jueves, 16 de junio de 2011

Mirando a Grecia y añorando la peseta

La crisis griega está llegando a tal extremo que se habla abiertamente de la salida de este país del euro, es decir, es muy probable que Grecia se enfrente a una quiebra total y desordenada por no aceptar las condiciones del rescate (incluso aceptando el rescate no hay seguridad de que el país salga a flote). Si esto finalmente se produce, Grecia tendrá que afrontar una situación que presenta ciertas similitudes con la que hace pocos años vivió Argentina, y ya sabemos lo que eso significa. En primer lugar, el derrumbe de la economía conllevará un estallido social que las autoridades tendrán que saber atajar adecuadamente. Mucha gente se verá sin trabajo y sin oportunidades, por lo que un número elevado de griegos emigrará a otros países de la Unión Europea principalmente. Es importante que las autoridades controlen ese estallido social porque la introducción del dracma podría convertir a Grecia en el destino turístico más barato (ya ven si nos afecta la crisis griega). Grecia tendrá que resurgir a partir de la emigración, el regreso al dracma y a la pobreza, el impulso del turismo, y también merced a ayudas de la UE (no un rescate) y del FMI. ¿Es tan negativo el panorama? A corto plazo es para echarse a temblar, pero si salen adelante resultarán fortalecidos porque habrán vuelto a la realidad de la que contribuyó a alejarnos el maldito euro y la pérdida de contacto con las bases de la economía real. Esta es la lección: no es que la crisis Griega ponga en riesgo el euro y la eurozona, sino que la mentira que ha supuesto el euro, el creer que se podía tener una moneda común sin una política económica y fiscal común, junto a la crisis financiera internacional y la irresponsabilidad de los políticos griegos, ha propiciado la crisis griega. ¡Cómo añoro la peseta y cómo desearía que no nos hubiéramos embarcado en esta dichosa aventura del euro!  

13 comentarios:

Óscar Hdez Mañas dijo...

Lo único cierto es que desde los organismos competentes las únicas recetas que se dan son:
Aumentar la demanda agregada
Subir los impuestos
Reducir el estado.
Reducir el gasto público.

Pero yo me pregunto como se va aumentar la demanda agragada si se reduce cada vez más el gasto público (luego no se tira de la demanda), si se rebajan el sueldo a los funcionarios (tienen menos para consumir) o directamente se les despide (definitivamente no consumen) o se suben los impuestos reduciendo el dinero disponible para consumir.
Pues bien me pregunto que pasaría si frente a esas exigencias (¿cuanto más hay que recortar?)Grecia quebrara. Seguramente solo se asustarían los bancos Franceses y Alemanes principales compradores de la deuda griega. Pues no me importaría que algún banco cayera por eso.

Porque, además, en el caso de España los famosos fondos de rescate a la banca solo han servido para que las entidades bancarias, origen de todo este caos, sanearan las cuentas. Más de un banco debió de quebrar. Ahora saneados literalmente han cortado el credito en un país como España donde el peso no está en las grandes empresas sino en pymes y autónomos que necesitan del crédito. Es indignante la actuación de los bancos en España. Y como algunos "banqueros" se atreven esta misma semana a dar recetas que por supuesto pasan por más recortes, pero sus sueldos rozan los 7 millones anuales.
Y hablando de especular Tomás, ayer nos enteramos, por enésima vez y a raíz de lo de Grecia, que cada punto porcentual que penaliza nuestra deuda, nos cuesta millones. Pues bien, esos millones se los lleva algún banco especulador de beneficio.

Tomás de Domingo dijo...

Muchas verdades hay en tu comentario, Óscar. Sólo diré que comparto totalmente tu opinión de que más de un banco debería haber quebrado. Estamos rehenes de la tesis de que la economía necesita financiación, lo cual convierte a la banca no en simples empresas, sino en un factor estructural de la economía, y con dicho argumento se sangra al contribuyente. Si es tan estructural, tan importante, quizá merecería ser público, ¿no? A eso parece que vamos con la reforma de las cajas, es decir, o se sanean capitalizándose o se nacionalizan. ¡Pero es que llevamos años esperando esta reforma! Zapatero nos ha hundido con su inacción.

Y volviendo al núcleo el post. La cotización de la moneda de un país ha solido reflejar la fuerza de la economía que la respalda. Pensar que la fortaleza del euro refleja la fortaleza de la economía europea era algo así como mentirnos a nosotros mismos cuando nada tienen de común la economía griega y la alemana. El euro no ha sido la causa principal de la catástrofe, pero ha facilitado la espiral que nos ha llevado a esta situación, y nos dificulta encontrar soluciones a la crisis.

Un aspirante a ciudadano dijo...

El embuste del euro nos lo metió con cucharon Rato y Aznar.

Tomás de Domingo dijo...

Embuste no fue. Quizá pensaron que cumplir los criterios de convergencia era un primer paso para reformar nuestra economía y ser un país productivo y competititivo. Si tu economía es productiva y, por tanto, competitiva, estar en el euro no es problemático. Los gobiernos de Aznar tuvieron grandes éxitos presupuestarios, liberalizaron la economía en muchos sectores y se beneficiaron de la expansión del crédito. Pero Aznar no transformó las bases del sistema productivo. Si ZP hubiera mantenido la línea presupuestaria de los gobiernos de Aznar, aunque el problema seguiría presente y el paro habría aumentado, la situación sería muy distinta: el ajuste no hubiera sido tan severo; el consumo no estaría tan hundido y el crédito circularía con más facilidad porque no lo captaría con tanta fuerza el sector público. El gran error de ZP ha sido haber descontrolado el gasto desde 2004 hasta ¡2009!, lo que ha ocasionado un déficit brutal tan pronto como se hundieron los ingresos.

Miñón dijo...

Las exclamaciones finales no las comparto en absoluto. El euro es una disciplina en las políticas económicas de los Estados asociados. Esto sirve para introducir cierto rigor en las cuentas. Los socialistas haciendo de socialistas apuestan por agrandar al Estado y expandir el gasto público. Con el euro esto se paga en seguida: no te prestan los mercados diabólicos (el sustituto del gran Satán Bush en el imaginario socialista). Si tuviéramos la simpática peseta las devaluaciones ya se habrían efectuado. Por un lado o por otro los socialistas se las pintan solos para empobrecer a España. ¡Cuándo nos daremos cuenta de que somos más pobres!

Tomás de Domingo dijo...

¿Acaso no era posible esa disciplina con el mantenimiento de la propia moneda? Los británicos han sido mucho más listos. Hoy mismo Cameron hace unas declaraciones muy parecidas a las del post: "¡menos mal que no entramos en el euro!".

Si España tuviera unas cuentas públicas saneadas y una economía fuerte, la peseta sería una moneda refugio. En ese caso los mercados nos prestarían dinero con total seguridad y a un interés más bajo.

Miñón dijo...

Con los socialista unas cuentas publicas saneadas y una economía fuerte es un imposible metafísico. El socialismo es estatalista por definición. Me parece que las finanzas británicas no han sido muy modélicas en esta crisis. Los bancos privados españoles parece que no han hecho demasiadas tonterías. Las cajas son bancos públicos gobernados por políticos y sindicalistas. En todo caso, la comprensión de la crisis española es tarea a más largo plazo. Todo lo que sea aumento del gasto público y de la deuda sería una huida hacia delante catastrófica.

Tomás de Domingo dijo...

¿Acaso el euro nos libra de los desmanes socialistas? El euro ha servido para que nos alejemos de la realidad de nuestra economía y ello me parece peligrosísimo. Letal. Desde el mismo instante de su puesta en marcha el euro mostró que iba a servir para alejarnos de la realidad: el café con leche que el día antes costaba 150 pesetas pasó por arte de magia a costar 1,10 euros. Ya sé que se puede tildar de demagógico o burdo el ejemplo, pero todo el mundo sabe qué eso fue así, y como eso otras muchas cosas.

Álvaro dijo...

Como veo animado el debate, por si fuera de vuestro interés, os dejo aquí un artículo de Jurgen Habermas sobre la crisis del euro. Este autor espera "que la crisis de la moneda común puede acabar produciendo aquello que algunos esperaron en tiempos de la política exterior común europea: la conciencia, por encima de las fronteras nacionales, de compartir un destino europeo común".

http://www.elpais.com/articulo/internacional/euro/decide/destino/UE/elpepiint/20100523elpepiint_2/Tes

Álvaro dijo...

Adjunto al presente comentario un enlace con la carta abierta sobre la crisis del euro que acaba de publicar Habermas y que firma también, entre muchos otros, Zygmunt Bauman.

Es una carta brevísima, urgente y pidiendo mas liderazgo y más unidad política para Europa.

Como no me consta que se haya publicado en ningún diario español, os adjunto el enlace del diario The Guardian.

http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2011/jun/22/eu-leadership-tackle-crisis-austerity?INTCMP=SRCH

Lanzas dijo...

Estimado Tomás, me he tomado mi tiempo para responderle, puesto que considero que el asunto tiene su enjundia.

La verdad es que he leído bastanes alegatos contra el euro en esta crisis. Sin contar los lamentos sobre que España y el resto de cerditos europeos (PIGGS) no gocen ya de autonomía monetaria para devaluar sus respectivas divisas y salir de la crisis sin recortes dolorosos.

Pensad en Islandia, Letonia, Ucrania o Hungría. Todos estos países quedaron al borde de la quiebra a finales de 2008. Sus divisas se devaluaron entre un 25% (Letonia) y un 60% (Islandia). Hungría por ejemplo ha devaluado el florín más de un 20% frente al euro y se sigue encontrando al borde de la quiebra. Vamos a compararnos con esos países que están extramuros del euro y conservan sus monedillas nacionales. Y no con Alemania que sufre el lastre de los cerditos en su crecimiento.

No es el euro sino la indisciplina crediticia del BCE (alimentada entre otros por el infame Krugman como moda yankee importada) la que ha engrosado la burbuja. Y no "el euro".

Don Tomás, imagine qué haría ZP con la peseta observando lo que ha hecho con el presupuesto. La inflación de la moneda nunca ha sido un remedio contra la deflación del crédito, ni en los años 20 (que se lo digan a Alemania), ni en la Gran Depresión, ni nunca.

Todo mi nacionalismo español, rebosante en lo relativo a nuestra identidad y destino, la verdad es que se disipa. No participo pues de su nacionalismo monetario.

Tomás de Domingo dijo...

Una pregunta, amigo Lanzas. ¿Cree que la indisciplina crediticia que apunta se ha visto favorecida por el euro? Pienso que sin el euro la expansión crediticia en España y los bajos tipos de interés no habrían alcanzado las cotas a las que se llegó.

Por otra parte, los ejemplos que cita son de países con economías débiles -el caso de Islandia es distinto-, y, por tanto, su problema no es primariamente monetario.

Lanzas, el euro ha sido una bendición para Alemania, que ha podido maximizar el binomio productividad-competitividad. El marco le hubiera lastrado. Pero para nosotros ha sido un cruel espejismo. Sé que ahora salir implica un sacrificio inasumible para la nación. Lo que lamento es que entráramos por ese prurito de "no quedarnos fuera de Europa".

Lanzas dijo...

La disciplina y la ortodoxia de Bundesbank nunca hubiesen permitido una orgía crediticia por parte de los bancos alemanes como la que tuvo lugar con el BCE.

La tragedia no fue ni será el euro, sino la filosofía inflacionista del Banco Central Europeo. Inspirada NO en el admirable bundesbank sino en los Quantitative Easings de Bernanke.

¿Y si el España todavía contase con la peseta en lugar de estar sometida al corsé del euro? Bastaría con que el Estado acudiera al Banco de España y monetizara 100.000 millones de deuda pública en pesetejas. ¿Todo arreglado?

Esa operación supondría de facto la depreciación de la peseta y una expansión del pánico bancario en todo el solar patrio: los españolitos acudiríamos en masa a sacar nuestras pesetas de los bancos para intercambiarlas por dólares, yenes, oro o cualquier activo que nos permitiera conservar el valor de los ahorros. La situación se volvería tan inmanejable que España tendría que establecer un control de cambios y cerrar las fronteras: durante unos meses el país se convertiría en una autarquía cutre.

Porque... ¿Cree alguien que sin euro no hubiera habido expansión crediticia?

¿Cree alguien que los bancos españoles de la era pesetera, ávidos de riqueza, se habrían quedado mirando con unos tipos altos viendo a los vecinos despilfarrar a gogó?

Señores no lo creo. El problema no está en el euro sino en la banca fraccionaria y en la moneda fiduciaria.

Y si, apuesto decididamente por volver a esa "bárbara reliquia" del oro como patrón monetario ecuménico.