Ha estallado la guerra, tal como anunciaban los servicios de inteligencia occidentales. Putin ha atacado utilizando pretextos que solo camuflan su ambición insensata por aumentar el poder de Rusia y por pasar a la historia de su país como el gobernante que le hizo recobrar su grandeza. La incorporación de Ucrania a la OTAN podría disgustar e incluso preocupar a Rusia, pero ni siquiera la consumación de ese escenario justifica iniciar una guerra. Nuevamente vemos que hay líderes capaces de sacrificar vidas humanas provocando un inmenso dolor sin que su conciencia se resienta. ¿Qué hacer ante una situación así? Es difícil responder cuando sabemos que Putin posee armas nucleares. No se pueden ignorar las consecuencias que tendría declarar la guerra a Rusia en solidaridad con Ucrania, y eso lo sabe muy bien el líder ruso. Por esa razón, no hay que echar más leña al fuego. Ucrania deberá defenderse sola y la solidaridad con Ucrania se debería traducir en apoyo militar y económico por parte de los países occidentales. Mi más enérgica condena a la agresión militar de Putin.
jueves, 24 de febrero de 2022
martes, 22 de febrero de 2022
Casado no es un líder
La lucha contra la corrupción es absolutamente imprescindible en una sociedad democrática. Ningún servidor público puede estar exento de dar explicaciones de su trayectoria. Por consiguiente, si hay indicios de corrupción, hay que denunciarlos donde corresponda y no andarse con componendas. Ya se verá en qué queda lo de los contratos del hermano de Isabel Díaz Ayuso, pero resulta claro que Casado y Egea han querido hundir políticamente a Díaz Ayuso arguyendo la corrupción, y eso es lo que no comprende nadie en el PP. La presidenta de Madrid vivió una campaña de absoluto acoso por parte de la izquierda y salió victoriosa, no solo frente a Sánchez, sino que tumbó políticamente a Pablo Iglesias, un logro descomunal. Esa victoria aupó a Pablo Casado en las encuestas, pero aún así desconfió de Díaz Ayuso. ¿Por qué? Sencillamente porque Casado no es un líder. Ese es el problema de fondo que ahora ha estallado. El PP eligió a un chico de agradable presencia y buena retórica para zanjar la guerra interna entre Soraya y Cospedal. De ahí a ser un líder media un abismo. El líder emerge como una figura capaz de generar adhesiones y de marcar el rumbo. Debe estar dispuesto a servir en lugar de aferrarse al cargo utilizando todo tipo de presiones y estratagemas. Cuando tu liderazgo es cuestionado por barones, figuras del partido y las propias bases, la dimisión es imperativa si no deseas ser un obstáculo para tu organización. Eso es lo que hizo Sánchez: dimitió y luego tuvo el coraje de vencer a la candidata del "aparato". Pero primero dimitió, Casado, primero dimitió.
Por fin Núñez Feijóo da el paso y se postula como líder del
PP. Creo que en El Mundo leí algo así como que se trataba de un “liderazgo
natural”. Es una expresión afortunada, porque, en efecto, el líder emerge
naturalmente por sus cualidades. Se le reconoce no solo en lo que dice, sino en
cómo lo dice, en la cadencia de su voz, en sus gestos, en el dominio de sí
mismo. Recuerdo que en los “Episodios Nacionales” Galdós se refiere a figuras
políticas utilizando la expresión “serenísimo”. Feijóo emana serenidad y
firmeza sin necesidad de gritar. Si uno observa con atención, los andares de
Casado y su tendencia a tocarse la punta de los dedos delatan su impostura.
Estoy muy satisfecho con la llegada de Feijóo como líder del
PP. Además de ser un líder “natural”, como dije en anteriores entradas, creo que garantiza una forma moderada de gobierno capaz de llegar a acuerdos
con el PSOE por el bien de España. Pero Feijóo representa un acontecimiento
imprevisto: asumirá el liderazgo una persona veinte años mayor que Casado,
alguien de la generación de Sánchez, aunque doce años más mayor que él, rozando
la pertenencia a la generación de Rajoy. Una figura generacionalmente ambigua
que, si llega al poder, exigirá pensar si esto se debe a una reacción ante el
ascenso al poder de políticos excesivamente jóvenes e inexpertos. En la vida acumular
experiencia es muy importante. De ahí que Miguel Ángel Rodríguez haya sido muy
listo al frenar cualquier intento de Díaz Ayuso por postularse como líder del
PP. Tiene tiempo por delante para convertirse, quizá, en la primera mujer que
preside el Gobierno de España.
martes, 11 de enero de 2022
El inquietante Metaverso
Como afirma Julián Marías, la realidad es todo cuanto hay. Esta frase deja patente que la realidad incluye cosas que pueden no existir en el mundo físico. Por tanto, no es correcto contraponer lo real a lo virtual: lo virtual es también real, aunque esa realidad virtual sea distinta al mundo físico que encontramos cuando nacemos.
El ser humano ha ido transformando el mundo físico desde que habita la Tierra. El contraste es extremo cuando contemplamos los paisajes de cemento de las grandes urbes y la vida rural en contacto con la naturaleza. La realidad virtual que se aproxima con la llegada del Metaverso supone un nuevo paso en este alejamiento del mundo que nos ha sido “dado”. En el futuro próximo podremos relacionarnos en espacios virtuales que imiten las leyes de la física y, ayudados por la tecnología, será posible visualizar e incluso interactuar corporalmente con otros, aunque no sea una corporeidad física. En estos mundos será posible conservar nuestra personalidad, si bien puede que por razones lúdicas representemos un papel. Pero todo es real, no lo olvidemos, una realidad virtual que conforman los creadores del Metaverso de acuerdo a sus propósitos.
El Metaverso puede facilitar las relaciones entre personas alejadas físicamente y ese será un argumento para presentarlo como una tecnología útil que brinda oportunidades. Pero sus posibilidades van mucho más allá y resultan inquietantes. Nada parece impedir que en el Metaverso se desarrolle vida "alternativa" -algo parecido a Second Life, pero mucho más sofisticado y, sobre todo, más parecido al mundo físico- en la que las personas puedan disfrutar de una segunda oportunidad para lograr un triunfo que no logran en lo que hoy se nos presenta como la "vida real". De hecho, han aparecido noticias sobre la compra de terrenos virtuales en el Metaverso, lo cual nos da una idea de hasta qué punto podemos hallar cobijo en ese nuevo mundo. Refugiarse allí será una posibilidad tentadora en la medida en que cada cual encuentre en ese lugar una vía para satisfacer sus caprichos. El ser humano podrá alejarse todavía más de todo lo que le ha sido "dado" y configurar la realidad tal como desea. ¿Y por lo general qué desea el ser humano? Todo lo que nos proporciona sensaciones agradables. El Metaverso puede sublimar el deseo al ser capaz de satisfacerlo directamente y a su vez de eliminar lo que nos produce aversión. Nada más tentador. Sin embargo, fácilmente se comprende el engaño: el deseo satisfecho no sacia, sino que provoca más deseo. Ese el el problema, la raíz del sufrimiento de la que advirtió el Buda. Siempre habrá un deseo insatisfecho, porque el deseo genera adicción a desear. Por tanto, la felicidad que muchos pueden verse tentados a buscar allí no es una felicidad auténtica. Con toda seguridad, antes o después, defraudará.
El
ser humano, cada vez más caprichoso y solipsista, está a punto de embarcarse en
la construcción de realidades a la medida de sus deseos y esto puede tener unas
consecuencias muy graves en la ya deteriorada salud mental. La reacción no
tardará en producirse y, si no me equivoco, será bastante radical: un regreso a lo "dado", a las
esencias del mundo físico. Algunos ya se dan cuenta de que no hay felicidad en
las nuevas tecnologías y apuestan por regresar a formas de vida en contacto directo con la naturaleza que hoy se presentan como "alternativas". Esta tendencia se acentuará y quizá asistamos a nuevas oportunidades para lo que hoy se denomina la "España vaciada".
viernes, 3 de diciembre de 2021
Parece que Rajoy esté gagá
Rajoy sigue abochornando: publica un libro con un título ("Política para adultos") que se lo debe de haber aconsejado su peor enemigo; hace la gracia diciendo que Ayuso “está aquí, pero también está ahí”; y nada menos que, en un alarde de campechanismo fuera de lugar, se dirige al presidente de su partido llamándole Pablo “Casao”. Este hombre parece pasado de rosca, como si todavía siguiera de vinos con Bertín. Alguien que ha sido Presidente del Gobierno no puede ir haciendo el payaso con frasecitas graciosas y discursos hueros. Un Presidente debe esforzarse por mantener la autoridad de quien ha desempeñado tan alto cargo y elegir correctamente el momento para hablar y los mensajes que desea transmitir.
domingo, 21 de noviembre de 2021
El PP debería sustituir a Pablo Casado como líder del partido
Pablo Casado, más verde que una lechuga, no está a la altura y debería ser sustituido como candidato del PP a la presidencia del Gobierno. En mi opinión, el político de este partido con más hechuras para asumir el liderazgo es Núñez Feijoo. Necesitamos un Presidente del Gobierno moderado, con experiencia, y capaz de recomponer las relaciones con el PSOE para lograr grandes pactos de Estado. Pero Feijoo no dio el paso ni parece dispuesto a darlo. En ese caso no cabe duda de que Isabel Díaz Ayuso es un excelente cartel electoral porque despierta una enorme ilusión en su electorado, quizá incluso más que Feijoo, tiene experiencia de gestión y ha sido capaz de derrotar a Sánchez e Iglesias en Madrid. Esta batalla interna por el control del PP de Madrid ya la ha perdido Casado simplemente por el hecho de que se haya planteado. Queda en evidencia su falta de liderazgo, su inmadurez política. Ahora bien, me parece que el perfil de Díaz Ayuso puede conducir a seguir en la política frentista que no conviene en absoluto a España.
jueves, 18 de noviembre de 2021
Ahora las leyes de amnistía...
En anteriores entradas me mostré muy crítico con la ley de memoria democrática que, lejos de constituir un instrumento de reparación para las víctimas del franquismo, representa una forma de hacer política sectaria y frentista en la que hay buenos y malos españoles, justo lo mismo que decía Franco. La izquierda no admite hoy que la reconciliación se saldara con lo que consideran una “equidistancia” inaceptable entre los dos bandos de la Guerra Civil. Por esta razón condena el franquismo, exhuma los restos de Franco, lleva a cabo una política de símbolos y, ahora, pretende reinterpretar las leyes de amnistía, que en su día reivindicaba la izquierda para todos aquellos presos políticos de la dictadura como condición inexcusable para construir un régimen democrático. Se sigue utilizando el franquismo como cemento para cohesionar a socialistas (parece mentira), podemitas e independentistas. El Gobierno sigue fomentando la discordia, pero esto paradójicamente demuestra que la Transición fue un éxito: solo una sociedad plenamente reconciliada puede soportar sin riesgo de confrontación que haya insensatos reabriendo heridas del pasado o sencillamente utilizando el pasado como estrategia partidista. Ese éxito no debe impedir la más severa crítica para rechazar estas políticas sectarias que siembran la discordia.
jueves, 11 de noviembre de 2021
Por la serranía de Cuenca
El pasado fin de semana viajé con mi mujer a la serranía de Cuenca y ambos quedamos gratísimamente sorprendidos por su belleza. En ocasiones, el paisaje recordaba al de los bosques escandinavos plagados de pinos, aunque también hay muchas encinas y otros árboles que ofrecen preciosas combinaciones de colores en esta estación. El recorrido en coche entre el nacimiento del río Cuervo y Las Majadas fue una experiencia inolvidable. Afortunadamente, no nos cruzamos con ningún vehículo, porque no sé cómo nos las hubiéramos arreglado para pasar. Teníamos la sensación de profanar la Naturaleza. En cualquier momento podría haberse desprendido una roca o uno de los muchos árboles que bordeaban la carretera, que seguía el curso de un riachuelo de aguas cristalinas. Cada tramo que lográbamos superar suponía un alivio y nos generaba una sensación de gratitud hacia los árboles. Atravesamos zonas de “reserva” muy próximas al parque cinegético “El Hosquillo”, que luego supimos que había protagonizado un episodio de “El hombre y la tierra”, de Félix Rodríguez de la Fuente. Se nos cruzaron por la carretera algunos ciervos jóvenes que huían alertados por el ruido intruso del motor. Todo era de una belleza sobrecogedora.
La serranía de Cuenca tiene una gran riqueza forestal que va
en aumento: se ven muchos pimpollos que no sabríamos decir si habían sido
plantados por el hombre o son fruto de la generación espontánea del bosque. Siempre
se habla de los incendios y, claro, la gente piensa que estamos camino de
convertirnos en un desierto cuando la masa forestal ha aumentado notablemente
en España y también en el conjunto de Europa (impresionante la reforestación de
Escocia en las Highlands). Esto nos hizo pensar en el escaso eco que tienen las
buenas noticias. Pueden parecer propaganda, como sucedía con el NO-DO. No
obstante, sin llegar a ese extremo, sí que sería bueno hacer un esfuerzo por
destacarlas, ya que de lo contrario los ciudadanos dejamos de tener una
impresión correcta de la realidad, además de que sólo destacar las desgracias
puede llegar a abrumar. Sí, el cambio climático es una amenaza y hay que trabajar
para revertirlo. Pero hay motivos para la esperanza: las energías renovables
están ahí y se van abriendo paso. Me gusta ver cada vez más placas solares y
ser adelantado por coches eléctricos. Muy pronto en nuestras ciudades podremos
respirar aire puro y será una maravilla disfrutar de ello.