lunes, 14 de mayo de 2012

Se acerca el desenlace

De Guindos dice a los “socios” europeos que España ya ha hecho lo que tocaba y que ahora o tiramos todos del carro, es decir, compartimos el coste de la financiación pública, o sencillamente el euro se va a pique, porque el pánico que cundirá tras la salida de Grecia aboca al rescate de España e Italia. Exactamente lo que cualquier persona que reflexione sensatamente podía ver. Lástima que Alemania y sus dobermanns no hayan visto que había que evitar llegar a este punto, y que España e Italia no se lo hayan hecho ver antes. Krugman lo dice con toda claridad: o Alemania modifica su política y hace posible una financiación razonable para los países periféricos, sin descartar el corralito para España, o el euro se acaba. Y, en efecto, todo esto se va a ver dentro de nada. Apenas se confirme que los griegos están fuera.

jueves, 10 de mayo de 2012

La nacionalización de Bankia, penúltimo capítulo de una larga agonía

A la vista de los comentarios de algunos contertulios televisivos, tengo la impresión de que la nacionalización de Bankia satisface a casi todo el mundo, incluidos muchos periodistas y contertulios que tenía por liberales. Por si no se han enterado bien, les explico en qué consiste la jugada de anoche, el movimiento que propone el “pensionista” Goirigolzarri. El FROB (Fondo de Rescate y Ordenación Bancaria) había prestado dinero a Bankia -unos 5.000 millones- que ésta tenía que devolver con un lucrativo interés para el Estado. Lo que pide Bankia es no devolver ese dinero a cambio de que el Estado se convierta en el máximo accionista y controle el 45% del accionariado. Claro, esto supone que Bankia no devuelve el dinero público, y además ahora sabemos que necesita una nueva inyección de 7.000 millones de euro. ¿Y eso a quién conviene? De entrada, a todos los clientes que pueden ver en peligro sus ahorros (un servidor, de momento, se encuentra entre ellos). A partir de ahí, si Bankia pudiera ser saneada a un coste razonable y pudiera dar beneficios, se supone que el Estado podría obtener ingresos en forma de dividendos, dada su condición de accionista mayoritario. Pero si los activos de Bankia están sobrevalorados y Bankia amenaza quiebra la nacionalización sería desastrosa porque nos va a costar todavía más dinero. Vamos a suponer que Bankia sea viable, ¿cómo se comporta un banco nacionalizado de esas dimensiones en un mercado competitivo? Lo normal sería que se procediera a un saneamiento y venta, pero me parecería muy lógico que los competidores de Bankia –Banco Santander, BBVA, etc.- pusieran el grito en el cielo. Mi impresión es que no hay más remedio que proceder a la nacionalización para evitar que el sistema se venga abajo y cunda el pánico entre los ciudadanos y, sobre todo, en los mercados financieros (aunque ya ven cómo está la prima de riesgo) y en determinadas instituciones internacionales. La duda inquietante es si hay más entidades que, como Bankia, van a ser incapaces de devolver el dinero público y requieran su nacionalización. 

Y los ciudadanos asistimos atónitos a todo el espectáculo, sobre todo al escuchar las cifras que se manejan cuando se habla de inyectar dinero público en la banca. Ya manifesté mi indignación en la entrada titulada “Sí hay dinero para los bancos”, pero ésta aumenta a la vista de los recortes en sanidad y educación. ¿Demagogia? En absoluto. Entiendo que no se puede dejar caer el sistema financiero, pero es que aquí se van todos de rositas y los ciudadanos no podemos permitirlo. ¿Va a dar alguna explicación Fernández Ordóñez? ¿Va a aclararnos José Luis Olivas cuál fue su política al frente de Bancaja? ¿Tenía que ser Goirigolzarri –que recibe una millonaria pensión anual tras dejar el BBVA- quién se ponga al frente de Bankia, nada menos que para poner la manita y decirle a los contribuyentes “dame argo”? Esto da auténtico asco, y lo peor es que la situación es cada vez más inquietante. Está demostrado que Zapatero se pasó cuatro años tocando el violón, incapaz de afrontar y resolver en serio ningún problema, comenzando por el saneamiento del sector financiero español (ya saben, el más sólido del mundo). Si esto todavía está por resolver, la crisis indudablemente va a durar como mínimo tres años más. Pero lo peor sucede fuera de España. La salida de Grecia del euro es inevitable a la vista de los resultados de las últimas elecciones, lo que aumentará las tensiones financieras, que afectarán esta vez muy duramente a Francia. Lo de Grecia unido a que se ve que nuestro sector financiero está con el culo al aire prácticamente hace imposible que la prima de riesgo española baje. En este contexto, si Alemania no da vía libre a los eurobonos –que habrá que ver si funcionan- el rescate de España y la ruptura de la zona euro son un hecho. Todo lo que estamos viviendo son medidas desesperadas para evitar la consumación de un fracaso histórico propiciado por la irresponsabilidad de los gobernantes que nos embarcaron en ese proyecto (en lo que a nosotros respecta, la responsabilidad pesa sobre el gobierno de Aznar, pero también son cómplices todos los partidos de la oposición que no pusieron ningún reparo). Den por seguro que ahora mismo muchos burócratas de Bruselas están planeando en secreto cómo abordar este proceso de ruptura ordenada del euro.  

lunes, 7 de mayo de 2012

Carlos Herrera entrevista a Rajoy


Esta mañana he escuchado parte de la soporífera entrevista de Carlos Herrera a Rajoy. Daba la impresión de que el Presidente tenía mucho interés por explicar las medidas de su gobierno, así que ha utilizado un lenguaje más simplón que didáctico, y reiterativo hasta el extremo de desdibujar los problemas. Las reformas se explican, según Rajoy, porque no se puede gastar lo que no tenemos. Así de sencillo. Y para entenderlo no hay más que pensar en que una familia que gana 1.000 y gasta 1.200 tiene que pedir prestado, y si no logra que le presten tiene un problema. Ese es el caso de España, en su opinión. Y lo repitió una y otra vez, como el conejito de Duracell. Bastaba con que se le hubiera dicho que la alternativa no es sólo gastar menos, sino crecer –producir riqueza que aumente nuestros ingresos- para poder seguir manteniendo un nivel de vida aceptable, porque es evidente que vivir del crédito sólo es un remedio temporal. La cuestión es -y para dar respuesta a esto no vale el ejemplo de la familia dirigido a españoles de baba por los que nos ha tomado- si esa disminución del gasto no afecta a su vez a los ingresos y, en consecuencia, entramos en una espiral diabólica que nos condena a seguir recortando casi indefinidamente. En sus respuestas se dejaba entrever que esos recortes eran necesarios para demostrar que somos serios y evitar que se nos cierre el grifo del crédito. Y es que ahí está uno de los principales problemas. ¿Qué espera nuestro gobierno para poner en marcha una estrategia que fuerce a Alemania a aceptar los eurobonos mientras buscamos fórmulas para reestructurar nuestra economía y comenzar a crecer? Francamente, la entrevista –lo que he podido escuchar- me ha decepcionado.

sábado, 5 de mayo de 2012

Escribir para comprender

¿Comprender para escribir o escribir para comprender? Lo lógico parece lo primero: se presenta un problema, reflexionas, das con la solución y comienzas a escribir. Sin embargo, la redacción casi nunca es un reflejo exacto de lo pensado. Eso sucede porque las palabras son como un espejo que te devuelve tu propio pensamiento, lo cual te exige una nueva reflexión que habitualmente modifica el pensamiento inicial, y así sucesivamente la escritura pule el pensamiento y viceversa. Por eso también es cierto lo segundo: para comprender cabalmente hay que aventurarse a escribir y pedirle a la mente la agilidad suficiente para lanzarse al vacío que supone intentar plasmar un pensamiento insuficientemente madurado. Hay quienes reflexionan demasiado antes de ponerse a escribir, mientras que otros desenfundan la pluma apenas se centran en un tema. El lector que me sigue habitualmente sabrá que yo soy de los primeros. En alguna entrada me he lanzado a la piscina, pero no me siento cómodo, porque me gusta tenerlo todo claro en mi mente, o al menos lo suficientemente claro. Me gustaría lograr ese equilibrio, y el blog podría ser un excelente instrumento para ejercitarme en esa escritura constructora del pensamiento. Espero que a partir de ahora haya más entradas en las que escribo para comprender. Si digo alguna memez espero que el lector, oportunamente avisado, sepa disculparme.

martes, 1 de mayo de 2012

Un mensaje de esperanza

Hace poco leí que una mujer intervino en un programa de radio para mandar un mensaje de ánimo a todos aquellos que se sienten desesperados por la situación económica que atraviesan. El marido de esta mujer se había suicidado veinte días atrás, dejándola viuda y con dos hijas pequeñas. Su testimonio fue terrible y el problema que puso sobre la mesa me parece de la máxima importancia. Como comentaba con mi amigo Óscar, es alarmante el aumento del número de suicidios que está provocando la crisis. Al igual que hizo esta mujer, me gustaría mandar a todos aquellos que están al borde de la desesperación un mensaje de esperanza. Pienso mucho en todas las personas que se levantan sin saber qué va a ser de ellas y de su familia, que están recurriendo a ayudas de amigos, familiares o de instituciones de beneficencia. Aunque sea difícil, es importante ver toda la realidad, porque ésta casi siempre deja un resquicio para la esperanza. 

Es importante comenzar por contextualizar correctamente el momento actual. Estamos atravesando una dura crisis. Se dice que es la más devastadora que hemos conocido en los últimos treinta años. Sí, pero si repasamos la historia de una nación es difícil hallar amplios períodos de tiempo sin momentos de grave dificultad. Aunque es duro e indignante, porque estamos pagando -sobre todo los más débiles- la negligencia de políticos y las actuaciones irresponsables, temerarias y dolosas de los financieros, lo que estamos viviendo es algo normal que terminaremos superando. Cuando digo esto no pienso sólo en términos generales, sino también en las personas directamente afectadas. Sí, me dirijo a ti, desconocido amigo que acabas de perder tu empleo y no sabes cómo pagarás la hipoteca. Podrás salir adelante, pero para ello hay que redescubrir qué es lo verdaderamente importante. Y esto me lleva a la segunda cuestión. En efecto, tras haber contextualizado, lo segundo es darse cuenta de todo lo bueno que todavía tenemos, y que probablemente es mucho más de lo que la negatividad que nos invade nos permite ver. Seguimos vivos, y afortunadamente en España hoy no se muere nadie de hambre. Esto es importante no olvidarlo. Estamos vivos y podemos comer, tener el pan de cada día. Si esto es así y además gozamos de buena salud, la vida, si la afrontamos con optimismo, inteligencia y buena voluntad para abrirnos un nuevo camino, nos dará una oportunidad. Claro que es zozobrante pensar en que tienes que empezar otro camino con cuarenta o cincuenta tacos, pero no hay más remedio, y lo importante es afrontar el reto con la debida actitud. Debemos liberarnos de esos esquemas que pensábamos que debía seguir nuestra vida para “ir bien”, y partir de lo esencial. ¿Se acuerdan de la entrada “La granja”? Les aconsejo que la relean. Muchas personas no han puesto en marcha una granja, pero la crisis les ha llevado a retornar al mundo rural, a centrarse en lo esencial, y a comenzar una nueva vida.

Cada vez me apetece menos opinar de todos los políticos. Me provoca bochorno que los socialistas que nos han llevado a este desastre se quejen del PP. Que el PP no reconozca que silenció deliberadamente muchas de las medidas que está adoptando, por mucho que los socialistas les ocultaran un déficit que en buena medida podían conocer. Me ha provocado bochorno leer esta semana como los dirigentes valencianos, tras gobernar una comunidad autónoma durante más de quince años, son incapaces de hacer autocrítica y tienen la poca vergüenza de presentarse como adalides de una “nueva administración” tras aprobar los nuevos recortes. No hay que desconocer estos hechos, ni olvidar que están destrozando nuestra democracia. Ante estos sinvergüenzas convertirse en “antisistema” no es una opción. Lo que hay que hacer es recuperar nuestra democracia votando con sensatez, o absteniéndose, si no hay otro remedio. Pero aquí y ahora los que verdaderamente importan son todas esas personas desesperadas en las que se está cebando la crisis y que carecen de esperanza. Amigos, el suicidio no es una opción. Vivan la dolorosa experiencia a fondo, con intensidad, siendo conscientes de ella. Hay que mirar a los ojos de la crisis y aprovecharla para comprender mejor qué es la vida. Mucho ánimo a todos. De todo corazón.

miércoles, 25 de abril de 2012

Europeismo irreflexivo

Una constante en la política de España desde la Transición a la democracia ha sido la confianza absoluta en que la incorporación a las comunidades europeas significaría la modernización de España y el logro y el mantenimiento de la prosperidad. La crisis actual presenta la novedad de que muestra que la creencia de que Europa resolvería todos nuestros problemas era falsa. No sólo no es así, sino que ahora nos lamentamos de habernos embarcado en el Titanic del euro, y sobre todo abochorna el haberlo hecho sin que se abriera el más mínimo debate interno, a diferencia de lo que sucedió en otros países.

Hemos aceptado la ortodoxia de lucha sin cuartel contra el déficit porque no parece existir otro camino. Pero el déficit sigue ahí, y seguirá pescadilleando la cola de nuestra economía, es decir, recortándola más y más hasta que nos engullamos a nosotros mismos. Pero no hay otro camino, nos dicen. Pues yo digo que sí lo hay, y ese camino tiene un nombre: ESPAÑA. Ni soy populista, ni euroescéptico. Simplemente pienso que nunca ha sido más necesaria la unidad de las fuerzas políticas para tomar decisiones pensando en el bien de España y, por tanto, estando dispuestos a plantear en Bruselas –más bien en Berlín- la batalla necesaria. No es admisible que en esta situación no se hayan puesto en marcha los eurobonos. Esto es una vergüenza para Europa. ¿Cómo se puede construir un proyecto político europeo si los alemanes se regodean en que los mercados les financian a tipos irrisorios mientras españoles, italianos, portugueses y griegos nos dejamos la vida y la de nuestros hijos en cada subasta de deuda? Órdago a lo grande con este tema, que es capital a corto plazo. En España ya está en marcha el mecanismo de los hispanobonos, al margen de que la administración central sale al rescate de las autonomías.

Ya está bien de bajar la cabeza. Una cosa es reestructurar nuestra economía y otra destrozarla. Si los políticos actuaran con patriotismo y altura de miras se pondrían de acuerdo para exigir los eurobonos, es decir, una financiación asumible que nos diera margen para reformar sin destrozar y poder volver a crear riqueza. Se me dirá que los eurobonos, al estar contaminados por Estados en quiebra, no servirían para salvar a los débiles y, además, se llevarían por delante a los fuertes. Esto sólo se podrá saber si se ponen en marcha, pero suponiendo que fuera así, la negativa demuestra que Alemania y sus aliados por encima de todo desean salvarse de la quema a costa de hundirnos, y eso no puede ser. Pienso que Alemania lleva camino de destrozar el proyecto europeo. Y en lo que respecta a nosotros, ojalá todo esto sirva para volver a hacernos pensar como españoles.  

jueves, 19 de abril de 2012

Las disculpas del Rey y la situación de la monarquía

Han sido bien recibidas las disculpas del Rey a la salida del hospital. Creo que hay que valorar positivamente su gesto, aunque no actúe movido por un arrepentimiento sincero, pues eso queda reservado exclusivamente a su conciencia. Su petición de perdón, como toda acción de este tipo, es una demostración de respeto a los españoles. Si luego no actúa en consecuencia habrá que volverlo a criticar, desde luego con más severidad. No creo que fuera necesario especificar a qué se refería cuando pedía perdón, pues parece claro que aludía a  lo inapropiado de haberse ido de caza a África. Además, la falta de concreción puede servir para que seamos generosos interpretando que nos pide perdón por todas las acciones inapropiadas que están conociéndose. Ahora bien, no debemos olvidar una cosa importante ligada al perdón: la necesidad de satisfacer, de restablecer el daño causado o, en su caso, de asumir la responsabilidad derivada del mismo. Hay acciones en las que basta con pedir perdón, pero hay otras en las que a ello hay que sumar algo más, esto es lo que en el catecismo de la iglesia católica se conoce como “satisfacción”, y es algo que muchas veces no se tiene en cuenta (este tema merecería una entrada específica). En el caso de la cacería africana, puesto que parece ser que no ha costado dinero, basta con que pida perdón. En cambio, si se descubre que el Rey participó de alguna forma en los manejos de la trama Noós de Urdangarín, a la petición de perdón debería unir su inmediata abdicación.

Por algún capricho del destino, conocimos del accidente real el 14 de abril, fecha en la que algunos celebran la llegada de la II República. La cacería real y la implicación de Urdangarín y su mujer –no seamos inocentes- en un caso de corrupción, por no hablar de otros comportamientos poco edificantes, están menoscabando la imagen de la monarquía de forma preocupante, y ello no es en absoluto irrelevante, sobre todo en este contexto de crisis económica y política en la que estamos inmersos. Y aquí conviene detenerse en la sumisión de la monarquía hacia el PSOE a la que ha aludido recientemente Jiménez Losantos. Creo que es cierto que el Rey tiene una especial sensibilidad hacia las opiniones del PSOE, y es lógico que sea así. Sabe que el PP jamás –salvo situación excepcional- cuestionará la monarquía, y por ello piensa que lo fundamental para salvaguardar la institución es contar con el apoyo del PSOE. No hay duda de que si los socialistas abrieran el debate sobre la forma política del Estado y abogaran por la República, la monarquía se vería en una situación delicada. Si no lo han hecho hasta ahora probablemente se debe a que saben que la monarquía ha sido una institución bien valorada por los ciudadanos y posicionarse en contra les restaría votos. Por consiguiente, el Rey debe sobre todo ganarse el respeto de los ciudadanos, porque sólo así podrá asegurarse el apoyo de un partido de masas como el PSOE, que aspira a gobernar.

En abstracto, como muchas otras personas, yo también considero más adecuado prescindir de la monarquía, pero la política no es algo abstracto. Siempre está referida a una comunidad política que tiene una historia, un presente y unos proyectos de futuro. Teniendo esto presente, a mi juicio, la apuesta por la República sería todavía hoy un proyecto que sembraría la discordia. En una situación de crisis como la que vivimos se plantea la necesidad de adoptar iniciativas, proyectos, para superar esta situación. Existe la tentación de que algunos vean en la apuesta por la República un posible proyecto de futuro que sirva para canalizar la ilusión de los españoles. Pero, como apunto, es un proyecto que difícilmente sumará al conjunto de los ciudadanos, y por tanto sólo serviría para malgastar energía y generar discordia y confusión. Por eso es capital que la monarquía actúe el manera responsable y ejemplar. Sería muy positivo que, al margen de que el Rey no se viera salpicado por el escándalo de Urdangarín, si se demuestra la culpabilidad del yerno la condena sea ejemplar. Al margen de ello, es capital que el Rey y la Reina, si no se reconcilian íntimamente, por lo menos ofrezcan una imagen pública de serenidad y unión. A partir de ahí, prefiero que el Rey aguante hasta el final, pero si no se encuentra capacitado que abdique y dé paso al príncipe. Esto sería positivo no sólo por la edad actual del príncipe, que pertenece a la generación que actualmente ejerce el poder en España, sino porque la presencia viva del Rey podría ayudarle a consolidar la institución en el crucial momento de la sucesión.