martes, 6 de febrero de 2007

Miguel Sebastián: "Me preocupa ver imágenes que me recuerdan a la plaza de Oriente"

Esto ha declarado con relación a la manifestación del pasado sábado el candidato del PSOE, Miguel Sebastián, a la alcaldía de Madrid. Para este fulano, por lo visto, exhibir la bandera de España está indisolublemente ligado al franquismo, y eso que en la manifestación todas las banderas fueron escrupulosamente constitucionales. He ahí un complejo del que afortunadamente poco a poco muchos españoles se van liberando. Será que a los socialistas les dura el complejo y tienen vergüenza de la bandera de su país, no sea que los tomen por franquistas. Más de treinta años sin Franco y algunos no se lo quitan de la cabeza. Últimamente ZP y sus secuaces no dan ni una a derechas.

Una recusación de enorme trascendencia

El Tribunal Constitucional ha aceptado la recusación de Pérez Tremps, conocido representante de una escuela de Derecho Constitucional afín a las posiciones socialistas. Si las cuentas no me fallan, y no se produce ninguna otra recusación, la decisión del Tribunal sobre la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña puede decantarse a favor de las tesis que se inclinan a estimar los recursos de inconstitucionalidad planteados sobre muchos preceptos de esta ley. En su día dije que, una vez aprobado el Estatuto por el Parlamento, todavía confiaba en la labor del Tribunal Constitucional. Yo creo que los magistrados actuarán con responsabilidad porque saben que se juegan su prestigio y el de la institución. Lo que está claro es que si la decisión es contraria a los promotores del Estatuto observaremos una batalla política y teórica de considerables proporciones. En efecto, por lo que respecta a este último punto, será fácil escuchar que se está ante una decisión antidemocrática, pues contraviene la decisión mayoritaria del parlamento catalán y del parlamento español, es decir, de los representantes legítimos de los ciudadanos. Evidentemente, esta tesis admite contraargumentos que no es posible ofrecer en un simple blog, pero la convulsión política que esa sentencia puede provocar si, como espero y deseo, declara la inconstitucionalidad de preceptos clave del Estatuto va a ser enorme. No me extrañaría que el Tribunal Constitucional demore su decisión hasta la celebración de las elecciones generales, pero no dispongo de ningún dato para pensar que vaya a ser así.

lunes, 5 de febrero de 2007

El "artefacto casero"

Ha estallado una bomba en la estación de Baracaldo, pero los medios de comunicación mayoritariamente dicen que se trata de un “artefacto casero”, vamos como si estuviéramos ante un invento para hervir huevos sin levantarse de la cama. ¿Cómo se puede ser tan mequetrefe y llamar “artefacto casero” a una bomba? El caletre brilla por su ausencia en los medios de comunicación.

La manifestación, la bandera y el himno

Me hubiera gustado asistir a la manifestación del sábado en Madrid. Supongo que como a muchos otros millones de españoles que opinamos que el Estado de Derecho no puede sentarse a dialogar o negociar -la delgada línea roja- con unos terroristas que no muestran el más mínimo arrepentimiento. Para mí fue emocionante ver a tantísima gente con banderas de España decirle al gobierno que no está de acuerdo con su política contra ETA. En lugar de reflexionar sobre qué está sucediendo, el gobierno acusa a los manifestante de apropiarse de la bandera y el himno de España. El asunto tiene interés. En muchas ocasiones he pensado en el uso que se hace en España de los símbolos nacionales en comparación con otros países, especialmente europeos. Por poner un ejemplo me centraré en Holanda. La gran mayoría de casas disponen de un lugar en la fachada donde colocar la bandera. ¿Y saben ustedes cuando la colocan? Cuando encuentran un motivo de alegría, de celebración: un cumpleaños, un éxito profesional, el cumpleaños de la reina, la conmemoración de la expulsión de los nazis, etc. Mi familia política me honró hace trece años colocando la bandera cuando nos enteramos que había alcanzado el grado de licenciado. La bandera es allí un símbolo próximo, lejos de la lejanía que se observa en España. Aquí sólo es empleada en el deporte y en los actos oficiales. Lo mismo cabría decir del himno. Según las tesis de López Garrido y sus secuaces, cuando mi suegra hizó la bandera en mi honor se apropió de manera innoble de un símbolo patrio. Parece mentira que a semejantes sujetos no se les caiga la cara de vergüenza.

sábado, 3 de febrero de 2007

Cambio climático y acción política

Me preocupan seriamente los efectos del cambio climático. Trato de informarme del estado en el que se halla el desarrollo de las energías límpias tales como la solar, eólica, biocombustibles, etc., y de los procedimientos que suelen emplearse en España para producir energía. En los últimos meses, parece que el debate sobre la energía nuclear vuelve a cobrar protagonismo. Lo que me llama la atención es que mientras se discute sobre soluciones a gran escala hay muchas medidas que ya se podrían estar implantando en pueblos y ciudades si existiera un mínimo interés por parte de los políticos. ¿Por qué no se renuevan completamente todos los autobuses para que funcionen con gas? ¿Por qué no se fomenta mucho más el uso de las bicicletas y de los patinetes eléctricos? Como reza el título del libro de Schumacher -no confundir con el campeón de Fórmula 1-, lo pequeño es hermoso. El cambio climático puede empezar a combatirse desde los ayuntamientos. ¿A qué están esperando? ¿A qué estamos esperando para exigir a nuestros políticos verdadero compromiso con el medioambiente?

viernes, 2 de febrero de 2007

Comentario a "Una idea actual de España" (discurso de ZP)

Este fue el título del discurso pronunciado ayer por ZP en la presentación del número 100 de la Revista “La aventura de la historia”. Les recomiendo la lectura del discurso antes de dejarse influir por las opiniones de muchos comentaristas radiofónicos (en la página del Diario El MUNDO lo pueden encontrar). Debo decir que hay varias cosas en el discurso que me han sorprendido gratamente, por lo que -no puedo evitar ser malpensado, dado el personaje- probablemente ZP no lo haya leído íntegramente antes de “soltarlo”. La principal es que se asume la tesis de Julián Marías -sin citarlo- expuesta de manera brillante en su España Inteligible, según la cual la supuesta anormalidad de España en contraste con otros países europeos no es tal. También merece destacarse su reivindicación de la Transición y de la Constitución del 78 -pese a que su acción de gobierno suponga una contradicción permanente con ello-, y la ausencia de referencias laudatorias a la etapa de la II República. Pero el discurso ofrece tesis con las que no puedo estar de acuerdo como la idealización de la España de las autonomías y la autocomplacencia con el funcionamiento institucional de un sistema parlamentario que exige ceder al chantaje nacionalista. Hasta aquí puede haber acuerdos y desacuerdos lícitos, pero en la página 16 se desliza una afirmación que hace tambalearse todo el discurso. Nada menos que afirma ZP: “Soy de los que piensa que el futuro siempre será mejor. Eso me lo ha enseñado la historia. Y eso es lo que quiero contribuir a asegurar a mi país”. Con esa frase demuestra que no tiene ni idea de la historia y, además, incurre en una flagrante contradicción. En efecto, si el futuro siempre será mejor, no parece necesario esforzarse por contribuir a que ello se realice. Es decir, si hay que esforzarse por lograr un futuro mejor, cabe pensar que si ese esfuerzo no se realiza o se realiza negligentemente los efectos negativos para el futuro no se harán esperar. Sin duda, la impostura de un discurso puede a veces detectarse mediante una frase.

jueves, 1 de febrero de 2007

La esperanza pasa por la derrota electoral del PSOE

La situación política española es ciertamente grave y preocupante. A mi juicio, las principales razones de la crisis que vivimos son la pérdida de la idea de España y del espíritu de la Transición que preside la acción de gobierno de ZP y el chantaje de los partidos nacionalistas minoritarios que hace posible nuestro calamitoso sistema electoral. Ambas están relacionadas, pues el extravío zapateril -¡qué generoso estoy hoy!- se ha visto potenciado debido a la necesidad de pactar con los nacionalistas para seguir en el poder, aunque en modo alguno justifica su falta de patriotismo y de respeto a las exigencias del bien común. ¿Es más urgente reformar el sistema electoral para evitar ese chantaje continuo o que el socialismo español recupere el espíritu de la Transición? Creo que esto último, pues de ello depende que la reforma electoral sea posible mediante el acuerdo de los grandes partidos. Por lo tanto, lo fundamental es recuperar el espíritu de la Transición y la clara conciencia de que la acción de gobierno exige que primen los intereses generales. Que haya que recordar semejante obviedad es cosa grave y, sin embargo, inaplazable. ¿Y cómo lograr que el socialismo recupere la cordura? La única esperanza es que el PSOE reciba un fuerte varapalo electoral, cambien sus dirigentes, y que el PP comience una legislatura de consenso para reformar los defectos del sistema nacido con la Constitución del 78. En concreto, hay que fortalecer al Estado y adoptar medidas frente a unos partidos nacionalistas que han demostrado su profunda deslealtad.