sábado, 5 de abril de 2008

La terrible foto de Zapatero

Se me cayó el alma a los pies cuando vi a Zapatero adormilado en la cumbre de la OTAN mientras los otros líderes departían entre ellos. La foto que recoge el instante es más elocuente que muchas páginas. En otro post hablé de que Zarkozy había aprovechado la llegada al poder de Zapatero para recuperar la posición que Aznar había ganado para España como aliado preferente de Estados Unidos. Se confirma el desplazamiento de España. Pero si Zapatero cree que ha obrado correctamente no debe avergonzarse de ello, sino que ha de ir con la cabeza muy alta, sin esconderse en las cumbres de jefes de Estado. Lo que no puede hacer es permitir dar la patética imagen que han recogido los videos de la cumbre y especialmente la citada foto. Es un bochorno para España.

lunes, 31 de marzo de 2008

Vergonzosa afirmación de Rajoy

Nada menos que sale diciendo que si sólo hay un candidato en el próximo congreso del PP será un congreso "a la búlgara", y si hay varios candidatos será que el partido está dividido. Semejante ejercicio de maniqueísmo es vergonzoso. Si esta es la manera de entender la democracia que tiene Rajoy, menos mal que ha perdido las elecciones. Rajoy, vete ya.

miércoles, 19 de marzo de 2008

La entrevista al caníbal de Rotemburgo

Anoche, Documentos TV, un programa de La 2 que presenta Pedro Erquicia, emitió un documental sobre el caníbal alemán de Rotemburg que cumple cadena perpetua por haber matado a un hombre, contando con el consentimiento de la víctima, y haber comido su carne durante un mes. El documental recoge el testimonio del caníbal, que explica con todo detalle el proceso psicológico que le llevó a desear comerse a una persona, lo que sucedió cuando se encontró con la víctima, e incluso cómo sabe la carne humana y cómo la cocinó. Les aseguro que todavía estoy impactado por todo lo que escuché. Este caso es una demostración del grado de complejidad y perversión que puede llegar a alcanzar la mente humana.

El caníbal fue abandonado por su padre y sus hermanastros mayores cuando era un niño, quedándose solo con su madre, a quien cuidó hasta su muerte. Siempre quiso tener un hermano pequeño para cuidarlo y estar unido a él. Con el tiempo, el deseo de unión amorosa se concretó en la idea de comerse al ser amado para que fuera parte de él. Era una fantasía y él lo sabía. Mientras vivió su madre nunca pensó seriamente en realizarla, pero al morir ella empezó a buscar en Internet personas que estuvieran dispuestas a ser comidas. Los psiquiatras confirman que el caníbal controla perfectamente su voluntad y jamás asesinaría a alguien por la necesidad incontrolable de comérselo. Podría decirse que es inofensivo.

Un ingeniero informático de cuarenta y pocos años respondió a sus mensajes y mostró su ferviente deseo de ser comido vivo. Se trataba de un masoquista que no imaginaba nada más placentero que sacrificar absolutamente su cuerpo, padecer dolor y ser devorado vivo. Un amigo de la víctima que presta su testimonio en el reportaje confirma estos extremos. De hecho, explica que en más de una ocasión le había rogado que le arrancara el pene de un mordisco. Sí, amables lectores, yo también estaba atónito y sigo así, pero esta gente existe.

Así que tenemos a un hombre con el ferviente deseo de unirse a alguien comiéndoselo, y a otro hombre que no imagina mayor placer que ser comido vivo. Se citaron en Rotemburgo y fueron a casa del caníbal. Llegados a la casa la víctima se desnudó y le preguntó a su compañero de “juegos” qué le parecía su cena. Subieron al cuarto donde tendría lugar el descuartizamiento y la víctima imploró que le cortara el pene y fuera a la cocina a guisarlo para disfrutarlo ambos. Después de ciertas dudas, y tras afilar la navaja, el caníbal le seccionó el pene. La víctima chilló y la sangre manó con fuerza, como si fuera un surtidor. El caníbal dividió el pene en dos partes y bajó a la cocina a prepararlo, pero como la carne estaba tan tierna y húmeda, el guiso resultó incomestible, lo cual decepcionó a ambos. A los veinte minutos, la víctima, que seguía desangrándose, se quejó de que ya no le dolía la herida. Se tumbó en la bañera y a las cuatro horas perdió el sentido. Aún estaba vivo cuando el caníbal lo degolló y lo descuartizó guardando su carne en un frigorífico. Se dispuso a hacer realidad su fantasía preparando un guiso con un pedazo de carne extraído de la espalda que acompañó de patatas, coles de Bruselas y un buen vino. Todo ello servido en su mejor vajilla y en un ambiente romántico a la luz de las velas. Dice el caníbal que la carne sabe muy parecida a la de un cerdo, aunque un poco más fuerte. Estaba muy buena, confiesa a su entrevistador en la prisión. Durante un mes siguió comiendo la carne almacenada, y buscó nuevas víctimas en Internet, llegando a confesar a sus interlocutores que ya tenía experiencia. Uno de ellos le denunció, la policía fue a su casa, encontraron la carne y lo detuvieron.

La historia es realmente espeluznante. El caníbal dice que ahora se da cuenta de que lo que hizo no estuvo bien, y que la fantasía debía haberse quedado siempre en eso, en una fantasía.

lunes, 17 de marzo de 2008

El bulo de los nuevos pecados y el reciclaje de la basura

En el post "La batalla de las ideas" aludí al sentido del pecado y con relación a ello puse algún ejemplo que se había comentado estos días en los medios de comunicación. Sol y Mar ha criticado que se pueda considerar pecaminoso no reciclar la basura. Yo opino de manera distinta, como luego se verá, pero ante todo me gustaría decirles que lo aparecido en los medios de comunicación es un gigantesco bulo generado por la prensa sensacionalista.

Todo proviene de la entrevista que publica Il observatore romano, periódico oficial del Vaticano, a un obispo. En el curso de la misma éste viene a decir que con el paso del tiempo surgen nuevas formas de pecar, lo cual no significa ni que el concepto ni la lista de pecados haya cambiado. Entre esas novedades que presenta nuestra sociedad el obispo se refiere a los avances biotecnológicos, a la protección del medioambiente o al consumo de drogas. De ahí la prensa sensacionalista extrae un titular: "No reciclar la basura será pecado".

De todo esto me enteré ayer en misa. El cura concluyó la celebración aclarando este punto. Hizo muy bien. Y ahora yo se lo transmito a ustedes. ¡Hay que leer el blog de De Soca para estar bien informado! Y no me resisto a concluir este post sin ofrecer la definición de pecado del catecismo y reflexionar brevemente sobre el reciclaje de la basura. "El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como ‘una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna’".

Examinemos la conducta de no reciclar basura. Si ella se debe a que el Ayuntamiento no ha puesto contenedores y el reciclaje exije en ese caso un esfuerzo irrazonable, me atrevería a afirmar que no es pecado. Sin embargo, si existen esos contenedores y conociendo su existencia no se recicla, habría que preguntarse qué mueve a esa persona a no reciclar cuando sabe que daña el medioambiente y, por tanto, al prójimo. Probablemente le mueve la pereza, que es uno de los siete pecados capitales. Fíjense como no reciclar la basura es una nueva manera de pecar.

viernes, 14 de marzo de 2008

El adiós de Zaplana

No tenía más remedio que irse, y lo ha hecho con elegancia y señorío. El PP y algunos medios de comunicación han sido muy injustos con Zaplana. Como he mencionado en otra ocasión, Zaplana comenzó su carrera política en la UCD y representaba un liberalismo centrista. Ahora, sin embargo, merced a la labor de los medios de comunicación, en un alarde de mistificación Gallardón pasa por un centrista y Zaplana por un derechista radical.
En el PP exhiben orgullosos el resultado cosechado por el PP en la Comunidad Valenciana y felicitan a Camps por ello, que sube como la espuma. Bien está esa felicitación, pero no estaría de más ser justos con Eduardo Zaplana, que fue el político que hizo el trabajo más difícil y puso a la Comunidad Valenciana en órbita. Desde 1983 Joan Lerma gobernaba la Comunidad Valencia y controlaba todos los resortes del poder, incluida la televisión y radio autonómica en una época en la que existía Internet y había muchos menos medios de comunicación. Zaplana venció a Lerma en 1995 y recuperó una Comunidad clave para el triunfo de Aznar en 1996 y para toda esperanza de victoria del PP en el futuro. Gobernó con un importante aumento del gasto público que sirvió para relanzar la Comunidad Valenciana. En el 99 revalidó su triunfo con una mayoría absoluta y gobernando con un control absoluto del PP en la Comunidad Valenciana llegó 2002. Aznar necesitaba desbloquear la crisis que él mismo había abierto con su reforma laboral y le pidió que asumiera la cartera de Trabajo y Asuntos Sociales. Zaplana pensó que aceptar le permitiría optar a la sucesión y, además, confió en controlar el partido en la Comunidad Valenciana desde la distancia. Al principio fue así. En 2003 aupó a Camps a la presidencia de la Generalitat en una campaña en la que Zaplana asumió muchísimo protagonismo. Pero Camps pensó que él debía controlar el partido y se lanzó a por los zaplanistas, sobre todo a partir de la derrota del PP en 2004. Esa derrota supuso el principio del fin de Zaplana y de los suyos en la Comunidad Valenciana. Camps, con el beneplácito de Rajoy, laminó a los zaplanistas sin piedad. El lógico relevo fue una muestra despiadada de ingratitud hacia Zaplana, y eso, en mi opinión, no estuvo bien.
Si el PP hubiera ganado las últimas elecciones Zaplana podría haber ocupado alguna cartera importante. No ha sido así y la nefasta decisión de abandonar la Generalitat, en mi opinión una bofetada a los valencianos, le ha pasado factura. De todas formas, debe reconocerse que si hoy la Comunidad Valenciana está dominada por el PP se debe, sobre todo, a Eduardo Zaplana.

jueves, 13 de marzo de 2008

La batalla de las ideas

En el penúltimo post les hablaba de que el PP había renunciado a la batalla de las ideas, lo cual es letal a la hora de articular una estrategia que en el futuro le permita alcanzar el poder. Esa negligencia, y las consecuencias de una nefasta política educativa, ha impedido a este partido conectar con los jóvenes. Pero, ¿qué es la batalla de las ideas?, ¿por qué es tan importante? Si esto no se explica bien se corre el riesgo de convertir la referencia a la batalla de las ideas en un tópico, en una etiqueta carente de sustancia. Voy a intentar en este post aportar alguna luz sobre la cuestión.

Hay que comenzar destacando la distinción de Ortega entre ideas y creencias. Podría decirse que la idea representa una interpretación intelectual de la realidad de la que se es plenamente consciente y por ello es susceptible de ser debatida, criticada o defendida. La creencia, por su parte, se mueve en otro terreno: se cuenta con ella muchas veces sin reparar en su existencia. Por ejemplo, todos creemos mientras estamos sentados que el suelo no se hundirá. Contamos con ello y vivimos sin reparar en esta creencia. Si el suelo que pisamos dejase de ser seguro se originaría una profunda crisis, lo cual demuestra que es más grave una crisis en el ámbito de las creencias que en el de las ideas. Esta distinción capital entre ideas y creencias tiene importancia filosófica, social y psicológica. Así, por ejemplo, el psicólogo Albert Ellis funda su Terapia Emotiva Racional en la necesidad de descubrir las creencias irracionales que condicionan nuestras ideas, nuestros pensamientos negativos que nos hacen sufrir, y trabajar sobre ellas para “reprogramar” nuestra mente.

Las ideas y las creencias están muy relacionadas. Como acabo de señalar, Ellis sostiene que las creencias condicionan las ideas. Efectivamente, así es. Una idea que es defendida y gana la batalla en la opinión pública puede ser progresivamente interiorizada y actuar como una creencia que moldee nuestra manera de pensar. Por ejemplo, hoy se discute el concepto de familia. Hay diversas posiciones ideológicas que disputan sobre la cuestión. Si triunfa la idea de que una familia es una comunidad de amor con independencia del sexo, es posible que en los próximos años la aceptación pacífica de dicha idea se convierta en una creencia desde la cual interpretemos el mundo, de manera que ponerla en duda nos parezca poco más o menos tan absurdo como afirmar que el suelo se abrirá a nuestros pies.

Quizá les parezca exagerada esta conclusión, pero piensen en algo que ha sucedido esta semana. La Iglesia actualizó su lista de pecados sociales calificando como tal el consumo de drogas o no reciclar la basura. ¿Cuál fue la reacción de la gente? Fíjense que no pusieron gesto serio y reflexionaron intelectualmente sobre la cuestión, sino que se lo tomaban a pitorreo. La falta de sentido de pecado ha arraigado de tal forma en nuestra sociedad que se ha convertido en una creencia, y considerar pecaminosas determinadas conductas habituales se toma a cachondeo por mucho que lo afirme el Papa. Igualmente, el arraigo de la falta de pudor y de la libertad sexual explica que Zerolo se sienta cómodo al hablar de sus orgasmos. Cada vez es más fácil para un homosexual “salir del armario”. Incluso se le aplaude. Somos precisamente los católicos los que hoy debemos esforzarnos por “salir del armario” y no ocultar nuestra condición de cristianos.

Las ideas de hoy son las creencias de mañana. Si el PP olvida esto está condenado a nadar contra corriente, a tener complejo (así se explica el maricomplejines de Jiménez Losantos) al defender sus ideas en un ambiente poco propicio (debido a las creencias vigentes) hacia ellas. O incluso corre el riesgo de presentarse como un partido desideologizado, como un partido eminentemente tecnocrático. Para mí resultaba inaceptable escuchar a Rajoy decir que lo que verdaderamente importa es la economía y llegar a fin de mes. Por ahí no se va a ningún lado. Hay que tener ideas y defenderlas.

La resaca electoral

No hace ni una semana que se celebraron las elecciones y nos encontramos con que ahora Solbes nos dice que la situación económica es peor que la que presentó durante la campaña electoral. Desde luego, a mí no me causa ninguna sorpresa, pero no salgo de mi asombro con este hombre. Hay que echarle cara para reconocer sin empacho que engañó a la gente durante la campaña electoral, pues la alternativa de pensar que él mismo se haya visto sorprendido es, si cabe, más inquietante. Así que empezamos bien esta nueva etapa en lo económico. ¡Agárrense los machos!

Estamos ante la resaca de los resultados y los análisis abundan en la opinión pública y en los partidos. Un amigo me dice que no son tan malos para el país. A su juicio, el retroceso experimentado por los más radicales hará que estos partidos se den cuenta de que la estrategia del frentismo, es decir, de todos a una contra el PP, les aboca al fracaso y ello hará que moderen su discurso. No estoy muy convencido de ello. Muchos radicales de izquierda nacionalista han votado PSOE, pero es más que dudoso que ello haya sucedido por haber renunciado a sus ideas. Yo soy pesimista porque pienso que el triunfo electoral reafirma al PSOE en su estrategia de aislar al PP y de asumir un discurso claramente nacionalista en Cataluña y el País Vasco.

En el PP, además del terrible error (soy generoso) de Rajoy de volverse a presentar, y del ascenso de mediocres como Soraya Sáenz and company, surgen voces que apuestan por una estrategia en el País Vasco que realice una política más “próxima al terreno”, eso dice Antonio Basagoiti, similar a UPN en Navarra. Tendrá que precisarse primeramente en qué consiste exactamente lo que pide Basagoiti para poder valorarlo, pero desde luego prefiero la política de Vidal Cuadras en Cataluña que la de Piqué. Permaneceremos a la espera.

Finalmente, el triunfo socialista ha supuesto la consolidación de la quiebra del prestigio del Tribunal Constitucional, una de las instituciones más importantes de nuestra democracia. Es vergonzoso que la recusación de los magistrados se decida tres días después de las elecciones. La opinión pública puede pensar lícitamente que el Tribunal ha esperado a ver quién gobernaba antes de decidir. Semejante sometimiento al poder político es intolerable. Estaremos ojo avizor a las próximas sentencias del Tribunal Constitucional, aunque mi confianza en esta institución, cuyo trabajo conozco muy bien, es cada vez menor.