miércoles, 30 de septiembre de 2015

Fracaso del independentismo

Con menos del 50% de los votos emitidos favorables decididamente a la independencia no cabe duda de que los independentistas han perdido lo que plantearon como un plebiscito, aunque sólo lo reconozcan los de la CUP. Si jurídicamente la independencia es inviable sin reforma constitucional, por muchas declaraciones que en ese sentido realice el Parlamento de Cataluña, y no era previsible que el gobierno permaneciera impasible ante posibles actos de desobediencia, el resultado del domingo refuerza la legitimidad moral del gobierno para hacer cumplir la Constitución, ya que casi dos millones de personas no representan ni el 40% del censo electoral. 

Los resultados electorales admiten lecturas en clave nacional, como el ascenso de Ciudadanos o la debacle del PP y Podemos, de lo cual me ocuparé en otra entrada. Por lo que respecta a la política catalana, me parece que los militantes de Convergencia deberían darse cuenta de que la apuesta decidida por presentarse como independentistas les ha hundido electoralmente. No sería de extrañar que así como el PNV de Ibarretxe dejó paso al PNV de Urkullu, que se dedica a gestionar sin emprender proyectos quiméricos, en Convergencia prescindan de Mas y rectifiquen su línea política para regresar a un catalanismo nacionalista reivindicativo, pero no rupturista. Sería lo más sensato si no desean que la gobernabilidad de Cataluña dependa de gente como los de las CUP, que abogan nada menos que por desobedecer las leyes españolas que ellos consideren que agreden a la clase trabajadora. 

Hagan lo que hagan, digan lo que digan, la realidad es tozuda: el independentismo ha fracasado porque los catalanes lo han hecho fracasar. Podemos presenciar declaraciones y todo tipo de parafernalia en los próximos meses, pero conforme vaya pasando el tiempo creo que el foco mediático irá alejándose de Cataluña y la efervescencia independentista desaparecerá al igual que ha sucedido en el País Vasco, siempre que no haya tontos que crean que la solución para el nacionalismo es tratar de contentarles. 

viernes, 4 de septiembre de 2015

Espectáculo

Ayer me decía Óscar que la política y la comunicación se han convertido en espectáculo. Es verdad. Políticos que se ponen camisetas con mensajes subliminales o no tan subliminales, que suben a las tribunas parlamentarias y exhiben objetos o carteles como si estuvieran en la gala de los Goya. Medios digitales que aderezan sus Informaciones con vídeos impactantes de youtube, con imágenes de asesinatos o de muertes trágicas como la del niño sirio, pero también con esos llamados “vídeos virales” que reciben millones de visitas e incrementan los ingresos publicitarios. Espectáculo, porque todo se dirige a captar nuestra atención e influir de manera directa e inmediata en nuestro estado de ánimo. Acostumbro a leer los periódicos digitales, pero me siento aturdido, con necesidad de dar un paso atrás para no ser víctima de esta sensación de acoso que me invade apenas abro la ventana de internet. 

viernes, 28 de agosto de 2015

Breve reflexión sobre las armas

¿Qué sucede cuando una persona posee un arma? ¿Qué transformación se produce en ella? Un arma nos proporciona poder para matar, y mucha gente cuando se sabe poderosa gusta de ver reconocido su poder, independientemente de en qué consista. Pensemos, por ejemplo, en una discusión de tráfico acalorada en la que uno de los implicados lleva un revólver en la guantera. Es posible que la situación llegue a requerir hacer uso de ella para defenderse, pero más de uno tendrá la tentación de sacarlo a pasear para mostrar su poder e intimidar al otro. Su pensamiento podría traducirse así: "No te pongas chulo que como te saque el revólver y veas mi poder te vas a cagar". Hay una película, “El señor de las moscas”, basada en el libro del mismo título, en la que entre otros muchos temas de interés, se observa el cambio que en el grupo de cadetes náufragos en una isla deshabitada supone la aparición de las armas. En este caso también hay una justificación objetiva: las armas van a utilizarse para cazar cerdos. Pero inmediatamente se observa que los que las poseen se sienten poderosos, diferentes al resto del grupo. La escisión entre los cazadores armados y el resto de cadetes será el comienzo de un enfrentamiento con trágicas consecuencias. 

En el debate sobre el derecho a portar armas se pueden esgrimir diferentes argumentos. Es sabido que en Estados Unidos los defensores de este derecho tienen presente un modelo de sociedad individualista en la que el Estado ocupa un papel residual, tanto que incluso no puede impedir el derecho de cada persona a defenderse por sí misma. La segunda enmienda de su Constitución establece que “siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del Pueblo a poseer y portar armas no será infringido”. Me pregunto cuántas muertes injustas y atroces por armas en manos de particulares tendremos que ver para que los defensores de este argumento de principio se den cuenta de que las consecuencias sólo pueden ser relegadas hasta cierto límite cuando se trata de convivir.

jueves, 27 de agosto de 2015

El asesinato de Alison Parker

Las imágenes del asesinato de los dos periodistas de la CBS me han impactado. Sobre todo el video realizado por el asesino en el que se observa como les apunta, se lo piensa, y finalmente dispara a sangre fría. Toda la escena es estremecedora, pero impresiona ver como la periodista asesinada, Alison Parker, recorre unos pocos metros gritando y huyendo. Llevaba ya dos balas en su cuerpo que le iban a provocar la muerte en pocos segundos. Parece que el alma le dé esas fuerzas para no caer de inmediato e intentar aferrarse a la vida. No se ve el momento en el que su cuerpo se desplomó, pero la tensión entre las ganas de vivir y la imposibilidad de hacerlo se vive intensamente en esos instantes. Es terrible... No me extraña que Obama diga que la imposibilidad de restringir la libre circulación de armas sea la mayor frustración de su mandato.

jueves, 9 de julio de 2015

¿Así interpreta Tsipras el "no" del pueblo griego?

Esta es la carta que envía el ministro de finanzas griego, Sacalotos, para solicitar el rescate de su país. Veremos la letra pequeña,  pero para esto se podían haber ahorrado el referéndum. Sí yo fuera griego y hubiera votado "no" estaría indignado.

miércoles, 1 de julio de 2015

Órdago a la griega

No entiendo de póker, a diferencia de Mr. Casual Varoufakis, pero cuando uno plantea un órdago es para aguantar hasta el final y no cagarse en los pantalones  como acaba de suceder con Tsipras, cosa comprensible dicho sea de paso. ¿Qué es esto de que ahora acepta las condiciones? ¿Y qué pasa si gana el “no” en el referéndum? Me parece un despropósito. Pero, ¿y de qué sirve que acepte? Simplemente se demora el desenlace sobradamente conocido: o se le perdona una parte sustancial de la deuda o Grecia no va a pagar. Me parece que Tsipras ha tenido miedo a perder el poder, porque realmente Grecia debía llevar su órdago hasta el final. De momento, acaban de obsequiarnos con el órdago a la griega, un ridículo espantoso caso de confirmarse.

martes, 30 de junio de 2015

Gracias, Tsipras

El órdago griego, caso de que finalmente se materialice en la salida de Grecia del euro, es un golpe de suerte si sirve para acabar con el euro. Ni Suecia, ni Reino Unido, ni Dinamarca están en el euro. Fueron listos, pensaron las consecuencias que tendría en clave nacional, que es la que sigue presidiendo el funcionamiento de la Unión Europea. No se puede violentar la realidad, y el euro ha sido un intento temerario de forzar la realidad. Cuanto antes se acabe con esto muchísimo mejor. Volvamos a las monedas nacionales y, a partir de ahí, repensemos la Unión Europea fortaleciendo los lazos de solidaridad, los proyectos educativos, y las políticas comunes de inmigración y defensa. Por ahí vamos bien, no con el funesto euro. ¿Me olvido de las consecuencias? No, naturalmente que el proceso será muy duro, muy difícil, pero es necesario mientras los Estados sigan siendo soberanos y no prime la búsqueda del bien común (la negativa a mutualizar la deuda, los eurobonos, fue la prueba del algodón). No estamos preparados para lo que exige el euro, así de sencillo.