Así se titula la última película protagonizada y producida, aunque no dirigida, por Clint Eastwood. Se la aconsejo, es una elección segura. He leído alguna crítica poco entusiasta, pero yo pasé un rato estupendo disfrutando con esta historia original y genuinamente americana en la que una vez más Eastwood protagoniza el papel de un hombre solitario cuya relación con su hija es difícil. El personaje de Eastwood es consciente de que la vejez le está mermando sus facultades, pero se resiste a admitirlo y no se deja ayudar, así que su hija deberá elegir entre echarle una mano o concluir exitosamente un caso que la convertiría en socia del bufete en que trabaja. La película refleja muy bien ese ambiente de beisbol, locales y música típica de aquel país. Quizá el final sea demasiado previsible, pero, qué demonios, la historia es bonita y además hay amor con final feliz. Por cierto, aunque se lo pueden imaginar, Eastwood lo borda, al igual que Amy adams y el propio Justin Timberlake.
No hay comentarios:
Publicar un comentario