Querido Álvaro:
Hace muy bien de replicarme si no le convenzo, y la verdad es que comprendo que me replique porque el tema requiere una explicación algo más detallada que no he sido capaz de ofrecerle. Espero ser algo más claro con este post específico, aunque el asunto merece algo más que una entrada en este blog.
Aunque he citado esas obras de Ortega, mi reflexión no se basa sólo en ellas, sino en el conocimiento global y bastante exhaustivo de su obra (aunque tiene gracia que nunca haya escrito monográficamente sobre este autor). ¿Qué es para Ortega una sociedad? La respuesta se halla en la principal obra sociológica de Ortega, “El hombre y la gente”. Allí afirma Ortega que “sociedad es, en su base, la convivencia continua, estabilizada de hombres de una unidad colectiva, es decir, una convivencia aparte, separada de otras convivencias y colectividades”. Si se tiene presente esta definición, y que para Ortega Europa ha representado un lugar de convivencia, “el patio de vecindad” en el que han convivido los diversos pueblos europeos, es perfectamente lógico que Ortega afirme la existencia de una sociedad europea, al igual que desde su propia definición de sociedad se podría hablar de la sociedad vasca o de la sociedad oriolana. Ahora bien, lo decisivo es comprender que Europa es para Ortega una sociedad de implantación –por eso le remití a Marías-, esto es, el lugar común del que surgen y se nutren las sociedades de cada una de las naciones europeas (las regiones, como explica muy bien Marías, son sociedades de integración que fortalecen la nación). ¿Puede hablarse en el contexto de una sociedad de implantación de una opinión pública, y por tanto de una opinión pública Europea? Según el texto que usted cita de Ortega la respuesta sería sí, pero no nos quedemos en la literalidad de la cita y vayamos al fondo del pensamiento de Ortega. ¿Qué quiere decir eso de una “opinión pública europea”? Por opinión pública Ortega entiende –también lo explica, aunque de pasada, en “El hombre y la gente”- todo aquel conjunto de tópicos que llegan a estar vigentes en una sociedad. En la medida en que las distintas sociedades nacionales comparten una serie de vigencias sociales por su pertenencia a Europa puede afirmarse que comparten unos tópicos que formarían esa opinión pública europea. Sería muy interesante, dicho sea de paso, ensayar a dotarla de contenido.
Pero llegados a este punto la interpretación literal de Ortega podría conducirnos a un error, que es precisamente el que yo trato de evitar al responder al comentario de Álvaro. Si de la afirmación orteguiana sobre la existencia de una opinión pública europea se extrajera la conclusión de que esta opinión pública alcanza el grado de amplitud que es propia de las sociedades nacionales nos estaríamos equivocanto, al igual que erraría aquel que confunde una nación con una región o con una entidad supranacional. No existe una opinión pública europea equivalente –y este matiz es fundamental- a la opinión pública de las distintas naciones de Europa. Y por esto creo que cuando Ortega alude a la existencia de una opinión pública europea -que usted ha traído a colación para combatir la opinión de la "dama de hierro"- no refuta la tesis de Thatcher que niega su existencia. Yo en este punto estoy con Thatcher, porque no hay una manera europea de entender muchos asuntos sociales, incluidos los estrictamente políticos. La opinión pública inglesa difiere notablemente de la francesa o de la española en la interpretación de la política internacional, como prueba la diferente reacción popular en el caso de la guerra de Iraq, pero también en su manera de concebir la política sanitaria, etc. Y Ortega, querido Álvaro, estaría de acuerdo, porque en muchos de sus escritos destaca la peculiaridad de cada nación europea y la importancia de preservar esa peculiaridad para engrandecer y vigorizar Europa. Ortega fue un gran europeísta, pero ante todo fue un gran español. Dudo mucho que confiara en una Europa tecnocrática, que es a donde vamos.
Espero haberme explicado mejor, aunque hará muy bien en no dejarse convencer si no le convenzo.
Un saludo,
Tomás
P.D. Respecto a su petición de comentario sobre el mundo árabe, debo decirle que no conozco esos países y me parece temerario opinar.
P.D. Agradezco el seguimiento de mi trayectoria en Las Provincias. Junto a mis padres y mi mujer probablemente es el único que les ha prestado atención. En la web creo que aún es posible acceder a alguno. De vez en cuando he reproducido alguno en el blog, cuando la ocasión lo requería.