionalistas, estaremos de nuevo perseverando en el error. No voy a decir que Rajoy debería hacer como Mas e irse al notario para comprometerse a no pactar con los nacionalistas, aunque si lo hiciera yo le votaría más tranquilo.


viernes, 14 de septiembre de 2007

La calidad universitaria al desnudo (el secreto del aprobado)

Estamos hartos de oír que la enseñanza primaria y secundaria es un desastre, y que las tasas de fracaso escolar son elevadísimas. Sin embargo, durante estos últimos años también habrán leído que los porcentajes de aprobados en selectividad son muy altos, por no hablar de las pruebas de mayores de 25 años, en las que aprueba gente que no sabe hacer la "o" con un canuto. Quizá a alguno de ustedes le haya llamado la atención, pero si no ha sido así coincidirán conmigo en que aquí hay algo que no cuadra. Pues presten atención porque hoy van a hallar la respuesta en el blog de De Soca.

¿Saben cúal es el criterio por el que los gobiernos autonómicos financian a las Universidades públicas? ¿A que empiezan a adivinarlo? Efectivamente, el número de alumnos matriculados. Esto se traduce en que las Universidades bajan el listón en la selectividad hasta unos niveles alarmantes y permiten que accedan a nuestras aulas alumnos de paupérrimo nivel. Si alguno pensó que las facilidades del bachillerato acababan al afrontar la selectividad, ya pueden ir cayendo del guindo. Por si no fuera suficiente, los disparates e irresponsabilidades no acaban cuando el alumno se matricula en una carrera universitaria. Entonces entran en juego los servicios de calidad de cada Universidad. Prepárense para lo que van a leer porque no van a dar crédito. Los de calidad suelen trabajar fijando unos estándares de calidad: si cumples muchos, tienes calidad, y si no, pues no tienes y probablemente no pases una evaluación externa. Estos estándares suelen responder a variables fácilmente mensurables y controlables como, por ejemplo, presentación de actas en el plazo correspondiente, número de programas traducidos al inglés e incorporados a la web, etc. Pues bien, uno de los estándares de calidad es la llamada tasa de éxito, es decir, el número de aprobados con relación a presentados. Un profesor con una elevada tasa de éxito es un profesor con mayor calidad que otro que apruebe sólo al 10%. Los resultados en calidad afectan a la posibilidad de pedir determinadas ayudas para desplazarse a otras Universidades, etc.; pero, además, existe un especial interés por parte de las autoridades universitarias en fomentar los aprobados para evitar que los alumnos se desalienten y abandonen sus estudios -el mismo argumento que ha utilizado la ministra Cabrera con relación a los alumnos de bachillerato-, pues, como les he comentado, eso afecta al presupuesto de la Universidad, y en un contexto de baja natalidad la falta de alumnos está ahogando económicamente a las Universidades.

En resumen, el camino que conduce a la obtención de los títulos universitarios está expedito. La consigna es aprobar a toda costa para que el sistema nos permita sobrevivir. Muchos alumnos viven engañados con unos aprobados que hoy cuestan infinitamente menos esfuerzo que hace apenas quince años.