martes, 18 de septiembre de 2012

Carrillo

Santiago Carrillo, que hoy ha fallecido a los 97 años, ha sido testigo y protagonista de la historia de España en el siglo XX. En su larga vida cometió errores y maldades -Paracuellos-, pero también contribuyó positivamente al éxito de la Transición. Algunos pensarán que su responsabilidad en las matanzas de Paracuellos hacen de él un personaje  siniestro que no merece ningún homenaje, pero la Transición se basó en una reconciliación en la que se decidió no utilizar el pasado como instrumento de confrontación política. Las víctimas de Paracuellos están en su derecho de no perdonarle, máxime cuando él nunca reconoció su implicación en aquello, pero los españoles administramos un perdón político que incluye también a Carrillo. Valoremos, pues, su figura con objetividad, sin dejar que sus aciertos o sus errores conduzcan a juicios maniqueos. Teniendo, pues, a la vista toda su biografía me parece que lo más destacable, por la trascendencia histórica del acontecimiento, fue haber logrado que el PCE favoreciera la concordia durante la Transición. Sin embargo, en sus últimos años de vida parecía que valoraba negativamente muchos de los logros de aquella época. Se convirtió en un adalid de la memoria histórica, algo incomprensible en alguien que se benefició personalmente de aquel perdón político.

3 comentarios:

Álvaro G. dijo...

A Santiago Carrillo solo le podemos estar agradecidos. Tuvimos transición gracias a personas como él. Carrillo es un ejemplo y lo de Paracuellos propaganda asquerosa de la extrema derecha, esa derecha que hoy no habla de otra cosa. Y en el caso de que hubiera tenido responsabilidades políticas por aquello lo pagó con un largo exilio, de la transición sin justicia transicional se beneficiaron otros.

Resulta muy curioso que la derecha critique que se hable del franquismo, porque “hay que saber olvidar” y no pare de hablar de Paracuellos ( El ABC o libertad digital ayer mismo con Santiago Carrillo recién fallecido) o le quite calles a Dolores Ibarruri ( que también apostó por la transición) y le ponga Avenidas a alcaldes de Franco.

Álvaro G.

Lanzas dijo...

El análisis de D.Tomás me parece ponderado. Analiza las luces y sombras de un personaje que pasó del Stalinismo a la apertura democrática y la reconciliación, para finalmente apoyar la memoria histórica negando el perdón político del que se benefició.

Lo que me parece un acto de fanatismo sin parangón es catalogar los trágicos sucesos de Paracuellos como "propaganda de la extrema derecha". Si bien considero que ese debate pertenece a los historiadores, y no a los políticos o los medios de comunicación.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Aquí parece que solo la izquierda puede arrojar cadáveres a la balanza e imputar crímenes añejos. Sacar a relucir los crímenes perpetrados bajo la II República es de "ultraderecha". Ja!

Entrar en un macabro debate para ver cual de los bandos contendientes de la guerra civil era "más malo" no nos conduce a nada bueno.