En la última semana, con ocasión
de la cumbre europea, he prestado atención a los medios de comunicación de
distintos países europeos para conocer cómo interpretan lo que allí aconteció y
se decidió. He ojeado periódicos italianos, alemanes e ingleses, y he seguido
por televisión los informativos holandeses y algún que otro programa de debate. En esos debates, al igual que sucede aquí en España, participaban sólo holandeses, y pensé en cuánto bien haría que estos programas se organizaran contando con personas de diferentes nacionalidades. Esta perspectiva
plurinacional nos aportaría unos puntos de vista de los que carecemos cuando
todos los que opinan son del mismo país. En estos casos incluso se observa que las
discrepancias tienen un sesgo nacional. No creo que resultara tan difícil, y
sería una excelente manera de ir consolidando una opinión pública europea, lo
cual es bastante más importante para avanzar hacia una mayor integración
europea que algunas políticas que ahora mismo están decidiéndose.
jueves, 5 de julio de 2012
miércoles, 27 de junio de 2012
Merkel: "No habrá eurobonos mientras viva"
Mientras el Gobierno anda sumido
en sesudos análisis sobre qué impuestos subir y qué más recortes aplicar, para
luego darse cuenta de que los ingresos siguen cayendo y complicando cada vez el
objetivo de déficit, Merkel despacha los problemas de un plumazo, sin
concesiones a la diplomacia: “no habrá eurobonos mientras yo viva”, dicen que
ha afirmado. Hace tiempo que vengo criticando el papel de Alemania en esta
crisis, pero lo de esta mujer ya empieza a hacer obscena la vocación de felpudo
andante de nuestro Gobierno. Urge plantarse ante Merkel de una vez. ¿Que
austeridad no es incompatible con crecimiento? Vamos a ver, no se trata de
despilfarrar. Claro está que hay que reformar nuestro Estado para hacerlo más
austero. Pero lo que sucede es que se está esquilmando a los
ciudadanos y el consumo está hundido.
En mi opinión, había dos reformas
que el gobierno debía haber priorizado frente a cualquier otra. La primera,
obviamente, era la del sector bancario, que hecha de forma decente debía
incluir la búsqueda de todos los culpables de haber conducido a determinadas
entidades a una situación cercana a la quiebra (siendo generosos). A la vista
está cómo se ha hecho. La segunda era la reforma de las administraciones públicas,
que todavía está pendiente y que, a mi juicio, es absolutamente capital. En
este terreno la fusión de ayuntamientos y la racionalización de muchas tareas duplicadas
puede conllevar la supresión de muchos gastos innecesarios. Recuerdo que hace
unos dos años tuve la oportunidad de conversar con Jordi Sevilla (ya no era
ministro) en una comida celebrada en el marco de un curso de verano en el que él
participaba. Sevilla destacó que la reforma de la administración pública podría
suponer, si no recuerdo mal, al menos un punto del PIB. Lástima que a Zetapé no
le pareciera oportuna ni esa ni otras muchas reformas que dejó sin hacer. Si a
esta reforma se añade la racionalización del tejido público empresarial es
evidente que se ahorraría bastante sin perjudicar excesivamente a los
ciudadanos. Esta es una austeridad que no compromete el crecimiento. Sí lo hace
aquella que consiste en subir los impuestos, especialmente aquellos que gravan
directamente el consumo. Eso es ir a la desesperada. Y así vamos, empequeñeciéndonos con una política que es la plasmación visual de la pescadilla que se muerde la cola hasta engullirse a sí misma. Y sin rechistar, porque así lo marca la gobernanta Merkel.
Etiquetas:
Actualidad política
martes, 26 de junio de 2012
"Justicia transicional, memoria histórica y crisis nacional"
Hoy toca hacer algo de
publicidad. Acabo de publicar un libro titulado "Justicia transicional, memoria histórica y crisis nacional". En él defiendo tesis polémicas como, por ejemplo,
que el movimiento de recuperación de la memoria histórica es una manifestación
más de la crisis nacional que vive España en estos momentos, y que se basa en
el agotamiento de los proyectos nacionales que pusimos en marcha los españoles
en los años de la Transición. Hablar de crisis nacional me ha llevado a
profundizar en el concepto de nación, concepto discutido y discutible, como
dijo en su día Zapatero. Me sumo a esa discusión proponiendo una definición de
nación. Además, en el libro defiendo la Transición
española después de realizar un análisis del carácter político de los procesos
de justicia transicional, y también examino críticamente las leyes de memoria histórica
aprobadas en España. Estos son, en síntesis, algunos de los temas que
abordo en este libro. Espero que les resulte interesante.
Un superministro de la UE podrá modificar los presupuestos nacionales
Las últimas noticias apuntan a que un superministro de la UE podrá revisar los presupuestos nacionales, es decir, uno de los instrumentos esenciales de la acción política de un gobierno. Todo esto para tranquilizar a los mercados y fortalecer el euro de cara al futuro. Más medidas que alejan de los españoles las decisiones fundamentales de la acción política. Algunos, descreídos totalmente de nuestros políticos, pensarán que para bien, pero insisto una vez más: ¿esto no merece un detenido y sosegado debate entre la ciudadanía? Nos están llevando a un sitio al que quizá no todos queramos ir bajo la consabida excusa de que se trata de salvar el euro, es decir, de evitar el cataclismo. Me reafirmo en que parece que el precio del euro puede ser la pervivencia de la democracia. Yo no me apunto a eso.
Etiquetas:
Actualidad política
lunes, 18 de junio de 2012
El resultado de las elecciones griegas puede ser un espejismo
La semana pasada De Guindos declaraba
que la volatilidad de los mercados era debida a la incertidumbre de las
elecciones en Grecia. Todos los periódicos abren hoy diciendo que el resultado
de las elecciones griegas dará un respiro. Pues ya ven, ganan los que se supone
que debían ganar y la prima de riesgo española bate records. ¿Por qué? Qué más
da ya. Aquí la única solución es que el Banco Central Europeo inyecte dinero
para que podamos financiarnos –a falta de eurobonos- o la ruptura del euro. El
rescate de España no puede ser una opción porque supondría el definitivo
hundimiento de nuestra economía.
En una situación así urge hablar
de política y no lanzar mensajes encaminados a contentar a los mercados. Apunto
esto por unas declaraciones de Rajoy reclamando que todos los líderes europeos
afirmen rotundamente que el proyecto del euro es irreversible. Comprendo la
idea que quiere trasladar Rajoy, pero es triste pensar que no se puede discutir
abiertamente de qué es lo que más nos conviene, y en concreto si sería bueno
para España o no abandonar el euro. Los debates generan incertidumbre, y los
mercados penalizan la incertidumbre, así que en lugar de actuar como políticos
los políticos se comportan como psicólogos de entes que no se sabe muy bien a
qué lógica responden.
Quizá la mejor solución sería que
el BCE sacara la manguera para apagar cualquier fuego mientras empezamos a
actuar políticamente de verdad y cada nación decide cuál es su posición
respecto a sí misma y respecto a la construcción europea. La crisis ha puesto
de relieve que el proyecto del euro es clarísimamente reversible. Digámoslo,
debatamos si es oportuno seguir embarcados en él y tomemos decisiones.
Etiquetas:
Actualidad política
domingo, 17 de junio de 2012
Los grandes partidos cotizan a la baja
“El Mundo” publica una encuesta
de intención de voto este domingo que confirma la pérdida de votantes de los
dos grandes partidos. El PP pierde cinco puntos porcentuales, pero el PSOE
apenas aumenta medio punto su intención de voto. Esos votos van a IU y UPyD.
Hace tiempo que vengo advirtiendo de que esta tendencia merece ser tenida en
cuenta, y más lo merecería si nuestro sistema electoral no siguiera primando a
los grandes. Me pregunto cuándo en el PP se van a dar cuenta de que estamos en
una nueva fase en la historia de nuestra democracia. Hay que repensar
muchas cosas, y las reformas del PP no suponen cambios estructurales hasta el
momento, sino parches más o menos útiles. UPyD seguirá aumentando en intención
de voto mientras el PP siga sin interpretar correctamente el momento que España
está atravesando. Además, la estrategia de Rajoy frente a Rosa Díez es
claramente contraria a sus intereses. Los ataques durísimos que dirige a Díez
la fortalecen en tanto la convierten en un referente como líder de la oposición.
Parece mentira que Arriola no se lo advierta.
Etiquetas:
Actualidad política
viernes, 15 de junio de 2012
Pensamientos sobre Europa
Unión fiscal, unión bancaria, unión
política, etc. La receta para superar esta crisis es casi unánime: más Europa.
Si la crisis se examina desde una perspectiva puramente técnica se puede estar
de acuerdo con que una posible solución sería andar el camino que no se anduvo
cuando se puso en marcha el euro. Pero impulsar la unidad europea más que una
cuestión técnica es política, y resulta incomprensible que quienes se empeñan
en abogar por esa unidad salvadora no se den cuenta de que es un tremendo error
dar respuesta a los problemas políticos pensando casi exclusivamente en las ventajas de índole
utilitaria que pueden derivarse de determinadas decisiones políticas. Este error
se produce, en mi opinión, por la tendencia a creer que en política todo es cuestión
de voluntad. Pensemos en una nación. Su existencia o su disolución
dependen de la voluntad de los ciudadanos. Por tanto, de igual forma, si existe
voluntad, es perfectamente posible dar los pasos necesarios hacia esas
maravillosas políticas de unidad que nos proporcionarán progreso y bienestar. Hay
parte de verdad en este enfoque, y cuando algo es parcialmente verdadero puede
dar lugar a confusión porque deseamos creer que esa verdad es toda la verdad.
Es muy cómodo simplificar la realidad, pero cuando esto se produce sólo es
cuestión de tiempo que llegue el día en que la verdad oculta se presente ante
nosotros y, como se trata de cuestiones prácticas, nos exija una respuesta.
La política exige tomar
decisiones que requieren en muchos casos una voluntad colectiva. Pero cuando
esa voluntad, aun existiendo, no es compatible con la realidad el fracaso está
servido. Pensemos en un matrimonio. Para que exista es necesario que ambos cónyuges
presten su consentimiento, y pueden tener un ferviente deseo de ser un buen
matrimonio, pero en realidad son personas tan distintas que terminan
fracasando. Con el proceso de unión europea puede estar sucediendo algo
similar. No basta con que presa de la euforia nuestros dirigentes –incluso contando
con el respaldo de los ciudadanos- deseen hacer realidad el sueño de una Europa
unida. Hay que ver si ese sueño es posible, y para examinar dicha posibilidad
conviene tener presente que una nación no es sólo el resultado de la voluntad
de vivir juntos, sino que implica muchas más cosas, entre las cuales es
fundamental la decisión de buscar juntos el bien común (siempre insisto en
ello) en cualquier circunstancia y la solidaridad. Pero para lograr que esos
objetivos sean interiorizados se requiere algo más que voluntad coyuntural. Las
naciones tienen una historia y un estilo de vida colectiva forjado en el tiempo
que hace que en su seno la búsqueda del bien común se presente como un
ingrediente esencial de su realidad nacional, y otro tanto sucede con la solidaridad.
En Europa eso sólo podrá lograrse –si alguna vez se logra- a través de una
cooperación progresiva sostenida en el tiempo. Hoy sólo los ingleses son
realistas respecto a Europa. El resto pretende construir Europa desde el
idealismo y/o el egoísmo, por eso creo que esto no puede salir bien, lo cual no
quiere decir que la alternativa sea el más absoluto desastre.
Etiquetas:
Actualidad política
Suscribirse a:
Entradas (Atom)