Sé que hay muchos votantes del PP que no entienden la oposición de terciopelo por la que ha apostado Rajoy. Sin embargo, la estrategia de Rajoy existe y no es difícil de entender. Rajoy considera que ha perdido las elecciones no tanto por no haber obtenido un número suficiente de votos, como porque el PSOE ha recibido votos procedentes de la izquierda radical (IU y ERC) que no debería haber recibido. Cree Rajoy que mucha gente ha votado al PSOE porque por encima de cualquier cosa deseaban que no ganara el PP. La consecuencias práctica que el preclaro líder de la oposición extrae de esto es que para ganar las elecciones hay que evitar a toda costa que el PSOE vuelva a contar con esos votos, y, por tanto, con mantener los propios bastará, pues no en vano el votante del PP se caracteriza por su fidelidad. Las actuales encuestas muestran que el PP no sube, pero el PSOE estaría sufriendo una importante pérdida de votantes, lo cual puede hacerle pensar a Rajoy que su estrategia es correcta. Ante todo, no generar rechazo.
Es posible que si la crisis económica se mantiene hasta el final de la legislatura el PSOE sufra un descalabro electoral que lleve al PP al poder. Sin embargo, creo que esto no sucederá si el PP continua con esta estrategia. En mi opinión, el PP rajoyesco yerra al no saber interpretar el momento político que vive España. El Estado de las autonomías se halla claramente en crisis y ello está haciendo que UPD suba como la espuma. La importancia de este fenómeno, que no me canso de repetir, no debe medirse tanto en términos electorales como políticos. El PP va a tener muy complicado, de seguir con esta estrategia de oposición, mantener sus votantes. Pero, además, creo que el fenómeno del miedo frente al PP se va a repetir por mucho que el PP se esfuerce en que no sea así. IU es imposible que remonte el vuelo. Su electorado es presa fácil de los mensajes zapateriles ante el posible ascenso del PP. Por su parte, nada hay más importante para el votante de ERC que frenar al PP. En definitiva, la estrategia conservadora de Rajoy no genera el entusiasmo necesario para frenar el imparable ascenso de UPD, a costa sobre todo del PP, aunque también del PSOE, y no evita el peligro que Rajoy se propone conjurar. ¿Qué hacer? En primer lugar, evitar la sangría de votos a UPD con un mensaje y un liderazgo sólido que profundice en las ideas de unidad, igualdad y solidaridad entre todos los españoles, paralizando de inmediato todas las disparatadas reformas estatutarias. Con ello no se evitará el más que deseable ascenso de UPD, pero logrará que este se produzca sobre todo a costa del PSOE. Por otra parte, es fundamental que el PP refuerce su equipo económico con figuras de indudable prestigio, y que no renuncie al debate ideológico encarnando la defensa de los valores tradicionales. Si todo ello se presenta a la opinión pública combinando la elegancia y moderación en las formas, con la claridad y contundencia en los mensajes de fondo el éxito está servido. Lógicamente Rajoy no puede llevar adelante semejante tarea, pues sigo pensando que es un cadáver político.
Es posible que si la crisis económica se mantiene hasta el final de la legislatura el PSOE sufra un descalabro electoral que lleve al PP al poder. Sin embargo, creo que esto no sucederá si el PP continua con esta estrategia. En mi opinión, el PP rajoyesco yerra al no saber interpretar el momento político que vive España. El Estado de las autonomías se halla claramente en crisis y ello está haciendo que UPD suba como la espuma. La importancia de este fenómeno, que no me canso de repetir, no debe medirse tanto en términos electorales como políticos. El PP va a tener muy complicado, de seguir con esta estrategia de oposición, mantener sus votantes. Pero, además, creo que el fenómeno del miedo frente al PP se va a repetir por mucho que el PP se esfuerce en que no sea así. IU es imposible que remonte el vuelo. Su electorado es presa fácil de los mensajes zapateriles ante el posible ascenso del PP. Por su parte, nada hay más importante para el votante de ERC que frenar al PP. En definitiva, la estrategia conservadora de Rajoy no genera el entusiasmo necesario para frenar el imparable ascenso de UPD, a costa sobre todo del PP, aunque también del PSOE, y no evita el peligro que Rajoy se propone conjurar. ¿Qué hacer? En primer lugar, evitar la sangría de votos a UPD con un mensaje y un liderazgo sólido que profundice en las ideas de unidad, igualdad y solidaridad entre todos los españoles, paralizando de inmediato todas las disparatadas reformas estatutarias. Con ello no se evitará el más que deseable ascenso de UPD, pero logrará que este se produzca sobre todo a costa del PSOE. Por otra parte, es fundamental que el PP refuerce su equipo económico con figuras de indudable prestigio, y que no renuncie al debate ideológico encarnando la defensa de los valores tradicionales. Si todo ello se presenta a la opinión pública combinando la elegancia y moderación en las formas, con la claridad y contundencia en los mensajes de fondo el éxito está servido. Lógicamente Rajoy no puede llevar adelante semejante tarea, pues sigo pensando que es un cadáver político.
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