Esta noche he ido a ver "Grandes esperanzas", película basada en la novela de Dickens del mismo nombre a la que me referí en el blog hace unos meses. Tenía curiosidad por ver cómo se las habría ingeniado el director para adaptarla al cine. En su día comenté que no me convenció la forma de narrar de Dickens. La novela carece de agilidad, pese a que es una historia apasionante y hay personajes muy logrados, como Joe Gargery o el abogado Jeager. De los cuatro gatos que había en el cine debo de haber sido el único que ha salido satisfecho. Mis vecinos de arriba han amagado un par de veces con levantarse y marcharse al más puro estilo Paco Umbral, y la parejita de delante tampoco parecía muy entretenida. Creo que haber leído el libro en este caso les hubiera ayudado porque, al igual que sucede en la novela, la historia empieza a "verse" bien avanzada la narración. La película es una adaptación bastante fiel, aunque hay pasajes, alguno importante, omitidos. Salvo Ralph Fiennes, las interpretaciones no me han llamado la atención. En cambio, me ha sorprendido muy agradablemente lo bien reflejados que están el paisaje de los marjales y el ambiente de Londres. También merece destacarse el vestuario. No me atrevo a aconsejársela. Temo que acaben como mis vecinos de butaca, pero a mí me ha parecido una buena película.
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