Estoy todavía impactado por el último episodio de “Cuéntame”, en el que Merche
descubre la infidelidad de Antonio justamente la noche del triunfo
electoral del PSOE en las elecciones generales de 1982. De hecho me parece tan bueno que no me he resistido a verlo por segunda vez para disfrutar de los detalles. Leo por ahí que los “fans”
de la serie andan entre el shock y la indignación. Incluso se comenta
amargamente que de quién podemos fiarnos si nos falla Antonio Alcántara. Desde
luego quien lo haya dicho no es un “pata negra” de la serie, ya que el bueno
de Antoñito tuvo una aventura –creo recordar que en Bilbao- cuando dirigía la
imprenta y ésta iba viento en popa, y le fue infiel -emocionalmente- con Elisa, papel interpretado por Emma Suárez.
Pero lo del jueves parece que anuncia el fin del matrimonio al ponerle Merche de
patitas en la calle.
El capítulo me pareció brillante prácticamente por todo: el
contexto de la noche electoral, el planteamiento de la trama, los diálogos
conjuntos y separados de los protagonistas, y, sobre todo, la interpretación,
en especial la de Ana Duato y Ariadna Gil. Imanol Arias no falla
nunca. Me permito recomendarles la escena en que se encuentran Merche y Paz en el cuarto de baño. Impresionante. Merche le muestra a Paz qué clase de mujer es al contarle
abiertamente (ya está segura de lo que se cuece entre ella y su marido) lo que ha tenido que pasar con
el cáncer y cómo le arropó su familia. Paz se hunde a medida que la escucha. Se
va sintiendo peor, la dignidad de Merche le hace sentir vergüenza hasta terminar
cubriéndose el pecho con el bolso. Es una maravilla.
En cuanto al fondo del asunto, yo no veo en esta infidelidad un giro incomprensible de la serie. Hubo sucesos mucho más inverosímiles como la
ludopatía de Antonio o su nombramiento como Director General de Agricultura, por no citar otros. Doña Herminia
tiene razón cuando le dice a su hija que Antonio no es "de esos", es decir, ni
frecuenta prostíbulos ni tiene amantes secretas. Tuvo la aventura de Bilbao que
silenció, sin que tengamos noticia de que su conciencia se resintiera, y el
romance platónico con Elisa que por unas horas no terminó en cama cuando todo
estaba preparado. En esa ocasión Antonio se dejó llevar por su ensoñación
romántica (lo veo escuchando música clásica ante la sorpresa de Merche), pero
el embarazo de Merche le despertó bruscamente y dijo la famosa frase: “Merche,
me he equivocao”. Fue humilde y pidió perdón. No hizo falta que diera más
explicaciones, porque Merche se dio por satisfecha y no quiso saber más. La
historia con Paz parece distinta, aunque Antonio demuestra desde el principio
que no es "de esos”. Se da cuenta en París de que le gusta y hace todo lo
posible por evitarla, porque se sabe vulnerable ante esa mujer. Por
diversas circunstancias no lo logra, Paz se lanza a por él y él
no puede resistirse. Juicios morales de los “indignados” al margen, la historia
es comprensible, sobre todo porque sabemos que Antonio puede vivir con un secreto de este tipo (por la aventura de Bilbao). Antonio esta vez no es humilde y reacciona muy mal con Merche.
No sólo no tiene ninguna intención de confesárselo (aunque yo creo que está
claro que no quiere continuar la relación con Paz, pues ella le reprocha que no
le haya llamado), sino que reacciona displicente a las preguntas de Merche e
incluso le amenaza, lo que es el colmo del error y de la indignidad, al decirle algo así como que tenga cuidado porque el que rasca encuentra. O sea, que
más vale que no me preguntes y mires para otro lado, como si su mujer fuera una
tonta del bote. Con esa actitud, y sin negar que se ha enamorado y
que es algo serio, lo es normal es que Merche lo eche de casa.
¿Lo perdonará? La canción final del capítulo, la entrada en vigor de la ley del
divorcio y las posibilidades que este giro abre para los directores de la serie
llevan a pensar que el matrimonio se rompe, pero por la forma de ser
de los personajes lo lógico sería que Antonio pidiera perdón a Merche y ésta
le perdonara. Después de la conversación con el marido de Paz Antonio ya sabe
que esta historia sólo puede tener algún futuro si rompe su familia, y
además es posible que intuya que Paz le viene grande, pues a Antoñito los
títulos universitarios le siguen impresionando. Al margen de todo esto, Antonio
quiere a Merche. Paz ha sido una tentación que se ha presentado en su camino y
que no ha sabido evitar. Por su parte, Merche debería perdonar a Antonio porque puede darse
cuenta de que realmente Antonio no ha tenido la intención de seducir a Paz, sino
más bien todo lo contrario, es decir, que Antonio, aunque sea un chulo y un poco capullo, no es en efecto “de esos”. Pero el argumento decisivo es la
devoción de Merche por su familia y el amor que siente por su marido.
Veremos qué sucede, pero desde luego esta serie nos ha dado momentos
grandiosos, como se dice en el mundo del toreo. El del pasado jueves no sé si
fue el más emocionante, pero para mí sin duda fue el mejor.