domingo, 10 de noviembre de 2024

¿Qué hizo el Ayuntamiento de Paiporta tras el aviso de la Generalitat de las 12:20?

La ira y la pereza hacen que muchos exaltados busquen rápidamente un culpable -a ser posible un único culpable- de la catástrofe. La izquierda se ha lanzado a por Mazón, como era de esperar, y este se lo ha puesto fácil con su incapacidad para cancelar su agenda y centrarse en seguir la evolución de la emergencia. Hay que tratar de no dejarse arrastrar por bulos y campañas de descrédito y buscar datos significativos. A día de hoy sigo perplejo con el aviso dado por la Generalitat a las 12:20 del martes 29. Se trataba de una “Alerta hidrológica en rambla del poyo” destinada, pues, a los municipios ribereños, entre ellos Paiporta, con alcaldesa socialista. Si leen el aviso, insisto, no se habla en absoluto de lluvias, lógico, pues el aviso tenía su origen en información proporcionada por la Confederación Hidrográfica del Júcar, no por la AEMET, y se habla de "caudal".

Estoy intentando enterarme de qué medidas adoptó el Ayuntamiento de Paiporta para proteger a sus vecinos, ya que se pedía a los municipios ribereños que adoptaran medidas preventivas. De momento, he visto que pocos minutos más tarde el Ayuntamiento de Paiporta publicó un tuit en X a las 12:47 en el que se decía lo siguiente: “Aviso importante: riesgo de lluvia extrema! Debido a las intensas lluvias pronosticadas y para garantizar la seguridad, parques, polideportivo y cementerios permanecerán cerrados”. No salgo de mi asombro. El aviso de Emergencias era por riesgo de riada, al margen de por fuertes lluvias, del que ya venía advirtiendo la AEMET. Las medidas preventivas que adoptaron fueron cerrar parques, polideportivo, ¡y el cementerio! Este último es de traca: el lugar más concurrido del pueblo. Increíble. ¡No cerraron tiendas, no cerraron las calles adyacentes a la rambla, no dijeron que no cogieran el coche y se quedaran en sus casas! Me aventuro a pensar que quizá en el Ayuntamiento interpretaron que una "alerta hidrológica" es una alerta por lluvias y no por riesgo de desbordamientos. Y, claro, como no llovía...

A falta de mayor información, de momento, veo que la alcaldesa de Paiporta, que pasa por ser víctima de falta de información, no adoptó las medidas contundentes que podía y debía adoptar para proteger a sus vecinos. Pero, claro, es más fácil echarle la culpa a Mazón.

viernes, 8 de noviembre de 2024

Indagando en las responsabilidades de la catástrofe sin olvidar lo importante

Sigo leyendo y escuchando las versiones de los políticos que tratan desesperadamente de evitar que el marrón de la responsabilidad les alcance. Es evidente que Mazón no valoró bien la gravedad de la situación, porque debería haber estado presente físicamente y al frente del operativo de emergencias para pedir toda la ayuda necesaria. Ello no exonera al gobierno de la nación, ya que disponía de información proporcionada por un organismo que depende del Ministerio de Transición Ecológica, la Confederación Hidrográfica del Júcar, que para mí sigue siendo quien debe proporcionar la información decisiva para poner en marcha las alertas.

Se observa que los responsables políticos de la Generalitat, Consellera de Interior y Presidente, carecieron de la iniciativa y los reflejos necesarios que la situación requería, pero, aún así, he observado que la Generalitat trasladó con toda claridad una información que debía haber servido para que se adoptaran medidas en los municipios afectados por la gran riada de la rambla del poyo. En concreto, he leído una alerta emitida el martes a las 12:20 que, como se puede ver en esta noticia -que incorpora la alerta- (https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2024/11/08/catorce-horas-anatomia-crisis-111482700.html), respondía a una información proporcionada por la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Esta alerta no llegó directamente a los móviles de los ciudadanos, pero era visible para todo aquel que quisiera enterarse. Los alcaldes de los municipios afectados la conocían: se les estaba advirtiendo de que ese barranco era un peligro. Luego se puede ver que la Confederación fue informando del descenso del caudal y señalando que el verdadero peligro estaba en el embalse de Forata, pero la alerta en la rambla del poyo seguía activa. Emergencias reaccionó tarde a la información de la Confederación emitida a las 18:43, pero los alcaldes por donde pasa la rambla del poyo no deberían haber esperado a ver llegar la riada, porque en la propia alerta se les pide a las 12:20 “adoptar las medidas preventivas pertinentes para evitar el acceso a las riberas de las personas”. Quizá esté equivocado, pero yo vi a personas que iban en coche por las calles cuando llegaba el agua. ¿Acaso la policía local del municipio no tuvo seis horas para evitar esa situación? Me parece que no falló sólo la Generalitat como pretende hacerse creer a los ciudadanos. Todos, también los ciudadanos, debemos asumir nuestra responsabilidad cuando estamos en alerta y mantener una conducta activa, informarnos, y actuar en consecuencia.

Ahora nos encontramos con que la izquierda -como siempre- se ha lanzado a ganar la batalla por el relato y la derecha intentará defenderse. Unos y otros se echarán la mierda encima. Es verdad que uno puede indagar en quién tiene razón, como yo mismo estoy intentando hacer, pero incluso si todos hubieran actuado con la máxima diligencia no hubiera sido posible evitar la catástrofe. Difícilmente no habría habido muertos y cuantiosos daños materiales. Ante tanto dolor y sufrimiento no debemos alegrarnos, porque ello denotaría una indecente falta de sensibilidad, pero estas catástrofes ayudan a ver perspectivas de la realidad que permanecen ocultas y a ejercitar virtudes imprescindibles para el crecimiento personal. Se dice que los jóvenes se están volcando en las tareas de ayuda y voluntariado. Es estupendo que muchos de ellos salgan del bucle de las redes sociales y la vida virtual en el que se hallan instalados y tomen contacto directo con la realidad para comprobar que la vida que conocían puede cambiar en cuestión de segundos. Por otra parte, todos los que no hemos sido directamente afectados nos equivocaríamos pensando que esto no va con nosotros. Esto le podría haber pasado a cualquiera y es una obligación moral ayudar en la medida de las posibilidades de cada cual.

martes, 5 de noviembre de 2024

¿Cuál es la responsabilidad de la Confederación Hidrográfica del Júcar?

En declaraciones emitidas ayer en una entrevista con Carlos Herrera, Carlos Mazón recordó que no hay que confundir la alerta por fuertes lluvias que pronosticaba la AEMET, y la alerta ante las consecuencias de esas lluvias, riadas, de las que debe avisar la Confederación Hidrográfica del Júcar en este caso, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. Sobre esta última alerta, Mazón explicó que la Generalitat Valenciana estaba siendo informada de la situación en la cuenca mediante unos correos electrónicos que han sido publicados. En esos correos, en efecto, se comprueba que los datos que ofreció la Confederación sobre el caudal de la rambla del poyo eran incluso optimistas hasta que a las 18:43 se envía un correo (¡no fueron capaces de llamar urgentemente por teléfono!) advirtiendo de la crecida. Recibido ese aviso, la Generalitat, imagino que Protección Civil, decidió mandar una mensaje urgente por móvil a la población una hora y veinte minutos más tarde, demasiado tiempo tratándose de una emergencia de tal calibre.

Si se leen las funciones que le corresponden a la Confederación Hidrográfica del Júcar (https://www.chj.es/es-es/Organismo/Funciones/Paginas/Funciones.aspx) podrán comprobar que a este organismo le corresponde informar sobre crecidas de agua que se produzcan en la cuenca. Por tanto, la Generalitat Valencia dependía funcionalmente de la información de la Confederación, que a su vez debía tener en cuenta el pronóstico de la AEMET sobre las lluvias. Todos sabíamos que había una DANA, pero las consecuencias concretas eran impredecibles, porque dependían del lugar exacto en el que se produjera la tormenta. Dicho de otra forma, la Generalitat no sabía por dónde podía venir exactamente el peligro y de ahí que se advirtiera genéricamente a la población a la espera de mayor concreción, que vino en un correo electrónico enviado a las 18:43 por lo que respecta a los pueblos afectados por la rambla del poyo. Me parece fuera de duda que a Carlos Mazón le están endosando un marrón del que no es el mayor responsable. Pero todavía digo más, es la propia Confederación la que debería saber perfectamente cuáles son las zonas de peligro en caso de fuertes lluvias e informar diciendo algo más que el volumen de agua que pasa en cada momento por un punto.

El precedente de la última gran riada de 1982 nos puede servir para analizar este caso. Sabemos que se juzgó al ingeniero de la presa de Tous que se rompió y, al desbordarse, causó las graves inundaciones. El proceso y la determinación de responsabilidades se centró en personas que trabajaban en la Confederación Hidrográfica del Júcar porque se trató también de una riada, sólo que en aquella ocasión debida a la rotura de un embalse. Entre otros, se trató de determinar la responsabilidad del comisario de aguas del Júcar por no haber avisado a los responsables de la presa de Tous del aviso de fuertes lluvias. A partir del momento en que se produjo el desastre el ejército fue enviado de inmediato para ayudar a los damnificados y paliar las consecuencias. 

El gobierno de la nación pretende descargar toda la responsabilidad en Mazón, pero me parece que no tienen razón y que están actuando injustamente. Seguiré indagando.

lunes, 4 de noviembre de 2024

La nación, a través del Rey, le pide al Estado que actúe

Ante la catástrofe que estamos viviendo en Valencia, de todas las instituciones sólo los Reyes de España han sabido estar en su sitio. El Rey, aunque ocupe la jefatura del Estado en nuestra Constitución, es ante todo, o está llamado a ser, el líder de la nación. Su legitimidad dinástica trasciende nuestro modelo de Estado, al menos para los que nos consideramos monárquicos. Por eso ha acertado estando al lado del pueblo dejando ver la diferencia que existe entre él y los políticos. Al Rey le corresponde escuchar el sentir de los ciudadanos y, como cabeza de la nación, como su más genuino representante, solicitar la máxima intervención del Estado, que de momento está resultando tardía e insuficiente. 

Hay que ser muy cauto a la hora de afirmar si ha habido personas que han cometido negligencias. Habrá que ver cómo funciona ese entramado competencial, pero a la vista de los efectos no cabe ninguna duda de que estamos ante una emergencia nacional que necesita unos medios de los que sólo dispone el gobierno de la nación. Si en un primer momento las autoridades autonómicas tenían alguna responsabilidad, hace bastantes días que el gobierno de la nación debería haber asumido el mando. Si no es así, algo falla en España y eso hace que los ciudadanos estallen indignados al ver cómo la principal preocupación de los políticos es salvar el culo.

La indignación es todavía mayor en el caso de los valencianos. En España los recursos no se están distribuyendo justamente. Hay comunidades autónomas –País Vasco y Navarra- claramente beneficiadas por su capacidad para condicionar la gobernabilidad y por su sistema de financiación. Los más de cinco millones de valencianos no recibimos una inversión del Estado justa. Esto lo reconocen todos los expertos. No es de recibo que en una región amenazada por las inundaciones desde Franco no se hayan acometido grandes obras hidráulicas necesarias para paliar estas inundaciones, salvo el embalse de Tous y Cortes de Pallás. No estoy diciendo que esas obras podrían haber evitado la catástrofe, pero quizá sí rebajar los daños materiales y, sobre todo, el número de víctimas. 

martes, 29 de octubre de 2024

Trump, la pesadilla americana

En pocos días puede que Donald Trump vuelva a convertirse en presidente de los Estados Unidos. Estremece ver en sus mítines a personajes esperpénticos -uno de ellos Elon Musk, el hombre más rico del mundo- que le acompañan diciendo barbaridades de todo tipo e insultando sin ningún pudor. Él mismo no hace más que insultar a Kamala Harris. Sabemos que en aquel país la política es un espectáculo que a veces adquiere tintes grotescos, como muestra John Ford en “El hombre que mató a Liberty Valance”, una película que bien merece varias entradas. Sin embargo, lo de Trump pasa de castaño a oscuro, porque se trata de alguien que alentó el asalto al Capitolio. ¿Cómo es posible que este candidato no genere rechazo en un pueblo que se enorgullece de su democracia? Incomprensible y altamente preocupante. Uno diría que está viendo una película de Scorsese, el más berlanguiano de los directores estadounidenses, pero es real, vaya que si lo es.

lunes, 28 de octubre de 2024

"La infiltrada", una película imprescindible para los jóvenes

Ayer fui al cine con mi mujer a ver “La infiltrada”, una película de Arantxa Echevarría, protagonizada por Carolina Yuste, pero que también cuenta con actores de la talla de Luis Tosar, Víctor Clavijo o Pedro Casablanc. Carolina Yuste, una actriz que ya me llamó la atención por su actuación en “El cover”, probablemente será nominada para el Goya a la mejor actriz. Es una película muy recomendable, sobre todo para la gente joven que no ha conocido el terrorismo de ETA. El argumento está inspirado en hechos reales: la policía nacional logra infiltrar en ETA a una joven policía que sacrifica años de vida para ganarse la confianza del entorno etarra. Los riesgos de ser descubierta y asesinada son inmensos, pero asume el reto y, superando el asco de convivir con los terroristas e incluso de mantener relaciones sexuales con uno de ellos, ayuda a la desarticulación del “comando Donosti”. La directora y los actores logran mantener el suspense en esta meritoria película que muestra descarnadamente la barbarie y sinrazón de una gente que, pese a vivir en democracia, fanatizados, no dudaron en asesinar, secuestrar y extorsionar. Indigna ver que la sociedad vasca pueda votar a quienes han apoyado a estos asesinos desalmados. Ya sé que han renunciado al terrorismo, y me alegro por ello, por supuesto, pero en modo alguno se muestran avergonzados de lo que hicieron. Al contrario, celebran las excarcelaciones y les rinden homenajes. Bildu no es un partido como los demás mientras mantengan esa actitud. Por eso es una indignidad que el PSOE alcance acuerdos políticos con esta formación cuya “contribución” a la democracia ha consistido en entrar en un restaurante y disparar en la nuca al adversario político. ¡Qué pocos jóvenes había en la sala! Una pena.

martes, 17 de septiembre de 2024

Proteger nuestra atención

Un colega y amigo está estudiando las características del llamado “poder digital”. Le preocupa especialmente cómo en internet se nos vigila y se nos intenta robar la capacidad de dirigir voluntariamente nuestra atención, porque nos quieren permanentemente alterados. Yo diría que no sólo es internet: algunas tendencias en programas de televisión son muy llamativas. No se permite que el espectador contemple únicamente a las personas que están conversando en el plató. Se reduce su tamaño y, mientras ocupan recuadros de la pantalla, se proyectan imágenes en bucle sobre el tema en cuestión que pretenden captar la atención del espectador, como si no fuera suficiente con escuchar a quienes están hablando. Al mismo tiempo, en la parte baja de la pantalla aparecen noticias escritas y se anticipa el tema que se tratará “a continuación” para que el espectador sienta que no debe perdérselo y permanezca atento. Por si fuera poco, en algunos programas, especialmente los relacionados con la política como “Al rojo vivo”, todo se ve amenizado con una música “épica” que pretende generar emociones. El espectador se ve zarandeado y lo peor es que, con todos estos estímulos operando sobre nosotros, aún somos capaces de combinar lo anterior con consultas e interacción con el móvil. Una auténtica locura.

Estamos tan acostumbrados a este fenómeno que no nos damos cuenta de la gravedad que tiene. Atender a algo significa ser conscientes de ello, estar presentes. Decidir a qué prestamos atención es un reducto esencial de nuestra libertad que requiere ser preservado a toda costa e incluso entrenado. El “mindfulness” que hoy está tan de moda se dirige a lograr una atención plena como una forma de terapia. El poder digital y, en general, la sociedad de consumo pretende captar nuestra atención, pero -y esto es lo grave- no esa atención que surge de nuestra intimidad y es dirigida conscientemente, sino algo mucho más superficial que no merecería ni siquiera llamarse atención. Yo diría que es una simple percepción sin vocación de poner en marcha un proceso de reflexión. Los estímulos externos son percibidos y, como apenas hay tiempo para dirigir nuestra atención de forma plenamente consciente y reflexiva, reaccionamos ante ellos. Al tratarse de una reacción, el proceso incluso tiene ciertos automatismos que pueden ser estudiados para tratar de aprovecharse de ellos (noticias "gancho", anuncios personalizados, test que despiertan automáticamente la curiosidad, etc.). 

Como apuntaba, el espectador se ve zarandeado, violentado por tanto estímulo perceptivo, y es fundamental que nos demos cuenta de que se nos intenta manipular mediante técnicas a veces bastante sutiles, aunque no tanto como para no poder identificarlas. Para vivir hay que saber defenderse de esas agresiones, lo cual no está al alcance de todos y, sobre todo, de los más jóvenes.