sábado, 28 de febrero de 2009

Las declaraciones de Henry

Ortega consideraba muy imprudente opinar sobre los asuntos de un país extranjero sin conocerlo a fondo. Por ejemplo, a pesar de estar muy informados –o de creer que lo estamos- sobre la situación de la antigua Yugoslavia, podríamos equivocarnos si emitimos una opinión sin conocer sobre el terreno la situación. Creo que de lo dicho por Ortega debemos quedarnos con la necesidad de ser cautos a la hora de emitir nuestros juicios cuando nos referimos a países extranjeros. Henry, jugador del Barcelona que lleva casi dos temporadas jugando en ese equipo, ha hecho caso omiso del consejo orteguiano y carente de toda sensatez ha afirmado que Cataluña no es España, que eso hay que sentirlo, así que se ve que él ha experimentado ese sentimiento en estos dos años escasos que lleva viviendo en Barcelona. No hace falta dedicar ni una línea a explicar la soberana estupidez que se ha “marcado” el francés. La semejanza entre Barcelona y cualquier otra ciudad española es patente, pero si Henry se toma la molestia de pasearse por L´Hospitalet de Llobregat quizá incluso pensaría que estaría en la España más cañí. En cualquier caso, me sorprendo a mí mismo cuando observo que estas opiniones tipo Henry cada vez me dejan más indiferente, incluso diría que me divierten. Paso soberanamente de lo que diga un Henry, un Carod Rovira, un Mas, un Laporta y toda esta gente que se esfuerzan por destacar la identidad catalana. Allá ellos. Cada vez que estoy en Madrid me doy cuenta de que el nacionalismo catalán y todas sus manifestaciones están haciendo de Cataluña una región decadente que ha sido engullida por Madrid como gran polo de atracción de todo lo interesante que acontece en España.

jueves, 26 de febrero de 2009

El caso del joven de Lazcano

Les supongo enterados de que un joven de Lazcano, tras haber sufrido destrozos importantes en su vivienda por una bomba de ETA, se hizo con una maza y destrozó un bar de etarras. Lo detuvieron y se lo llevaron esposado porque, según se suele decir, nadie puede tomarse la justicia por su mano. A esto apela hoy nuestro zetapé diciendo que no se puede apoyar la conducta de este joven. No por ser un tema muy trillado deja de ser importante volver sobre él, especialmente en este caso. Si los poderes públicos normalmente cumplen la ley y hacen respetar nuestros derechos no está justificado que alguien se tome la justicia por su mano. ¿Pero qué sucede cuando nadie nos protege en realidad?, ¿qué sucede cuando vemos que nuestros derechos son pisoteados por muchas denuncias que uno ponga? En estos casos el Estado de Derecho está fallando, y si pensamos, como es mi caso, que una función esencial del Estado de Derecho consiste en respetar los derechos fundamentales de los individuos, cuando el Estado no cumple con su obligación, no puede censurar que la víctima castigue la ofensa sufrida. Es cierto que si todo el mundo obrara así se generaría la violencia, pero también es verdad que ello pondría de manifiesto descarnadamente que en ocasiones el Estado de Derecho es un espejismo. Al joven de Lazcano no sólo se le puede comprender, como se han atrevido a decir algunos políticos bienpensantes, sino que además su conducta está justificadísima.

lunes, 23 de febrero de 2009

Bermejo dimite. Bien, pero tarde.

Aunque tarde, Bermejo ha cumplido con lo que demandaba el decoro político. No sólo la cacería sin licencia junto a Garzón, sino el rechazo de los jueces –como evidencia el hecho de que la huelga fue apoyada por todas las asociaciones de la judicatura-, convertían en imprescindible su dimisión o cese. Ha sido lo primero y habrá que aplaudirle. Sí, porque también la Magdalena Álvarez hace tiempo que debería haber transitado el mismo camino y ahí la tienen. Felicitemos, pues, a Bermejo por haber sabido irse, aunque a destiempo. Su dimisión llega con retraso.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Hay que recuperar la democracia

Un colega me ha mandado el discurso que va a pronunciar próximamente en un importante acto académico. Como todo lo que sale de su pluma, es brillante. Se trata de un lucidísimo análisis de la crisis actual que vive España y que va mucho más allá del aspecto económico. Mi colega se muestra bastante crítico con el papel que han desempeñado los ciudadanos por permitir los desmanes de los políticos que están socavando las bases de nuestra democracia. En síntesis, los ciudadanos no somos culpables de lo que está pasando, pues la culpa siempre es individual, pero sí responsables. Tiene razón, pero inmediatamente hay que precisar que hay diversos grados de responsabilidad. Aquellos que tienen más capacidad para influir y más formación, a saber, empresarios, intelectuales, periodistas, etc., tienen una especial responsabilidad. Pero también es cierto que el pueblo español, aunque no vive amordazado, ha sido víctima de unas ataduras institucionales que dificultan en demasía que se produzca una reacción que combata toda la podredumbre que cubre el funcionamiento de nuestras instituciones. España necesita urgentemente recobrar la libertad, desembarazarse los voceros mediáticos a sueldo, de los políticos gregarios incapaces de deliberar, y volver a querer vivir en democracia, en una verdadera democracia.

martes, 10 de febrero de 2009

Las respuestas del presidente del parlamento iraní

En las noticias de ayer pusieron un resumen de la entrevista que Iñaki Gabilondo realizó al presidente del parlamento iraní, un tipo de aspecto occidental al estilo progre. Gabilondo le preguntó si reconocería Irán el derecho de Israel a existir como Estado independiente y a vivir en paz. Todos aquellos que llevan años hablando únicamente de la crueldad israelí y son incapaces de comprender el fondo de la cuestión tendrían que haber escuchado la respuesta. Contestó diciendo que no se puede llegar a un territorio y ocuparlo, y añadió que los judíos podrían seguir viviendo allí en el marco de un Estado palestino. También le preguntó Gabilondo si Irán apoya el terrorismo. Contestó que no hay ninguna prueba de que ello sea, si bien es cierto que ayudan a Hizbolá, aunque él no cree que se pueda llamar terroristas a aquellos que luchan por la liberación de su país. El iraní fue más claro de lo que yo esperaba, quizá porque esté demasiado acostumbrado a las evasivas y fintas varias de nuestros políticos. Como ven, las respuestas no dejan ningún género de dudas. Irán no está dispuesto a admitir la existencia de Israel bajo ningún concepto, y seguirá apoyando a cualquier organización armada que lo combata, independientemente de que utilice el terrorismo para lograrlo. En estas circunstancias, cuando hay enemigos refractarios a cualquier solución pacífica que no pase por negar tu derecho a existir como Estado independiente, yo no justificaré los excesos de Israel, pero sin duda puedo comprender tanto la posición de la opinión pública israelí como muchas de las medidas que han adoptado para combatir a Hamas.

domingo, 8 de febrero de 2009

Bendiciendo Harleys

Toda institución que aspire a tener influencia en la sociedad debe diseñar y aplicar una política de marketing. La Iglesia católica siempre ha sido muy consciente de ello y se esfuerza por llegar a todo el mundo –ignorantes y sabios- manteniéndose fiel al mensaje evangélico. Ese afán de universalidad genuinamente católico le llevó hace siglos a admitir las imágenes como vehículo para hacer la religión más accesible al pueblo, apartándose así del férreo literalismo protestante. Asimismo la Iglesia también participa en muchas costumbres y tradiciones populares que tienen a santos como protagonistas. Es tradicional, por ejemplo, que en la celebración de San Antonio miles de personas lleven a sus animales predilectos a ser bendecidos. Sin embargo, este esfuerzo de la Iglesia por acercarse al pueblo llano está pasando de castaño a oscuro. Ayer, en las noticias de televisión de Canal 9, dieron la noticia de una concentración motera en Benicassim. Se podía ver a todos los moteros disfrutando con sus Harleys haciendo rugir sus motores con su parafernalia clásica. Pero esta vez incluían un acto desconocido para mí, la bendición de la moto. Allí pude ver como un sacerdote con alba y estola sacudía el hisopo sobre las Harley Davinson. Ya sé que todo se puede bendecir y que lo importante es la intención con la que se haga, pero no me negarán que es todo un espectáculo -no lo calificaré- ver a un motero bigotudo con ropas de cuero, botas y gafas de sol pedir que le bendigan la Harley, y sobre todo que la Iglesia se preste a ello. En el Vaticano deberían reflexionar sobre si tales ritos les acercan a la gente o por el contrario hacen que se les tome a pitorreo.

viernes, 6 de febrero de 2009

El sexto sentido

Hace pocos días se hablaba del pintor Francis Bacon con ocasión de no sé qué conmemoración. Yo conocía al otro Francis Bacon, pero del pintor no tenía ni idea. La noticia destacaba que este pintor estaba profundamente impresionado con el retrato de Inocencio X, obra de Velázquez. Se trata de un relato tremendamente realista que logra plasmar la personalidad del retratado. Con razón dijo el papa al verlo “troppo vero”. Comparto con Bacon la admiración por este cuadro y al igual que él me pregunto cómo es posible reflejar el alma en esa mirada. Algo parecido sucede con ciertas extrañas bellezas. Hay mujeres que objetivamente es difícil admitir que sean bellas, pero tienen un gran atractivo, como por ejemplo la actriz Kristin Scott Thomas, protagonista, entre otras películas, de “El paciente inglés”. Creo que no se puede decir que sea guapa, pero hay algo en ella que hace que resulte muy bella. No sabría decir cómo se capta esa belleza, al igual que sería difícil explicar cómo llegamos a la personalidad de Inocencio X en el retrato, pero está claro que lo percibimos. Podría decirse que tenemos un sexto sentido, una forma de captar lo espiritual que sólo puede provenir de una visión de conjunto que capte algo más allá del todo, un sentido último inteligible, aunque no experimentable.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Todo irá bien...

La gente comienza a desesperarse. El recibo de la luz provoca ataques al corazón, los parados cuentan el tiempo que les resta de prestación, y los que todavía tienen trabajo observan los gestos de sus jefes y escuchan alarmados los rumores incesantes. Todo amenaza ruina y nada ofrece seguridad. Los gobernantes están desbordados y nada puede disimular su incapacidad. El líder de la oposición no quiere criticar, no se atreve a entonar el “márchese, señor Zapatero”. España no comprende cómo es posible que después de más de treinta años de democracia nuestro bienestar sea de cartón piedra y amenace con desmoronarse. Después de Franco íbamos a contemplar como más allá de crisis coyunturales España iba a progresar liberada de las ataduras de la dictadura. Pero los españoles ahora ven que el pan hay que ganárselo cada día y que no se puede vivir del cuento. Dios mío, vamos a vivir una gran depresión. La historia no está escrita. Leemos la historia y pensamos que las revoluciones, las guerras -al menos para nosotros-, las grandes crisis acabaron, pero todo puede pasar, nada funciona por inercia, aunque algunos lo hayan hecho creer. La ideología progresista, aquella que cree que el futuro siempre será mejor, ha sido un cáncer, ha provocado la inacción y la irresponsabilidad. “El siguiente paga” y todo irá bien. Sí, todo irá bien…