lunes, 31 de marzo de 2008
Vergonzosa afirmación de Rajoy
miércoles, 19 de marzo de 2008
La entrevista al caníbal de Rotemburgo
Anoche, Documentos TV, un programa de La 2 que presenta Pedro Erquicia, emitió un documental sobre el caníbal alemán de Rotemburg que cumple cadena perpetua por haber matado a un hombre, contando con el consentimiento de la víctima, y haber comido su carne durante un mes. El documental recoge el testimonio del caníbal, que explica con todo detalle el proceso psicológico que le llevó a desear comerse a una persona, lo que sucedió cuando se encontró con la víctima, e incluso cómo sabe la carne humana y cómo la cocinó. Les aseguro que todavía estoy impactado por todo lo que escuché. Este caso es una demostración del grado de complejidad y perversión que puede llegar a alcanzar la mente humana.
Así que tenemos a un hombre con el ferviente deseo de unirse a alguien comiéndoselo, y a otro hombre que no imagina mayor placer que ser comido vivo. Se citaron en Rotemburgo y fueron a casa del caníbal. Llegados a la casa la víctima se desnudó y le preguntó a su compañero de “juegos” qué le parecía su cena. Subieron al cuarto donde tendría lugar el descuartizamiento y la víctima imploró que le cortara el pene y fuera a la cocina a guisarlo para disfrutarlo ambos. Después de ciertas dudas, y tras afilar la navaja, el caníbal le seccionó el pene. La víctima chilló y la sangre manó con fuerza, como si fuera un surtidor. El caníbal dividió el pene en dos partes y bajó a la cocina a prepararlo, pero como la carne estaba tan tierna y húmeda, el guiso resultó incomestible, lo cual decepcionó a ambos. A los veinte minutos, la víctima, que seguía desangrándose, se quejó de que ya no le dolía la herida. Se tumbó en la bañera y a las cuatro horas perdió el sentido. Aún estaba vivo cuando el caníbal lo degolló y lo descuartizó guardando su carne en un frigorífico. Se dispuso a hacer realidad su fantasía preparando un guiso con un pedazo de carne extraído de la espalda que acompañó de patatas, coles de Bruselas y un buen vino. Todo ello servido en su mejor vajilla y en un ambiente romántico a la luz de las velas. Dice el caníbal que la carne sabe muy parecida a la de un cerdo, aunque un poco más fuerte. Estaba muy buena, confiesa a su entrevistador en la prisión. Durante un mes siguió comiendo la carne almacenada, y buscó nuevas víctimas en Internet, llegando a confesar a sus interlocutores que ya tenía experiencia. Uno de ellos le denunció, la policía fue a su casa, encontraron la carne y lo detuvieron.
lunes, 17 de marzo de 2008
El bulo de los nuevos pecados y el reciclaje de la basura
Todo proviene de la entrevista que publica Il observatore romano, periódico oficial del Vaticano, a un obispo. En el curso de la misma éste viene a decir que con el paso del tiempo surgen nuevas formas de pecar, lo cual no significa ni que el concepto ni la lista de pecados haya cambiado. Entre esas novedades que presenta nuestra sociedad el obispo se refiere a los avances biotecnológicos, a la protección del medioambiente o al consumo de drogas. De ahí la prensa sensacionalista extrae un titular: "No reciclar la basura será pecado".
De todo esto me enteré ayer en misa. El cura concluyó la celebración aclarando este punto. Hizo muy bien. Y ahora yo se lo transmito a ustedes. ¡Hay que leer el blog de De Soca para estar bien informado! Y no me resisto a concluir este post sin ofrecer la definición de pecado del catecismo y reflexionar brevemente sobre el reciclaje de la basura. "El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como ‘una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna’".
Examinemos la conducta de no reciclar basura. Si ella se debe a que el Ayuntamiento no ha puesto contenedores y el reciclaje exije en ese caso un esfuerzo irrazonable, me atrevería a afirmar que no es pecado. Sin embargo, si existen esos contenedores y conociendo su existencia no se recicla, habría que preguntarse qué mueve a esa persona a no reciclar cuando sabe que daña el medioambiente y, por tanto, al prójimo. Probablemente le mueve la pereza, que es uno de los siete pecados capitales. Fíjense como no reciclar la basura es una nueva manera de pecar.
viernes, 14 de marzo de 2008
El adiós de Zaplana
jueves, 13 de marzo de 2008
La batalla de las ideas
Hay que comenzar destacando la distinción de Ortega entre ideas y creencias. Podría decirse que la idea representa una interpretación intelectual de la realidad de la que se es plenamente consciente y por ello es susceptible de ser debatida, criticada o defendida. La creencia, por su parte, se mueve en otro terreno: se cuenta con ella muchas veces sin reparar en su existencia. Por ejemplo, todos creemos mientras estamos sentados que el suelo no se hundirá. Contamos con ello y vivimos sin reparar en esta creencia. Si el suelo que pisamos dejase de ser seguro se originaría una profunda crisis, lo cual demuestra que es más grave una crisis en el ámbito de las creencias que en el de las ideas. Esta distinción capital entre ideas y creencias tiene importancia filosófica, social y psicológica. Así, por ejemplo, el psicólogo Albert Ellis funda su Terapia Emotiva Racional en la necesidad de descubrir las creencias irracionales que condicionan nuestras ideas, nuestros pensamientos negativos que nos hacen sufrir, y trabajar sobre ellas para “reprogramar” nuestra mente.
Las ideas y las creencias están muy relacionadas. Como acabo de señalar, Ellis sostiene que las creencias condicionan las ideas. Efectivamente, así es. Una idea que es defendida y gana la batalla en la opinión pública puede ser progresivamente interiorizada y actuar como una creencia que moldee nuestra manera de pensar. Por ejemplo, hoy se discute el concepto de familia. Hay diversas posiciones ideológicas que disputan sobre la cuestión. Si triunfa la idea de que una familia es una comunidad de amor con independencia del sexo, es posible que en los próximos años la aceptación pacífica de dicha idea se convierta en una creencia desde la cual interpretemos el mundo, de manera que ponerla en duda nos parezca poco más o menos tan absurdo como afirmar que el suelo se abrirá a nuestros pies.
Quizá les parezca exagerada esta conclusión, pero piensen en algo que ha sucedido esta semana. La Iglesia actualizó su lista de pecados sociales calificando como tal el consumo de drogas o no reciclar la basura. ¿Cuál fue la reacción de la gente? Fíjense que no pusieron gesto serio y reflexionaron intelectualmente sobre la cuestión, sino que se lo tomaban a pitorreo. La falta de sentido de pecado ha arraigado de tal forma en nuestra sociedad que se ha convertido en una creencia, y considerar pecaminosas determinadas conductas habituales se toma a cachondeo por mucho que lo afirme el Papa. Igualmente, el arraigo de la falta de pudor y de la libertad sexual explica que Zerolo se sienta cómodo al hablar de sus orgasmos. Cada vez es más fácil para un homosexual “salir del armario”. Incluso se le aplaude. Somos precisamente los católicos los que hoy debemos esforzarnos por “salir del armario” y no ocultar nuestra condición de cristianos.
Las ideas de hoy son las creencias de mañana. Si el PP olvida esto está condenado a nadar contra corriente, a tener complejo (así se explica el maricomplejines de Jiménez Losantos) al defender sus ideas en un ambiente poco propicio (debido a las creencias vigentes) hacia ellas. O incluso corre el riesgo de presentarse como un partido desideologizado, como un partido eminentemente tecnocrático. Para mí resultaba inaceptable escuchar a Rajoy decir que lo que verdaderamente importa es la economía y llegar a fin de mes. Por ahí no se va a ningún lado. Hay que tener ideas y defenderlas.
La resaca electoral
Estamos ante la resaca de los resultados y los análisis abundan en la opinión pública y en los partidos. Un amigo me dice que no son tan malos para el país. A su juicio, el retroceso experimentado por los más radicales hará que estos partidos se den cuenta de que la estrategia del frentismo, es decir, de todos a una contra el PP, les aboca al fracaso y ello hará que moderen su discurso. No estoy muy convencido de ello. Muchos radicales de izquierda nacionalista han votado PSOE, pero es más que dudoso que ello haya sucedido por haber renunciado a sus ideas. Yo soy pesimista porque pienso que el triunfo electoral reafirma al PSOE en su estrategia de aislar al PP y de asumir un discurso claramente nacionalista en Cataluña y el País Vasco.
En el PP, además del terrible error (soy generoso) de Rajoy de volverse a presentar, y del ascenso de mediocres como Soraya Sáenz and company, surgen voces que apuestan por una estrategia en el País Vasco que realice una política más “próxima al terreno”, eso dice Antonio Basagoiti, similar a UPN en Navarra. Tendrá que precisarse primeramente en qué consiste exactamente lo que pide Basagoiti para poder valorarlo, pero desde luego prefiero la política de Vidal Cuadras en Cataluña que la de Piqué. Permaneceremos a la espera.
Finalmente, el triunfo socialista ha supuesto la consolidación de la quiebra del prestigio del Tribunal Constitucional, una de las instituciones más importantes de nuestra democracia. Es vergonzoso que la recusación de los magistrados se decida tres días después de las elecciones. La opinión pública puede pensar lícitamente que el Tribunal ha esperado a ver quién gobernaba antes de decidir. Semejante sometimiento al poder político es intolerable. Estaremos ojo avizor a las próximas sentencias del Tribunal Constitucional, aunque mi confianza en esta institución, cuyo trabajo conozco muy bien, es cada vez menor.
lunes, 10 de marzo de 2008
Un análisis en clave sociológica del resultado electoral
No cabe duda de que los socialistas han obtenido un apoyo importantísimo de la izquierda nacionalista y radical que tiene como seña de identidad el odio al PP. El Pacto del Tinell ha tenido una clarísima traducción electoral aglutinando el voto útil hacia aquel partido que mejor podía combatir al enemigo. ¿Y qué sector de la población se identifica con esa adscripción ideológica, con ese mensaje? Los jóvenes, especialmente los de aquellas comunidades gobernadas por los nacionalistas. Rajoy no sólo no ha sintonizado con los jóvenes, sino que estos lo han visto como un extraterrestre, como un hombre del que les separa un abismo ideológico y, además, generacional. Si esto no se tiene muy presente, el análisis electoral puede conducir a cometer errores importantes.
El PP puede pensar lícitamente que los resultados reafirman el liderazgo de Rajoy, pues se ha aumentado en número de votos y de escaños. Como decía en el anterior post, esto es cierto. Pero si el PP desea volver al poder debe embarcarse en una empresa titánica: volver a sintonizar con la juventud y recuperar el voto joven. Hay que recordar que los buenos resultados del PP en los años 96 y 2000 se cimentaron en un impresionante apoyo de la juventud española. El votante más fiel del PSOE eran los pensionistas, de ahí que el PP se esforzara en trasladar el mensaje de que un cambio de gobierno no afectaría en absoluto a las pensiones. Curiosamente, ahora sucede lo contrario. Los pensionistas constituyen el suelo electoral del PP. Mientras esto suceda será imposible que el PP derrote al PSOE.
Decía que la recuperación del voto joven constituye una empresa titánica. Para acometerla lo primero que hay que hacer es buscar un líder capaz de desarrollarla con éxito. Rajoy no puede ser, y los votantes del PP lo tienen que asumir, porque pertenece a una generación absolutamente alejada de la manera de pensar y sentir de las generaciones emergentes. Por tanto, lo primero un nuevo liderazgo. Pero esto es sólo el comienzo de la tarea. El apoyo de los jóvenes a un indigente intelectual como Zapatero es perfectamente comprensible desde la indigencia intelectual de nuestra juventud. Si alguien pensaba que el desastre, el crimen mejor dicho, perpetrado en la educación iba a salirnos gratis va listo. Tenemos una juventud de bajísimo nivel cultural y, sobre todo, moral. Una juventud que le ríe los orgasmos a Zerolo y manda a Eurovisión al Chikilikuatre. Una juventud a la que sólo le llegan los mensajes de la izquierda radical por dos razones: primera porque la izquierda radical domina los centros de educación pública, y segunda porque el PP no ha planteado batalla en el terreno de las ideas.
En efecto, Rajoy ha volcado sus mensajes en la economía, y, como se ha demostrado, la economía por sí sola no otorga una victoria electoral. Las ideas, señores del PP, son importantísimas, y dimitir en ese terreno es letal. Por eso Aznar apostó por FAES. Pretendía con esta institución crear un laboratorio de ideas al servicio del PP. Pero se equivocó de plano, puesto que lo que se necesita no es precisamente un laboratorio, sino un medio adecuado de divulgación y éste, señores del PP, es la Universidad y los medios de comunicación. El PP despreció la Universidad durante su mandato, actuó con despotismo ilustrado y la radicalizó aún más hacia posiciones de izquierda. De ahí que no deban sorprendernos los bochornosos espectáculos que han tenido lugar durante esta campaña electoral en las aulas universitarias. El PP no ha sabido compensar el peso de la izquierda en la Universidad, al igual que en los medios de comunicación. Por eso la empresa a la que me estoy refiriendo resulta titánica, casi desesperada.
Corremos un serio riesgo de que el PSOE se perpetúe en el poder y en el PP no hay activos políticos capaces de contrarrestar la fuerza del socialismo. Rajoy contaba con un núcleo de personas capaces de formar un buen gobierno, pero en las listas se aupó a auténticos incapaces que difícilmente pueden desarrollar empresa alguna. Detrás de la derrota del PP se esconde un panorama sombrío. Nos esperan años difíciles.