Eso parece que ha declarado en una charla digital que ha mantenido en el periódico "El Mundo" este nefasto ministro de la primera etapa de Zapatero. No quiero resultar reiterativo, pero es evidente que si cada vez hay menos jóvenes y vivimos más años no hay más remedio que reformar el sistema de pensiones. Si vuelvo a traer a colación este tema se debe a que me parece importante subrayar que Caldera -portavoz del PSOE en el debate sobre la reforma de las pensiones- cita antes la inmigración que lo que debería ser la solución lógica a este gravísimo problema: potenciar la natalidad. Nada debería ser más progresista que favorecer la natalidad, porque sin niños no hay futuro, el tiempo en el que se solaza el progresista. En España se habla de la reforma laboral, de la reforma del sistema financiero, de la reforma del sistema de pensiones, pero se olvida que lo más importante, lo inaplazable, lo urgentísimo es la puesta en marcha de una política de fomento de la natalidad ligada a la protección de la familia. ¿Pero cómo va a apostar por ello un partido para el que la familia no comienza a partir de un hombre y una mujer que habitualmente unidos en matrimonio tienen hijos? Desde luego, soy un auténtico reaccionario. Hombre, mujer e hijos, vaya que sí, menudo carca.
1 comentario:
El quid de la cuestión es que el sistema de pensiones "de reparto" (es decir, donde los trabajadores de hoy cotizan para los pensionistas de hoy) es parecido a un negocio como el que llevó a Maddoff a la galera.
Si la democracia nos trajo el sistema de "reparto", yo apuesto por el retorno del sistema de "capitalización" donde cada cual realiza sus aportaciones, que son rescatadas en forma de renta al término de la vida laboral con los rendimientos agregados que se han ido generando.
Incluso apoyaría un sistema libre donde cada cual elija cuánto decide dedicar a su jubilación. Un cálculo: entre cuota obrera y cuota patronal la SS se lleva al año 6000 euros. Ese dinero invertido en bolsa o en un plazo fijo para los profanos, permitiría a un ciudadano jubilarse a los 55 años con la pensión máxima que actualmente otorga la SS.
Como en toda estafa piramidal, el sistema actual de pensiones necesita de nuevos incautos que "aporten". En los tiempos de las regularizaciones masivas de Caldera eso iba perfectamente. Ahora parece que se tuerce, la pirámide se desmorona.
Y el panorama es poco halagüeño para optar por tener más prole.
¿Qué opina de todo ello querido Tomás?
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