lunes, 18 de febrero de 2013

El Rey debe abdicar

Los correos electrónicos que hoy publica “El Mundo”, y que pueden consultarse en la web de este periódico, son demoledores para el Rey. Se demuestra que estaba al corriente de las trapisondas de su yerno para llegar bien a fin de mes con dinero público. Da igual las consecuencias penales que tenga el asunto desde el momento en que el propio Rey exigió para los servidores públicos ejemplaridad, que debe empezar por él mismo. Es triste que tenga que acabar su reinado de esta manera, pero él se lo ha buscado. Para mí no tiene más salida que la abdicación, pues enfangado como está con estos datos que ahora conoce la opinión pública cada día que permanezca en el trono estará dañando a la institución. Imagino que será difícil evitar las pitadas en público, y un monarca que se ve obligado a esconderse de su pueblo no puede seguir en el trono. Lo único bueno de esos correos es que no se menciona al Príncipe, que parece que está limpio. Espero que el Rey abdique y que Felipe tenga la oportunidad de devolver a la institución el prestigio perdido.

lunes, 11 de febrero de 2013

La renuncia del papa

Se leen artículos elogiando la renuncia del papa como un gesto de extraordinaria humildad, y no lo dudo, pero reconozcamos que no es normal ni en principio deseable que un papa renuncie. Muy poderosas, y sin duda justificadas, deben de ser las razones de Benedicto XVI para adoptar una decisión tan difícil y, quizá, arriesgada, por la desorientación que puede provocar en un buen número de fieles que un papa renuncie a su condición de "padre", y porque se alarga en veinte días el proceso de elección del nuevo papa, con todo lo que cabe imaginar que ello conlleva. Alega motivos de salud, lo cual no sorprende dada su edad, pero desgraciadamente la filtración de documentos que desvelan luchas de poder en el Vaticano hace que su renuncia invite a especular con que el papa se hallaba en una situación de extrema dificultad para desempeñar su misión, y su decisión también debe interpretarse como una jugada maestra para acabar con la ambición de más de uno. Al margen de estas cuestiones, yo tengo la impresión de que a la Iglesia puede venirle bien el impulso de un nuevo papa cargado de energía e ilusión, y me parece que pueden tener razón aquellos que sugieren que sea un papa asiático capaz de impulsar el cristianismo en el continente que va a liderar el mundo en las próximas décadas. Y se habla incluso más de un papa latinoamericano. Falta saber si hay algún cardenal por allí capaz de asumir semejante tarea.

sábado, 9 de febrero de 2013

"Los intocables"

Como el próximo curso voy a impartir "Deontología en la administración pública" en el Grado de Ciencias Políticas, estos últimos días marcados por la corrupción he vuelto a pensar en qué enfoque dar a la asignatura. Creo que lo más importante es lograr que los alumnos interioricen la gravedad del problema que representa la corrupción y motivarles a combatirla con energía e ilusión. Para ello he pensado en utilizar películas que muestren ejemplos de lucha heroica contra la corrupción, por aquello de que las palabras convencen y los ejemplos arrastran. Una de ellas será "Los intocables", dirigida por Brian de Palma y protagonizada por Kevin Costner, Sean Connery, Robert de Niro y Andy García, entre otros.

Hay muchas cosas que destacaría de esta película, pero de todas me quedo con la impresionante banda sonora de Ennio Morricone, con la excelente interpretación de Sean Connery como el policía Jim Mallone, que fue premiada con un Óscar, el único que posee en su carrera, y con el compañerismo inquebrantable de "los intocables". Toda la música es excelente, pero el "death's theme" llega al alma, sobre todo cuando se escucha al mismo tiempo que a Mallone se le escapa la vida tras ser tiroteado (Connery está sublime en esta escena). Este personaje, un veterano, íntegro y solitario policía irlandés estoy seguro que no les será indiferente a los alumnos. Su coraje, valentía y sentido del deber le acompañan hasta el último aliento. Mallone está orgulloso de ser policía, y me parece muy acertado el detalle final de la película en la que Elliot Ness (interpretado por Kevin Costner) entrega al otro miembro del grupo de "intocables" que sobrevive, el joven policía italiano interpretado por Andy García, un objeto de Mallone como recuerdo. Ness le insiste para que lo acepte diciéndole que Mallone hubiera querido que lo llevara un policía, que es más importante que el hecho de ser italiano o irlandés. Ahí se plasma el orgullo profesional que es el reverso de la dignidad de la función policial y de todas las profesiones que contribuyen al bien común.

A lo mejor no les ha llamado demasiado la atención esta película, pero a mí me emociona muchísimo, como sucede en casi todas aquellas en las que se lucha frente a la injusticia y alguien se ve ante ese momento decisivo, que es difícil que no se presente en la vida, de tener que ponerle el cascabel al gato. Ahí se presenta el dilema de asumir la ingrata tarea o mirar hacia otra parte. Tengo tanta ilusión en esa asignatura que estoy impaciente por comenzar a impartirla y poner mi granito de arena en la lucha contra la corrupción.

P.D. Por cierto, si los derechos de autor lo permiten, disfruten de esta música del genio Morricone. http://m.youtube.com/#/watch?v=hp_AoXlCM7Q&desktop_uri=%2Fwatch%3Fv%3Dhp_AoXlCM7Q&gl=ES

jueves, 7 de febrero de 2013

Reflexiones sobre cómo combatir el paro

Hace unas semanas, la EPA nos estremeció con los seis millones de parados. El dato monopolizó las tertulias y protagonizó el debate político (el PSOE, por ejemplo, propuso el "pacto por el empleo" que todavía no sé -no me he informado al respecto- en qué consiste). Regresando a Elche desde Valencia sintonicé radio nou y escuché una entrevista de José Luis Torró al catedrático de la complutense Francisco Parra Luna centrada en la crisis y el paro. Algunas de sus respuestas fueron sugerentemente heterodoxas. Parra sostuvo que es un gravísimo error que las estrategias para combatir la crisis se centren en reducir el déficit y en evitar en lo posible el incremento de la deuda pública. A su juicio, el gran problema es el paro, que es la causa del déficit y la deuda, y en él habría que centrar los esfuerzos. Sin duda es una opinión heterodoxa. La tesis dominante es que no se puede combatir directamente el paro, sino que lo importante es crear las condiciones que permitan la generación de empleo por parte de quienes están llamados a crearlo, los empresarios. 

Estoy de acuerdo con que el protagonismo en la economía debe corresponder al sector privado, y en que hay que facilitar la iniciativa privada con medidas de todo tipo, pero ¿es incompatible esta tesis con lo dicho por Parra Luna? ¿Acaso una tasa de paro de más del veinte por cien no es una situación de emergencia nacional que exige combatir el paro con medidas de acción directa? ¿Y cuáles serían este tipo de medidas?

Empezaré por el último de los interogantes planteados. Para combatir el paro y reactivar la economía desde luego no son adecuados programas de gasto público al estilo del plan E zapateril, pues se trata de un gasto  improductivo porque provoca una demanda coyuntural que no responde a necesidades reales. Obviamente, tampoco es solución engordar el sector público cuando ello no responde a la necesidad de prestar servicios públicos esenciales y además no hay recursos suficientes para financiarlo. Entonces, ¿a qué tipo de medidas se puede estar refiriendo Parra Luna? Él no entró en este terreno, pero me parece que las únicas medidas de acción directa contra el paro son la puesta en marcha de iniciativas públicas que empleen recursos humanos improductivos, es decir, gente que esté en el paro, con el fin de crear riqueza a través de empresas públicas. Quizá les parecerán curiosos los derroteros a los que me está llevando está reflexión, pues es sabido que hoy en día se reclama a las admistraciones que cierren empresas públicas -muchas calificadas como chiringuitos de los partidos políticos-, y parece que vaya a sugerir que se pongan en marcha. Examinemos la cuestión más detenidamente.

Recuerdo muy bien que Julio Anguita, cuando lideraba Izquierda Unida, reclamaba el cumplimiento íntegro de la Constitución, y concretamente solía recordar algunos preceptos constitucionales que ya entonces parecían olvidados y hoy siguen sin tener ninguna operatividad. Uno de ellos era el art. 128.2, que reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Tampoco tiene desperdicio el art. 130, que establece que "los poderes públicos atenderán a la modernización y desarrollo de todos los sectores económicos y, en particular, de la agrcultura, de la ganadería, de la pesca y de la artesanía, a fin de equiparar el nivel de vida de todos los españoles". Finalmente, cabe recordar que el art 131.1 permite que el Estado planifique la actividad económica para atender a las necesidades colectivas con el fin de equilibrar y armonizar el desarrollo regional y estimular el crecimiento de la renta y de la riqueza y su más justa distribución. Estos preceptos ponen de relieve la posibilidad de que los poderes públicos adopten iniciativas económicas encaminadas directamente a combatir el paro. Como antes he dicho, conviene que sea la iniciativa privada la que tenga el protagonismo de la vida económica, pues coincido con los postulados liberales que destacan su mayor eficiencia, y también porque garantiza una irrenunciable esfera de libertad. Ahora bien, y con esto abordo la segunda cuestión que había quedado planteada, creo que una situación de paro tan elevado exige valorar la conveniencia de políticas públicas de acción directa en la economía con la puesta en marcha de empresas de diverso tipo que contribuyan a satisfacer demandas del mercado, a crear riqueza movilizando todo ese capital humano que hoy permanece inactivo y que con suerte se beneficia de alguna prestación social. Durante el franquismo el INI (Instituto Nacional de Industria) desempeñó un papel importante en la industrialización de España. Hoy hay regiones de España que necesitan reconstruir su tejido productivo; ¿es un disparate plantearse si, ante la debilidad del sector privado, la iniciativa pública puede contribuir a poner en marcha actividades económicas? No veo por qué no se puede plantear este debate, que podría además constituir una referencia real y no meramente retórica para un pacto por el empleo y por la economía productiva. 

Se me objetará que nos arriesgamos a que si dichas iniciativas fracasan nos hallaremos ante una nueva fuente de gastos que acentuarán el déficit. Cierto, así será si se fracasa, pero la política no es una ciencia exacta, hay riesgos, y hay que estudiar bien las posibilidades para procurar no equivocarse o hacerlo lo menos posible. Otra objeción obvia consiste en la desconfianza hacia toda iniciativa pública. Inmediatamente se dirá que las empresas que surjan de la iniciativa pública servirán para enchufar a los amiguetes y para que algunos se enriquezcan ilicitamente. La desmoralización que en la ciudadanía provoca la corrupción hace que el escepticismo respecto a la política y hacia una de sus principales manifestaciones, la iniciativa pública, se generalice, pero la solución no es la inacción, sino la lucha decidida contra la corrupción que en el caso de los ciudadanos nos exige negar nuestro voto a los partidos implicados en escándalos de corrupción. El ciudadano debe luchar por la democracia, sobre todo votando responsablemente y expresando libremente su opinión. 

En definitiva, las principales objeciones están basadas en el escepticismo y admiten réplica. Tomarse en serio el problema del paro exige no descartar ninguna solución, y, en este sentido, yo creo que la exhortación a combatirlo directamente merece ser estudiada con detenimiento, y por eso me alegro de haber escuchado esa entrevista al profesor Parra Luna.

viernes, 1 de febrero de 2013

Ana Mato debe dimitir o ser cesada de inmediato

La información que publican "El Mundo" y "El País" sobre el dinero recibido de la trama Gürtel por Mato y su marido es demoledora para la ministra. Cada día que pase en el gobierno es un clavo en la tapadera del ataud del gobierno. Vamos a ver qué dice mañana Rajoy.

jueves, 31 de enero de 2013

Gravísima crisis política

El diario "El País" publica una información que de ser cierta convertiría el "barcenasgate" en uno de los mayores escándalos de la democracia y exigiría la dimisión inmediata de Rajoy. Bárcenas niega la veracidad de la información y Cospedal ha dado a conocer la indignación del PP ante la falsedad de la noticia. Me parece que "El País" debe tener muy claro el asunto antes de lanzarse a la piscina y pronto vamos a saber qué hay de cierto en todo esto, sobre todo porque la contabilidad aparece manuscrita y puede identificarse a su autor. Yo quisiera creer que todo es una campaña contra el PP, pero mucho me temo que sea cierto que recibieron esas cantidades y que los dirigentes del PP estén reaccionando a la deseperada. Si finalmente es cierta la información será difícil no convocar elecciones, cuyo resultado sería impredecible y además tendrían lugar en el peor momento (crisis económica, desafío soberanista, erosión de la monarquía, etc.). Hace unos días advertía de las consecuencias que podía tener este escándalo. Desgraciadamente, hoy es una evidencia. 

martes, 22 de enero de 2013

¡Desperté! (musicalmente hablando)

Aunque la afición a escuchar buena música puede durar toda la vida, durante la juventud se presta mucha más atención a cantantes y grupos musicales, probablemente porque se está en edad de bailar en discotecas, de escuchar música en la radio, de comprar discos y  hablar del tema con los amigos, etc. Pasan los años y uno se va desconectando de la actualidad musical hasta que llega esa conversación entre amigos o esa entrada en el blog –como sucede en mi caso- en la que uno se revela como un auténtico carrozón hablando de la Jurado, de “El Puma”, de Skorpions o de Barón Rojo.  Sí, uno termina anclado en la música de “su” tiempo, que suele ser el de su juventud, hasta que un buen día sucede un acontecimiento, en ocasiones insignificante, absolutamente banal, que nos invita a cambiar. Venga, les cuento lo que me ha pasado, aunque ya les anticipo que es insignificante.

Como les dije hace poco, este curso me apunté al gimnasio de la Universidad. Los entrenadores que controlan la sesión suelen poner música, que viene muy bien para darle ambiente al gimnasio. Muchas veces sonaban los cuarenta principales, una emisora que hace muchísimo tiempo que no escuchaba. Allí, mientras caminaba en la cinta o levantaba unas pesillas escuché unas voces que despertaron mi curiosidad. Buenas canciones y magníficas cantantes desconocidas. Tanto me gustaron que cedí a la tentación de preguntar su nombre. Primero se lo pregunté a uno de mi quinta que por lo visto también se quedó en “Ilegales” y no me supo decir. Al final me metí anoche en “android” para ver la lista de las canciones más vendidas y, pásmese el lector, descubrí que existen Rihanna -una negra de ojos verdes- y Adele -maravillosa inglesita rolliza-. No se rían de mi extemporáneo entusiasmo. ¡Son buenísimas! La canción de Rihanna era “Diamonds” y la de Adele, que luego he descubierto que canta la de “Skyfall”, era “Rolling in the deep”.

Esta anécdota, auténtica marcianada, lo admito, me ha hecho despertar musicalmente hablando. No puede ser que siga viviendo y escuchando canciones y grupos del pasado, porque no me extraña que así llegue a opinar que nada ha cambiado en la música. ¡Soy yo el que está estancado! No puede ser que no supiera nada de Amy Winehouse hasta que su muerte hizo que me interesara, o que descubra a estas alturas que existen Rihanna o Adele. Se trata simplemente de darme cuenta de que mientras viva este será “mi” tiempo, y de que hay que estar siempre atento a nuevos talentos emergentes.

P.D. Si los derechos de autor lo permiten, ahí están las canciones:

http://www.youtube.com/watch?v=lWA2pjMjpBs

http://www.youtube.com/watch?v=rYEDA3JcQqw