La entrevista de Évole a Sánchez demuestra que para ciertos “profesionales” todo vale si se trata de evitar que el “monstruo” que representa la derecha no alcance el poder. El incisivo Évole, antiguamente conocido como “follonero”, sacó la loción y le dio un buen masaje a Sánchez. Su insistencia en preguntar cómo se llevaba con ciertos personajes, sin pretender ir más allá con una repregunta sorprendente dejaba en evidencia que se trataba de una operación para blanquear al presidente. Un bochorno, la verdad.
Sánchez, que dice estar convencido de que va a ganar las elecciones, admitió con toda claridad que luego pactará con “Yolanda”. El PP pacta con la
ultraderecha, pero él pacta con “Yolanda”. Sí, la izquierda de la izquierda, no
la extrema izquierda, por supuesto. Desde que los etarras pusieran de moda retorcer el lenguaje, se ha cogido la directa y todo demagogo que se precie juega con las palabras, especialmente si se es de izquierda. Que la formación de Yolanda Díaz no tenga
ningún problema en incluir a quienes defienden un referéndum de autodeterminación
para Cataluña no tiene la menor importancia. Évole no dijo nada de eso, no se
le ocurrió preguntarle por semejante asunto, ya ven ustedes. Vox condena la
violencia “intrafamiliar” en lugar de la violencia “machista” y se da a
entender que este partido aprueba la violencia contra la mujer. Eso es
decisivo, un "enorme retroceso", según los medios de izquierda. En cambio, el cuestionamiento de la
unidad de la nación española es un asunto banal, pese a que hay políticos
condenados por sedición y estuvimos al borde del enfrentamiento civil. Un
disparate.
El PSOE puede pactar con “Yolanda” y María Guardiola escandalizada
por tener que llegar a acuerdos con Vox. Menos mal que Ayuso ha
sabido poner las cosas en su sitio echándole un capote al líder. La postura de
Feijóo es nítida: si el PSOE no desea esos acuerdos lo tiene tan fácil como
dejar que gobierne el PP allí donde ha sido el partido más votado. Él se ha
comprometido a facilitar la investidura de Sánchez si el PSOE es el más votado.
Sánchez no ha recogido el guante sin que Évole le pregunte por este asunto,
tanto que le preocupa Vox. ¿De qué iba “LodePedro”, Évole? Qué falta de dignidad
profesional, sobre todo si comparamos lo de anoche con la entrevista a Yolanda
Díaz.
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