Feijóo ganó claramente el debate. Sánchez, desencajado, perdió los nervios: interrumpía constantemente a Feijóo, se reía nerviosamente a destiempo y su lenguaje corporal y verbal traslucían una manifiesta incomodidad. Daba la impresión de que Feijóo era el presidente y Sánchez un bisoño candidato que lanzaba golpes al aire. Su insistencia en hablar de Abascal y Feijóo como socios era una absoluta ridiculez viniendo de alguien que es capaz de pactar con cualquiera para alcanzar el poder y seguir en él. Feijóo ha roto esa estrategia con una propuesta cristalina que noqueaba a Sánchez: “yo me comprometo ante todos los españoles a abstenerme y dejarle gobernar si usted gana las elecciones; ¿puede usted decir lo mismo?”. Si la preocupación por Vox fuera real, Sánchez debería haber recogido el guante, pero sólo le importa seguir en el poder. No hay más. Sánchez, un demagogo faltón y embustero, va a ser mandado a su casa y confío en que se abra una etapa positiva para España.
martes, 11 de julio de 2023
miércoles, 5 de julio de 2023
Atención a la situación de Francia
Los acontecimientos que se están viviendo en Francia merecen ser estudiados con suma atención porque sus consecuencias pueden afectar a toda la Unión Europea. Con la cautela que exige opinar sobre una sociedad ajena, mi impresión es que en Francia se puede comprobar que el logro de una convivencia pacífica es un objetivo muy complicado si esta no se asienta en unos valores compartidos. No creo que se trate de un problema de marginación y justicia social cuando Francia es uno de los Estados con más ayudas sociales. Mi impresión es que el laicismo francés choca frontalmente con el modo de vivir de un elevado número de franceses de origen musulmán. Se trata de un choque cultural que se veía venir y que no ha hecho más que comenzar no sólo en Francia, sino en otros países europeos con un elevado número de inmigrantes musulmanes. Ante esta situación, es natural que se produzca una reacción de temor a la inmigración que eleve la intención de voto del Frente Nacional, que solo es frenado por el sistema electoral francés.
Se dice que el populismo ofrece soluciones fáciles a problemas
complejos, es decir, simplifica la realidad para ofrecer aquello que la gente
desea imperiosamente. Como hay un problema para integrar a los inmigrantes
musulmanes, la solución simplista pasa por frenar de inmediato su llegada y, a partir de ahí, afrontar el problema. Pero, al
margen de otras consideraciones, no solo Francia, sino otros países europeos necesitan
la llegada de inmigrantes, singularmente Alemania, pero también nosotros. En
España la situación es diferente porque los países hermanos de Hispanoamérica
nos están nutriendo de nuevos españoles cuya integración es más sencilla que la
de los musulmanes. Sólo en Cataluña la situación se empieza a asemejar a la de
Francia. ¿Qué hacer ante una situación cuya solución no es posible a corto
plazo? Urge un debate
político en el que se puedan defender libremente todos los puntos de vista, algo que desgraciadamente hoy es muy complicado.
Los mensajes de partidos populistas de derecha son inmediatamente
estigmatizados como “discurso de odio” para sacar rédito electoral por parte de
sus adversarios. Es un error. Hay que ser capaces de poner sobre la mesa todos
los argumentos y discutir seriamente sobre la situación que se vive en los
diferentes países de la Unión Europea.
Los hechos son incontestables: toda sociedad sana necesita una pirámide poblacional equilibrada. Si los ciudadanos optan mayoritariamente por proyectos de vida en los que se excluye tener hijos para vivir más cómodamente tenemos un problema muy serio, como ya estamos viendo. Algunos países pueden solventar la situación con la inmigración, como puede ser nuestro caso con Hispanoamérica, pero Francia se nutre de negros y musulmanes, por lo que el ascenso al poder de partidos que vean la solución en un repliegue sobre sí mismos puede comprometer el futuro de la Unión Europea. No hay que cerrar las puertas a la inmigración y a la solidaridad, pero sin que ello repercuta en el correcto funcionamiento de nuestras sociedades. Nuestro modo de vida debe cambiar: debemos recuperar valores que nunca debieron perderse. Toda sociedad que relegue la apertura generosa a la vida, al cuidado de los más débiles, a la generosidad y a la solidaridad no tiene futuro. Nada se puede construir sobre el egoísmo de una sociedad hedonista que quiere disfrutar el presente y que apechuguen los que vienen detrás hasta que todo se derrumbe. Por esta razón, hay que primar aquellas conductas que más contribuyan al bien común, sin que ello suponga discriminar a quienes se alejen de ese patrón.
Los sucesos de Francia ponen de manifiesto que no se puede
vivir de espaldas a la realidad como sucede, por ejemplo, en la
Universidad. En muchas áreas de
conocimiento los principales investigadores envejecen sin que haya ninguna
estrategia orientada a formar a nuevos talentos que tomen el testigo. En su día
se engrosaron las plantillas y ahora llegan jubilaciones masivas que amenazan los
avances científicos. En cada Universidad la situación es distinta, y lo mismo
sucede en cada área de conocimiento. Catedráticos y titulares envejecen sin que
haya ningún joven dispuesto a dedicarse a la larga y difícil carrera docente e
investigadora, por lo que al final impera la idea de “el último, que cierre la
puerta”. A gran escala, puede decirse que lo mismo sucede en muchas sociedades.
La lucha por el poder que se vive en los sistemas democráticos ha propiciado
que primen las políticas cortoplacistas en las que se mueven a gusto los
demagogos. Si no se es capaz de diseñar estrategias a largo plazo sostenidas en
valores sanos, la decadencia será irreversible y las próximas generaciones
pueden llegar a ver situaciones que algunos pudieron creer que estaban definitivamente
superadas. Desgraciadamente, no es así.
miércoles, 28 de junio de 2023
Sánchez se merendó a Motos
Sánchez ganó a Motos en "El Hormiguero". El presentador intentó ponérselo difícil, pero Sánchez supo moverse bien e incluso se sintió cómodo o, al menos, lo pareció. Como era de esperar, se extendió en sus respuestas para ir colocando todos sus mensajes ante la desesperación de Motos. ¿Qué esperabas, Pablo? Lo tienes muy difícil salvo que deliberadamente optes por la impertinencia, como antaño sucedía con Ana Pastor, hoy convertida en un borreguito Norit. Sánchez está a lo suyo: ataque a tumba abierta para movilizar a la izquierda en torno a él. Ha conseguido llevar la iniciativa y que en España parezca que el gran problema es la amenaza que sufre el todopoderoso colectivo homosexual, todo un monstruo que ha ido avanzando desde la vergüenza a la autoestima, de esta al orgullo, y del orgullo a la soberbia altanera que hasta exige en los balcones públicos la bandera arcoíris. Tildan de odio cualquier atisbo de crítica a sus posiciones. Es un exceso que encuentra un altavoz ensordecedor en los medios de comunicación progres, que son la inmensa mayoría, pese a que Sánchez diga lo contrario.
Sánchez es un demagogo narciso y embustero que ambiciona
seguir en el poder. Parece que los retos le motivan y quiere merendarse a
Feijóo. Ha empezado demarrando fuerte, pero puede desfondarse. Feijóo debería
pegarse a su ruega sin perder la compostura, es decir, empezar a tener
presencia en los medios para contrarrestar su mensaje (hoy habrá que verlo en "El
Hormiguero"), y lanzarse a por él en la campaña. A partir de ahí sólo cabe esperar
que los ciudadanos tengan memoria y sepan discriminar qué es lo importante. Los
“logros” de Sánchez son haber dividido más a los españoles, degradado
instituciones clave del Estado, y endeudarnos hasta las cejas con unas
consecuencias imprevisibles. Sigo confiando en que lo pagará. De lo contrario,
tenemos un problema muy serio.
lunes, 26 de junio de 2023
"LodePedro" fue bochornoso, Évole
La entrevista de Évole a Sánchez demuestra que para ciertos “profesionales” todo vale si se trata de evitar que el “monstruo” que representa la derecha no alcance el poder. El incisivo Évole, antiguamente conocido como “follonero”, sacó la loción y le dio un buen masaje a Sánchez. Su insistencia en preguntar cómo se llevaba con ciertos personajes, sin pretender ir más allá con una repregunta sorprendente dejaba en evidencia que se trataba de una operación para blanquear al presidente. Un bochorno, la verdad.
Sánchez, que dice estar convencido de que va a ganar las elecciones, admitió con toda claridad que luego pactará con “Yolanda”. El PP pacta con la
ultraderecha, pero él pacta con “Yolanda”. Sí, la izquierda de la izquierda, no
la extrema izquierda, por supuesto. Desde que los etarras pusieran de moda retorcer el lenguaje, se ha cogido la directa y todo demagogo que se precie juega con las palabras, especialmente si se es de izquierda. Que la formación de Yolanda Díaz no tenga
ningún problema en incluir a quienes defienden un referéndum de autodeterminación
para Cataluña no tiene la menor importancia. Évole no dijo nada de eso, no se
le ocurrió preguntarle por semejante asunto, ya ven ustedes. Vox condena la
violencia “intrafamiliar” en lugar de la violencia “machista” y se da a
entender que este partido aprueba la violencia contra la mujer. Eso es
decisivo, un "enorme retroceso", según los medios de izquierda. En cambio, el cuestionamiento de la
unidad de la nación española es un asunto banal, pese a que hay políticos
condenados por sedición y estuvimos al borde del enfrentamiento civil. Un
disparate.
El PSOE puede pactar con “Yolanda” y María Guardiola escandalizada
por tener que llegar a acuerdos con Vox. Menos mal que Ayuso ha
sabido poner las cosas en su sitio echándole un capote al líder. La postura de
Feijóo es nítida: si el PSOE no desea esos acuerdos lo tiene tan fácil como
dejar que gobierne el PP allí donde ha sido el partido más votado. Él se ha
comprometido a facilitar la investidura de Sánchez si el PSOE es el más votado.
Sánchez no ha recogido el guante sin que Évole le pregunte por este asunto,
tanto que le preocupa Vox. ¿De qué iba “LodePedro”, Évole? Qué falta de dignidad
profesional, sobre todo si comparamos lo de anoche con la entrevista a Yolanda
Díaz.
lunes, 19 de junio de 2023
Sumar y Podemos pactaron
Me equivoqué. Sumar incorpora a Podemos, por lo que finalmente no habrá dos listas distintas. ¡Cuánto me alegra haberme equivocado! Todas las críticas a las que se ha hecho acreedor Podemos en su etapa en el Gobierno se pueden trasladar a la formación de Yolanda Díaz, porque Podemos está en Sumar. Le aporta muy poco y le resta muchísimo, como reflejan las encuestas. La líder de la extrema izquierda ha cometido un gran error que facilitará el cambio de Gobierno que tanto necesita España. A Feijóo se le va a acumular el trabajo en otoño. Entre las numerosas leyes que necesita derogar le ruego que no se olvide de la LOSU. Los podemitas han puesto la Universidad patas arriba aprobando la ley de Subirats justo en el último tramo de la legislatura, cuando no hay tiempo para desarrollarla. Hace tiempo que en España ningún gobierno se preocupa seriamente por la Universidad. Ojalá Feijóo nos sorprenda gratamente.
jueves, 8 de junio de 2023
Una escena de "Días de vino y rosas"
Esta semana mi mujer y yo vimos de nuevo la película “Días de vino y rosas”, de Blake Edwards, protagonizada por Jack Lemmon y Lee Remick. Es una película muy dura, impactante incluso, que invita a la reflexión sobre los estragos que causa el alcoholismo y, especialmente, sobre los caminos que pueden conducir a ese abismo en el que se pierde la voluntad. La vi hace mucho tiempo y la recomiendo sin ninguna duda. No recordaba la mayoría de las escenas. Hubo una que me llamó especialmente la atención y que no está relacionada con el tema principal de la película. Los protagonistas, una pareja de jóvenes enamorados recién casados, van a casa del padre de la novia para que este conozca a su yerno. El suegro pregunta al yerno (Joe, interpretado por Jack Lemmon) por su profesión y él le explica que es relaciones públicas, comercial, de una empresa. Como eso no le aclara mucho, Joe le explica que se encarga de mostrar a los clientes los beneficios de productos y servicios de su empresa. El suegro, muy serio, le pregunta que qué sucede si el producto que vende no es bueno. A Joe le sorprende esta pregunta, que no esperaba, y con una risa nerviosa le dice con poca convicción que normalmente los productos son buenos, pero el suegro le vuelve a interpelar –casi le interrumpe- preguntándole que qué pasa si no es así. La hija se ve obligada a terciar para sacar a su marido del apuro, pero no es posible porque su padre ha comprendido perfectamente a qué se dedica y sentencia que “no entiende ese tipo de trabajo”, una enmienda a la totalidad.
Ganarse la vida como vendedor puede ser muy duro, no solo
por el trabajo en sí mismo, sino sobre todo porque puede que a uno le exijan
mentir deliberadamente, o que, sin llegar a ese extremo, el propio vendedor opte
por recurrir al engaño para alcanzar los objetivos, sin ser plenamente
consciente de la gravedad de esta acción. Es muy importante reflexionar
serenamente sobre cuáles son los medios lícitos que un vendedor debe emplear,
porque de lo contrario se puede ver envuelto en numerosos problemas. La
tentación del engaño debe ser rápidamente atajada para no convertirse en un
mercachifle. Es verdad que los engaños y triquiñuelas para vender y ganar más
dinero están a la orden del día, lo sé, y precisamente por ello hay que
advertir de que son una inmoralidad y, además, un grave error, porque un
vendedor con un sólido compromiso ético con toda probabilidad venderá más, será
un comerciante bien valorado en su profesión y, sobre todo, podrá llevar una
vida más feliz al conducirse honradamente.
El buen vendedor debe tener un conocimiento exhaustivo de su
producto o servicio y del de la competencia, así como tener una sólida
formación moral. El comercio en la economía de mercado implica competir y para
competir debes destacar tus fortalezas para mostrar que compensan tus
debilidades y/o las fortalezas y debilidades de los competidores. ¿Qué hacer
cuando lo que vendes es una auténtica “castaña”? Lo principal es no engañar y
tratar de contribuir a la mejora de tu producto o servicio para poder
atribuirle alguna fortaleza que aconseje su adquisición desde algún punto de
vista. Si se conocen bien las fortalezas será posible dirigirse al tipo de cliente
que mejor las pueda comprender. Si no es así, lo más adecuado es buscar otro
empleo, nunca recurrir al engaño que es la raíz de la mentira.
Hay muchas personas que no ponen en duda su manera de
ganarse la vida, como Joe cuando va a conocer a su suegro sin sospechar que
pueda no gustarle su profesión, pero a veces una pregunta directa que nos
cuestiona sobre la verdad de lo que hacemos puede provocarnos un brusco
despertar. Ese es el mérito de esta impactante escena.
jueves, 1 de junio de 2023
La estrategia de Sánchez está clara
Ver y escuchar la soflama de Pedro Sánchez a los parlamentarios socialistas me provocó sensaciones desagradables. Como dije en su momento, es un déspota, completamente incapaz de pensar en los intereses de su partido y mucho menos en el bien común. Pretender hacernos creer que ha convocado elecciones porque así se lo exige su conciencia es tomarnos por tontos. Su soberbia no puede ser maquillada con calificativos favorables. Está endiosado y hay que mandarlo a su casa con un resultado incontestable en las urnas. Si esto se produce sin mayores problemas -veremos hasta dónde llega-, la democracia española, el régimen del 78, habrá demostrado una enorme solidez, aunque recomponer todos los daños causados por este irresponsable llevará cierto tiempo. En buena medida dependerá del rumbo que tome el PSOE tras la derrota.
Hay que movilizarse para lograr
un cambio de gobierno. La estrategia que va a seguir Sánchez está clara: aglutinar
todo el voto posible de la izquierda, habida cuenta de que el voto moderado está
perdido. Eso significa renunciar a la victoria o fiarla a circunstancias muy
improbables como la movilización de la izquierda y la desmovilización de la
derecha. Ese intento desesperado por movilizar a su electorado esgrimiendo el
mensaje del miedo a la derecha comenzó ayer y continuará en las próximas
semanas. No tiene otra opción que zarandear al país, sacudirlo hasta hastiarlo,
una verdadera irresponsabilidad que, además, lo más probable es que le resulte
contraproducente, sobre todo si Yolanda Díaz es inteligente y modera su
discurso. Entre los votos socialistas a Sumar, los que vayan al PP y la abstención es probable que el PSOE tenga el peor resultado de su historia. Me alegra que no se presente Ciudadanos, pero ha
sido una torpeza por su parte no haberse sabido posicionar a la derecha del
PSOE para, una vez evidente su radicalización, lograr algunos votos socialistas
para seguir en el Congreso. En esa tarea deberían haber estado trabajando en
los últimos meses con una refundación ideológica. Ahora ya era demasiado tarde.