martes, 23 de mayo de 2023

La feroz campaña de Podemos contra Pablo Motos y Miguel Lago

Los podemitas prestan máxima atención al programa “El Hormiguero” y parece que andan un tanto cabreados con Pablo Motos y con colaboradores habituales tan poco sospechosos de compadreos con la derecha como Juan del Val o Cristina Pardo. El periodista valenciano no ha dudado en criticar abiertamente algunas medidas impulsadas por Irene Montero como, por ejemplo, la reforma del Código Penal que ha supuesto la indignante excarcelación de delincuentes sexuales. Hace pocos días, en una distendida tertulia con el cómico Miguel Lago, Motos le preguntaba a Lago cuáles consideraba que eran los requisitos que debía cumplir un candidato. La pregunta se formulaba en un tono jocoso por las palabras de Irene Montero en un mitin presumiendo de que la candidata podemita a la alcaldía de Valencia era sorda y “bollera”. Probablemente, la ministra pretendía destacar que es un logro de las políticas de Igualdad que una candidata homosexual con una discapacidad pueda optar a ese cargo. Sin embargo, no se entiende que semejantes "cualidades" la puedan convertir en una mejor o peor alcaldesa, y tampoco parece mérito alguno figurar en unas listas. Resulta ridículo destacar que la candidata de tu partido es sorda y "bollera", de ahí el lógico cachondeo al ver a Irene Montero presumir de ello. Miguel Lago, con gracia y, en mi opinión, sin ánimo de ofender a ningún colectivo, ironizó imaginando una escena en la que se destacaba como un gran mérito que el candidato del partido era cojo.

Con independencia de que a algunos les haga más o menos gracia la broma de Lago, el asunto que puso sobre la mesa Pablo Motos era de indudable interés público y su crítica al planteamiento de Irene Montero constituye un ejercicio lícito del derecho a la libre expresión. En ningún caso se trataba de ridiculizar a la candidata sorda y "bollera" de Podemos, sino de criticar el criterio de idoneidad de los candidatos, porque no parece adecuado que la selección responda a la raza, el grado de discapacidad o la orientación sexual. Da la impresión de que los partidos políticos pretenden incluir a personas de estos colectivos en sus listas para potenciar su integración, pero también como reclamo electoral. Piensan que su inclusión ayuda a visibilizar los efectos de sus políticas de igualdad o su compromiso con ellas, e incluso permite a algunos partidos desactivar posibles críticas. Pero si no acreditan más mérito que -como en el caso de la candidata podemita- su condición de sorda y "bollera" es inevitable pensar que estas personas están siendo utilizadas, aunque sea con su consentimiento. En cualquier caso, la feroz campaña desatada contra Motos y Lago en redes sociales muestra lo mal que toleran las críticas y su deseo de silenciar a quienes no piensan como ellos.

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