La que están montando los griegos. A estas alturas, después de haber llegado a un acuerdo la semana pasada, sus dirigentes salen con que el pueblo es soberano en democracia y no está de más consultarle. Este arrebato democrático, loable en otras circunstancias, ha hecho que cunda el pánico en la eurozona y en el resto del mundo. Sin duda Papandreu es un sinvergüenza de tomo y lomo y hay que dejar quebrar a Grecia, pero el referéndum griego es el mejor ejemplo para darse cuenta de que la llamada cesión de soberanía de los Estados a la Unión Europea no es tal. Ceder parcelas de decisión en ejercicio de la soberanía no es ceder soberanía. Conviene recordar que el poder soberano es, según la clásica definición de Bodino, perpetuo, y en ejercicio de la soberanía los griegos pueden saltarse a la torera sus compromisos y decidir que prefieren la quiebra, el corralito y el dracma, por mucho que los grandes expertos digan que será su ruina. Quizá los griegos hayan llegado a la conclusión de que las cosas difícilmente pueden ser peores y que con el dracma al menos los turistas ingleses verán los partidos de la premier en sus islas en lugar de en Benidorm. La semana pasada leíamos que una de las consecuencias de la cumbre era que Grecia se convertía en una especie de protectorado. Como salga adelante el referéndum y además los griegos digan “Auf wiedersehen, Europa” me acordaré del Rockefeller de José Luis Moreno diciendo eso de “toma protectorado, Moreno”.
3 comentarios:
Desde el punto de vista de la UE no se puede echar a un país del euro. Sus bancos pueden seguir nominando sus depósitos en euros y sus ciudadanos pueden seguir utilizando los billetes. Lo que puedes hacer es cerrarles el acceso al BCE y dejar de prestarles dinero con planes de rescate.
Grecia debería haber sido como Kosovo. En Kosovo usan €uros pero están fuera de la disciplina (y por lo tanto no hay responsabilidad de rescates) del BCE.
Pues Grecia debió haber sido como Kosovo. Debió haberse "eurizado" al igual que Panamá se "dolarizó" pero sin llegar a ser SOCIOS.
Ahora tenemos un socio pródigo que sableará a las auténticas víctimas, aunque le pese Don Tomás, los alemanes.
Al final, ha resultado ser o, mejor, "parece que sí viene siendo" un protectorado... tenemos que acostumbrarnos a que, en este mundo de tan poca consistencia, tan líquido, no se sabe cómo es casi nada hasta que no concluye.
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