sábado, 23 de marzo de 2013

El marasmo valenciano

Hoy, paseando con mis padres por el centro de Valencia, he vuelto a tener la sensación de que la ciudad ha perdido el vigor de hace una década, cuando vivíamos creyendo que éramos ricos y en realidad nos gastábamos un dinero prestado que ahora debemos devolver. No es la primera vez que me sucede en los últimos años. Marasmo es la palabra que mejor sintetiza el cúmulo de sensaciones que me asaltan cuando paseo por la ciudad. Sí, el marasmo que provoca una crisis que es más intensa aquí que en el resto de España e incluso que en otras ciudades de la Comunidad Valenciana. Percibo más vitalidad en Elche –la ciudad en que resido- que en Valencia, probablemente debido a la ilusión y el buen hacer del nuevo equipo municipal del PP, que lo está haciendo realmente bien, incluso en estos tiempos de austeridad.

De ello hablaba con mi padre. Y comentábamos además la situación de asfixia financiera de la Comunidad Valenciana. Creo que el PP tiene pocas opciones de volver a obtener mayoría suficiente para gobernar. Ahora mismo lo más probable es que vayamos a un tripartito cuya forja quizá concluya con Mónica Oltra, posible candidata de Compromís, en la presidencia de la Generalitat. Tiempo habrá para hablar de ello, pero lo que no acabo de entender es la estrategia del PP tanto a nivel autónomico como nacional con relación a la Comunidad Valenciana. Estoy convencido de que los dirigentes regionales del PP estarán intentando hacer ver a la dirección nacional que con este sistema de financiación, absolutamente injusto para Valencia, bastante más que para Cataluña, los valencianos van a terminar por estallar y no votarles. De vez en cuando se lee en los periódicos alguna declaración de dirigentes en ese sentido, pero el nivel de protesta es todavía muy moderado. Supongo que no pueden elevar el tono y ello les está lastrando. Pero da la impresión que a los dirigentes nacionales del PP les importa poco perder el gobierno de la Comunidad Valenciana, pues sería lógico compensar la discriminación financiera que sufre la Comunidad Valenciana con un trato más beneficioso en los presupuestos generales del Estado. Nada de eso sucede.

En estas circunstancias, al igual que en su día veía claro que la política de Zapatero estaba dejando espacio político para un partido nacional de izquierda (que aprovechó UPyD), en la Comunidad Valenciana un partido político regionalista de centro derecha que aspirara a ocupar el hueco que en su día dejo Unión Valenciana, y que hiciera de la reivindicación de un trato justo con relación al resto de regiones españolas y de la regeneración de la política valenciana sus señas de identidad, podría tener bastante éxito. El problema es que no parece haber personas dentro del valencianismo de derechas capaces de dar ese paso al frente, políticos de nuevo cuño y sin pasado poco edificante que consideren urgente que Valencia ponga fin a este marasmo (por lo menos el político) en el que está sumida. Mientras tanto, en la política valenciana el PPCV juega a la defensiva y la iniciativa la lleva Compromís, cuyos dirigentes están logrando conectar con el descontento de muchísimos valencianos. ¿El PSPV? De momento ni está ni se le espera. 

P.D. Escrito este post, leo unas declaraciones de Alfonso Rus criticando a Rajoy y reivindicando con claridad una financiación justa para Valencia. ¡Bien!

martes, 19 de marzo de 2013

Chipre puede ser el primer Estado en salir del euro

La solución que se había pensado para rescatar a los bancos chipriotas, que en este caso dado su tamaño es lo mismo que rescatar al país, era bien sencilla: los bancos de aquel país se han expuesto demasiado al ofrecer jugosas rentabilidades con productos de alto riesgo que han estallado (como deuda soberana griega); por tanto, que asuman parte del coste del rescate todos aquellos que han confiado en esos bancos depositando ahí su dinero. Se trata, piensa la troika, de la solución más racional, de la menos mala, ya que el resto de los europeos no pueden ser los únicos paganini del festín que se han dado los que sucumbieron a la tentación del dinero fácil de la banca chipriota. El primer problema es que con las quitas a los depósitos y el consiguiente corralito para hacerla efectiva puedes provocar que cunda el pánico en otros países al generarse un precedente -ahora parece ser que la UE pretende rectificar recomendando a Chipre que no se vean afectados los depósitos de menos de 100.000 euros-. El segundo problema es que con esa quita pagan justos y pecadores, pues no solo afecta a los muchos rusos que han hallado en Chipre el maná, sino a ciudadanos chipriotas que tenían el dinero en el banco como cualquiera de nosotros, y eso es lo que les deja estupecfactos e indignados. ¿Cargamos, pues, con el coste total del rescate a Chipre? Al margen de otras consideraciones, me parece que esa era la única solución realista si se quería mandar a los mercados el consabido mensaje de que el euro es irreversible. No se ha hecho así y ahora el parlamento chipriota no acepta los términos del rescate, deciden ser irracionales y demostrar a los que no se han enterado que los Estados siguen siendo soberanos, aunque sólo sea para hundirse soberana y libremente. Esto es lo que no parecen entender los alemanes: la gente puede rechazar lo racional cuando les resulta ininteligible. Y ante ese rechazo, que deberían haber previsto, la UE sólo puede recular o ver que la unión monetaria se rompe, que es probablemente lo que va a suceder con Chipre si el presidente chipriota no logra que el parlamento rectifique y acepte el acuerdo. Mal asunto.

lunes, 11 de marzo de 2013

"Lincoln"

Ayer fui a ver "Lincoln", una buena película en la que destaca la sensacional interpretación de Daniel Day-Lewis, premiada con un oscar. Siempre prefiero ver las películas en versión original, pero en este caso me parece imprescindible, sobre todo después de haber leído el esfuerzo que realizó Day-Lewis por lograr el tono de voz característico de Lincoln. Además, los debates que tienen lugar en el Congreso suenan hasta ridículos doblados en español. Pero no había que esperar al DVD. Estas películas hay que verlas en el cine, sólo allí se pueden apreciar bien algunos detalles como, por ejemplo, la utilización que hace Spielberg de las luces y las sombras en las estancias interiores. Las escenas en la casa blanca se desarrollan en una penumbra densa que contribuye a resaltar la gravedad del ambiente y la soledad del presidente. También merece la pena destacar que la película en ocasiones parece una obra de teatro que permite apreciar mejor el trabajo de interpretación de Day-Lewis. 

Es una película sobre Lincoln, aunque no biográfica. En lugar de recrear buena parte de su vida, Spielberg se centra en los acontecimientos que tuvieron lugar en enero de 1865. Durante ese mes Lincoln maniobró intensamente para sacar adelante la decimotercera enmienda a la Constitución, aquella que abolió la esclavitud. Me parece una elección acertada, porque en ese pasaje de su vida quedan reflejados los rasgos más característicos de este gran político: serenidad, firmeza, elocuencia, cercanía, perseverancia y sagacidad. Aunque Lincoln es popularmente conocido por haber abolido la esclavitud y por su protagonismo durante la guerra de secesión americana, su figura va mucho más allá de estos acontecimientos. Mi fascinación por él también se debe a haber leído los libros de Dale Carnagie, quien solía citar con frecuencia pasajes de la vida de Lincoln para ilustrar sus explicaciones, sobre todo aquellas que tienen relación con la oratoria. 

Empecé la película cuando todavía lucía el sol y salí de noche, como en esas largas sesiones de cine de las que disfrutaba cuando era pequeño. Dos horas y media asombrado por Day-Lewis.

miércoles, 6 de marzo de 2013

¿Al final de la crisis?

Estaba esperando a conocer las cifras del déficit público de España en 2012 para analizar la situación económica. Ya disponemos del dato y éste ha supuesto una enorme satisfacción para el Gobierno y para la Comisión Europea. Se daba por descontado que España superaría el 7% de déficit público –sin contar el rescate bancario-, así que el 6,74% es un éxito que ha servido para que Rajoy, sin triunfalismos, sostuviera en el debate sobre el Estado de la Nación que se han sentado las bases de la recuperación. Además del control del déficit, el Gobierno funda sus esperanzas en el superávit de la balanza por cuenta corriente, en el saneamiento del sector bancario, en la reforma laboral, y en la mejora de la competitividad provocada por el proceso de devaluación interna de los salarios en el sector público y privado. Con todo ello se podría decir, en opinión del Gobierno y de bastantes expertos, que seguimos inmersos en la crisis, pero podemos empezar a ver el final del túnel. ¿Es eso cierto?

De todos los análisis que he leído estoy de acuerdo con Jordi Sevilla en que de momento estamos cambiando déficit por deuda. En efecto, rebajar el déficit más de dos puntos con una recesión del 1,4% del PIB es, como bien dice Alberto Recarte, espectacular. Este esfuerzo nos permite alejar el fantasma del rescate y rebajar la prima de riesgo. Ahora bien, que uno se sacrifique no significa que va a pagar. Seguimos teniendo déficit y, por tanto, nuestra deuda pública sigue aumentando, afortunadamente, pues ello significa que nos siguen prestando y por eso dice Sevilla que cambiamos déficit por deuda. La salud de nuestra economía ha mejorado con la disminución del déficit y el equilibrio en la balanza por cuenta corriente, pero el verdadero reto es empezar a empezar a crecer, y por eso se habla tanto de presionar a Merkel para impulsar políticas de crecimiento. Ahora se trata de remontar, de crear riqueza que haga crecer la economía, reducir el desempleo, sanear mucho más las cuentas públicas y recuperar cierto grado de bienestar. Mientras no crezcamos seguiremos cambiando déficit por deuda, algo que no puede ser así indefinidamente.

¿Y hay motivos para pensar que vamos a crecer? Es cierto que se han adoptado medidas encaminadas a lograr dicho objetivo, tales como la reforma del sector financiero y la laboral, que se han presentado como los dos grandes pilares para una nueva etapa de crecimiento. Respecto a la primera, resulta fundamental, aunque como ciudadano me parezca escandaloso que haya que haber llegado a este punto por la nefasta e inmoral gestión de muchos banqueros. De la segunda ya dije en su día que, aunque tenía aspectos positivos, era un instrumento para despedir más fácil y barato. Creo que ha beneficiado a muchos empresarios (algunos con escasos escrúpulos), y ahora empieza a verse su coste social. Rajoy ha anunciado nuevas medidas para favorecer el crecimiento, como, por ejemplo, la ley de la unidad de mercado y una importante línea de crédito para emprendedores. ¿Es suficiente?

Creo que la situación debe estabilizarse y mejorar por la propia dinámica interna de todo proceso de ajuste, pero hay tres dificultades que no veo fácil superar. En primer lugar, los logros obtenidos en la reducción del déficit se han basado en buena medida en importantes subidas de impuestos y en bajadas de sueldo a empleados públicos. Esto unido a la subida de la energía (luz, gas, gasolinas, etc.) ha hecho que el consumo se desplome (lo cual justifica en buena medida la mejora de la balanza de pagos por cuenta corriente) y no veo que tenga visos de cambiar a medio plazo. En segundo lugar, nuestro crecimiento ya no va a recibir el impulso de la construcción, sino que tiene que basarse, además de en el turismo, en potenciar actividades económicas que primen la calidad, lo cual exige una apuesta por la formación y el I+D. ¿Va a ser posible recolocar a muchos parados de escasa cualificación? Lo veo bastante difícil. Algunos de los más cualificados han optado por marcharse y otros esperan su oportunidad o se lanzan a emprender (nuestra gran esperanza), pero sustituir el motor de la construcción es una tarea larga y difícil, aunque imprescindible. En tercer y último lugar, sigo viendo el envejecimiento de la población como un problema al que urge dar respuesta. En poco tiempo van a aumentar notablemente las clases pasivas y las cuentas de la Seguridad Social generarán déficits cada vez más inasumibles. Aquí hacen falta cambios muy importantes, comenzando por políticas que favorezcan la familia y la natalidad, pero esto es muy complicado por muchas razones (recomiendo la lectura de mis posts sobre la soltería y la natalidad).

En definitiva, estoy contento porque es verdad que se ha evitado el desastre, pero creo que nos queda todavía un buen trecho para salir de esta crisis. ¿Significa esto que la política de austeridad era la correcta? La austeridad era necesaria en aquellas políticas que se han llevado a cabo con manifiesto despilfarro e incompetencia, pero jamás en educación y sanidad. Todo hubiera sido más sencillo, y se hubieran obtenido mejores resultados, si el Banco Central Europeo hubiera respaldado a España comprando bonos, en lugar de mirar demasiado tiempo hacia otro lado mientras se centraba casi exclusivamente en el control de la inflación. Hemos y estamos sufriendo más de lo necesario, y los culpables del sufrimiento –todos identificables- han gozado de absoluta impunidad. Pero dicho esto, formando parte de la unión monetaria España no disponía de excesivo margen para otras políticas, aunque siempre queda el recurso de romper la baraja si se te imponen condiciones inaceptables (y ha habido momentos en que se imponía la ruptura, menos mal que Draghi rectificó), de ahí que muchas de mis críticas se hayan dirigido contra Merkel y la política que ha impulsado. Y voy a concluir reiterando una idea de la que estoy plenamente convencido: el euro es un error, aunque se supere esta crisis. Y deberíamos darnos cuenta de que dar marcha atrás no significa acabar con la Unión Europea, tal como muchos parecen querer hacernos creer con esa insistencia en proclamar que el euro es un proyecto “irreversible”. El objetivo de España debería ser superar esta crisis logrando sanear sus cuentas públicas y abandonar este club en el otros tomarán las decisiones en función de sus intereses. Confío en España, cada vez veo más virtudes nacionales que antes me pasaban desapercibidas, y creo que haríamos bien en recuperar las riendas de nuestra política monetaria, demasiado importante como para dejarla en manos de Bruselas.

sábado, 23 de febrero de 2013

¿Por qué irrita UPyD?

Desde que empezó la legislatura, Rajoy se ha mostrado beligerante y desdeñoso con Rosa Díez, quien con sus intervenciones parece haberse convertido en la principal representante de la oposición. En el reciente debate sobre el Estado de la Nación a Rajoy le dio por confundir -creo que voluntariamente- el apellido de Rosa Díez, y alternaba "Díaz" y "Díez" con muy mala sombra. Rosa zanjó el tema sin tonterías y le recordó que si apelaba a llamar a las cosas por su nombre empezara por su apellido. 

La pasada semana UPyD también protagonizó una polémica a propósito de la consideración de los toros como bien de interés cultural, si no estoy mal informado. Toni Cantó tuvo una notable intervención en el Congreso que, como suele suceder en estos tiempos, fue simplificada y tergiversada. Molestó especialmente que Cantó dijera algo tan elemental como que los animales no tienen derechos "sensu stricto" (esto fue con lo que la gran mayoría se quedó, interpretado como una invitación a herirlos impunemente), aunque oportunamente precisó que ello no justifica el maltrato animal, y mucho menos la brutalidad. Le llovieron toda suerte de críticas e improperios en twitter (ahora que tengo cuenta me entero de lo que se cuece ahí). 

Tengo la sensación de que UPyD es una formación que irrita a sus adversarios políticos, tanto si son de derecha como de izquierdas. Rajoy parece sentirse más cómodo y respetar más a Durán i Lleida que a Rosa Díez, y entre las izquierdas molestan especialmente las propuestas de UPyD, que se desdibujan como rancio españolismo centralista. 

A mi juicio, la razón de esta especial inquina contra UPyD se debe a que este partido rompe con lo que podríamos llamar los "packs" ideológicos tradicionales. En España parece que si uno es votante del PP eso incluye defender la monarquía y la bandera rojigualda. Alguien que vote al PSOE no acudirá a un mitin provisto de la bandera española, y la defensa de la nación española no formará parte de sus prioridades, no sea que puedan tacharlo de conservador y carca. No se puede ser de Izquierda Unida sin acudir a una manifestación sin la bandera republicana reclamando la III República. Más cerca, alguien que se considere seguidor de Compromís apostará por las políticas de inmersión lingüística y se referirá a Valencia como País Valencià. UPyD ha descolocado a sus adversarios con dos novedades importantes: por un lado pretende -y quizá lo esté consiguiendo- dar por superada la división izquierda-derecha. Los del PP recuerdan el pasado socialista y progre de Rosa Díez para devolver al redil a sus ovejas descarriadas, y entre los partidos de izquierda se presenta a UPyD como un partido que en algunos de sus planteamientos podría catalogarse de extrema derecha. Por otro lado, UPyD aspira a reforzar la cohesión de la nación española como garantía para asegurar la igualdad de derechos entre todos los españoles, algo que ha temido hacer el PSOE, como demuestró la llegada de Zapatero a la Secretaría General imponiéndose al "españolista" Pepe Bono. En resumen, un partido difícilmente clasificable y cuyo discurso no es fácil de criticar esgrimiendo los clichés habituales. Por cierto, a mí esto de romper con los "packs" ideológicos me parece de lo más saludable.

miércoles, 20 de febrero de 2013

El Registro Civil de Elche, un auténtico muro para los ciudadanos

Vivimos una época de grave deterioro de los servicios públicos y actuar con responsabilidad ciudadana exige protestar, reclamar y hacer lo posible por dar a conocer nuestro caso para dejar constancia de qué está pasando y tratar de ayudar a otras personas. Les voy a contar mi experiencia con un trámite en el Registro Civil de Elche.

La falta de medios con que cuenta la administración de justicia en Elche es un auténtico escándalo que cualquier día terminará por estallar. En concreto, el colapso del Registro Civil de Elche ya había sido noticia en el diario Información, pero vayamos por partes. La historia comienza con la necesidad de un certificado literal de nacimiento para tramitar el DNI de mi hija. El Ministerio de Justicia incluye en su página web la posibilidad de tramitar dicho documento “on line” (http://www.mjusticia.gob.es/cs/Satellite/es/1215197356695/60-40.html)  y recibirlo por correo en tu domicilio sin ningún coste en un plazo aproximado de un mes. Además, incluyen un teléfono de pago 902 para consultar el estado de la tramitación. Pues bien, el pasado 9 de enero realicé el trámite y recibí un email del ministerio en el que me confirmaban el número de entrada al Registro de mi solicitud, la clave de identificación y la fecha de presentación. Después de casi un mes y medio sin recibir el certificado, telefoneé al 902 del ministerio y la respuesta fue que ellos sólo ofrecían la página web para realizar el trámite, pero la información sobre la tramitación debía dármela el Registro Civil de Elche, que son los encargados de mandármela a mi domicilio. Amablemente me proporcionó el teléfono de contacto. Existen tres números de teléfono para contactar con el Registro Civil de Elche, el que me facilitó el ministerio y otros dos más, incluido un 902. He aquí los teléfonos: 966917037     969963194    902013900. Los dos segundos se facilitan para obtener “cita previa”. Como comprobarán si se toman la molestia de intentarlo, los primeros ni siquiera les darán tono. Y les aconsejo no llamar al 902 porque gastarán el dinero en balde y les dirán que telefoneen en otro momento.

¿Cómo saber sin desplazarme el estado de mi trámite? Imposible. Es necesario personarse en el Registro Civil, y para que te atiendan ahora es necesario solicitar “cita previa”, que ha sido el sistema que ha servido para evitar las colas bochornosas que reflejaba la prensa. Como los teléfonos no funcionan, la única manera de pedir esa cita es a través de internet. Allá voy. No hay citas libres en febrero y la primera libre aparece a mitad de marzo (que no está mal según he averiguado más tarde, pues lo habitual eran demoras de meses). De todas formas, si les urge salir del país con su niño ya saben que por las buenas no hay forma: la administración les exige unos documentos que en el caso de Elche son incapaces de proporcionar diligentemente.

Como me urge obtener el DNI decidí presentarme esta mañana sin cita previa en el Registro Civil con una hora de adelanto a la apertura de la Ciudad de la Justicia con el fin de ser de los primeros en decirles que llevo más de un mes esperando el documento que tramité a través de internet. Los datos de ese documento eran mi “salvavidas”, pues sabía que si no aportaba nada me dirían que volviera cuando hubiera concertado una cita, que es lo que he visto hacer con una rumana desesperada por no sé qué papel y que obtuvo un expeditivo “vuelva mañana” (cosa que no entendí porque mañana le será imposible obtener cita, y el pasado, y el siguiente, y quizá nunca si esa mujer no sabe que existe internet).

Fui el primero de la fila, le expliqué el caso a la funcionaria y le enseñé el papel con los datos de mi solicitud. Afortunadamente me dijo que esperara y que cuando tuviera un hueco me lo daría, pero que NO TRAMITAN NADA DE LO QUE SE SOLICITA POR INTERNET. Es decir, que podía esperar eternamente, es decir, que el Ministerio de Justicia, no sé si ignorante de la situación del Registro Civil de Elche, está tomando el pelo a los ciudadanos.  Un verdadero escándalo, especialmente sangrante porque te hacen gastar inútilmente dinero llamando a un 902. Previendo lo que podía suceder me llevé trabajo al Registro y después de una hora tenía el dichoso certificado.

He aquí mi testimonio. No culpo a los funcionarios del Registro Civil de Elche, que seguramente no cuentan con personal suficiente. Simplemente dejo constancia del caso que, por lo que se escucha en la calle, es un ejemplo más del deterioro del funcionamiento de muchos servicios públicos, especialmente en determinadas comunidades autónomas y, en concreto, en ciudades grandes que como Elche no son capitales de provincia y tienen mucha población.

lunes, 18 de febrero de 2013

El Rey debe abdicar

Los correos electrónicos que hoy publica “El Mundo”, y que pueden consultarse en la web de este periódico, son demoledores para el Rey. Se demuestra que estaba al corriente de las trapisondas de su yerno para llegar bien a fin de mes con dinero público. Da igual las consecuencias penales que tenga el asunto desde el momento en que el propio Rey exigió para los servidores públicos ejemplaridad, que debe empezar por él mismo. Es triste que tenga que acabar su reinado de esta manera, pero él se lo ha buscado. Para mí no tiene más salida que la abdicación, pues enfangado como está con estos datos que ahora conoce la opinión pública cada día que permanezca en el trono estará dañando a la institución. Imagino que será difícil evitar las pitadas en público, y un monarca que se ve obligado a esconderse de su pueblo no puede seguir en el trono. Lo único bueno de esos correos es que no se menciona al Príncipe, que parece que está limpio. Espero que el Rey abdique y que Felipe tenga la oportunidad de devolver a la institución el prestigio perdido.