jueves, 9 de julio de 2015

¿Así interpreta Tsipras el "no" del pueblo griego?

Esta es la carta que envía el ministro de finanzas griego, Sacalotos, para solicitar el rescate de su país. Veremos la letra pequeña,  pero para esto se podían haber ahorrado el referéndum. Sí yo fuera griego y hubiera votado "no" estaría indignado.

miércoles, 1 de julio de 2015

Órdago a la griega

No entiendo de póker, a diferencia de Mr. Casual Varoufakis, pero cuando uno plantea un órdago es para aguantar hasta el final y no cagarse en los pantalones  como acaba de suceder con Tsipras, cosa comprensible dicho sea de paso. ¿Qué es esto de que ahora acepta las condiciones? ¿Y qué pasa si gana el “no” en el referéndum? Me parece un despropósito. Pero, ¿y de qué sirve que acepte? Simplemente se demora el desenlace sobradamente conocido: o se le perdona una parte sustancial de la deuda o Grecia no va a pagar. Me parece que Tsipras ha tenido miedo a perder el poder, porque realmente Grecia debía llevar su órdago hasta el final. De momento, acaban de obsequiarnos con el órdago a la griega, un ridículo espantoso caso de confirmarse.

martes, 30 de junio de 2015

Gracias, Tsipras

El órdago griego, caso de que finalmente se materialice en la salida de Grecia del euro, es un golpe de suerte si sirve para acabar con el euro. Ni Suecia, ni Reino Unido, ni Dinamarca están en el euro. Fueron listos, pensaron las consecuencias que tendría en clave nacional, que es la que sigue presidiendo el funcionamiento de la Unión Europea. No se puede violentar la realidad, y el euro ha sido un intento temerario de forzar la realidad. Cuanto antes se acabe con esto muchísimo mejor. Volvamos a las monedas nacionales y, a partir de ahí, repensemos la Unión Europea fortaleciendo los lazos de solidaridad, los proyectos educativos, y las políticas comunes de inmigración y defensa. Por ahí vamos bien, no con el funesto euro. ¿Me olvido de las consecuencias? No, naturalmente que el proceso será muy duro, muy difícil, pero es necesario mientras los Estados sigan siendo soberanos y no prime la búsqueda del bien común (la negativa a mutualizar la deuda, los eurobonos, fue la prueba del algodón). No estamos preparados para lo que exige el euro, así de sencillo. 

miércoles, 22 de abril de 2015

La muerte del profesor

He leído que la Consellera de Educació de la Generalitat de Catalunya ha declarado, con relación al suceso del instituto Joan Fuster, que ha muerto un profesor, pero que la gran víctima es el niño que le mató. No salgo de mi asombro. Es lamentable que el niño actuara así por razón de una enfermedad, y hay que adoptar las medidas necesarias para ayudarle, pero no dejo de pensar en el profesor muerto y en su familia, sobre todo después de ver la foto en la que su cadáver es sacado del edificio metido en una bolsa de plástico sujetado por trozos de cinta aislante. Miro la foto y por las formas imagino dónde están los pies y la cabeza que entraron vivos ese día sin sospechar que todo acabaría así. Dicen que llevaba dos semanas trabajando en el Instituto, realizando una sustitución. De la manera más insospechada llega “el día señalado”, como dice la letra de la canción “Morir todavía”, de Héroes del Silencio. Lo mismo que les pasó a los pasajeros de vuelo a Düsseldorf. El profesor es la gran víctima, el hombre al que se le fue la vida cuando entró por esa puerta del aula al oír los gritos y recibió una puñalada mortal en el pecho. Imagino ese segundo en el que llegas a saber que todas tus ilusiones y proyectos se van y, quizá, solo te da tiempo para un último pensamiento de sorpresa en el que no comprendes cómo es posible que te pase eso cuando no era el momento. Entonces te das cuesta de lo frágil que es la vida, del regalo que significa estar vivo y que tu corazón siga latiendo. 

lunes, 16 de marzo de 2015

La revitalización de la democracia española

Hace algunos años, participé en un seminario sobre la reforma del sistema electoral español. Entonces pensaba que a España le convenía un panorama político en el que los partidos minoritarios de ámbito nacional tuvieran mayor peso, y así evitar que la gobernabilidad pudiera depender de los partidos nacionalistas. Creía, además, que superar el bipartidismo era imprescindible para revitalizar la democracia española, y ligaba ese objetivo a la reforma del sistema electoral.

El PP se ha mostrado contrario a introducir cambios en este terreno, al tiempo que viene incidiendo en los beneficios del bipartidismo por la estabilidad que proporciona. En buena medida es cierto, pero no me parece que el ascenso de nuevas formaciones vaya a suponer la ingobernabilidad del país. Si se confirma lo que apuntan las encuestas habrá que innovar políticamente, que es justo lo que necesitamos. Que opciones políticas como Podemos puedan parecernos peligrosas entra dentro de la riqueza inherente al pluralismo político que nuestra Constitución proclama como valor superior del ordenamiento. Es bueno que haya un partido como Podemos, que se debatan sus propuestas, que se realice un esfuerzo por desenmascarar sus argumentos y se les arrincone dialécticamente cuando, por ejemplo, no saben disimular sus simpatías hacia el chavismo venezolano.

Hoy da la impresión de que la reforma electoral no era necesaria para lograr la revitalización de nuestra democracia, aunque habrá que estar atento a la proporción entre votos y escaños en las elecciones generales. Los electores han dejado de atender a las apelaciones al voto útil. Parece que ya no creen, o dicha creencia ha perdido vigor, que votar a partidos minoritarios sea desperdiciar su voto. El resultado es que nuestra democracia se ha revitalizado. Entramos en una dinámica en la que los partidos van a tener que esforzarse por presentar programas atractivos y por elegir muy bien a sus candidatos. Estamos de enhorabuena.

sábado, 14 de marzo de 2015

Iglesias se está pasando de frenada

Si cuando la masa ruge esperando al orador para lanzar sus iras sobre él este logra que le dejen hablar, goza de una extraordinaria oportunidad para tornar las lanzas en cañas. De igual manera, la predisposición incondicional al elogio es fácil que desemboque en decepción. Otra característica de las masas, que como su nombre indica tienen en su comportamiento muchas propiedades relacionadas con la física, es que pueden hacer caer al que aúpan con una fuerza proporcional a la que le llevó a la cumbre. 

Dicen las encuestas que Podemos se estanca e incluso pierde fuelle. No me extraña en absoluto. Ahí tienen a Pablo Iglesias. Al principio deslumbraba con su retórica anticasta y ahora cada vez que sale pontificando con su voz de locutor entrenado empieza a resultar desagradable. Si hay algo que en España molesta sobremanera es ir de chulito y últimamente a este hombre lo veo con una arrogancia desmedida. No se le ocurre otra cosa después del debate sobre el estado de la nación que presentarse como líder de la oposición. Ahora rechaza debatir con Albert Rivera, como si fuera líder de un partido con mayoría parlamentaria. Le convendría no olvidar las leyes que rigen el comportamiento de las masas que le han llevado a despuntar en las encuestas. Repito, en las encuestas. Un líderazgo popular debe asentarse en una dignidad lograda a base de convicciones auténticas defendidas con energía y humildad sin apocamiento. 

jueves, 5 de marzo de 2015

Podemos y Ciudadanos

El ascenso de Podemos y Ciudadanos demuestra que la democracia española goza de buena salud. Es verdad que hay muchas cosas que mejorar, pero más importante que acertar con la solución que demanda cada problema es comprobar que se abren paso formaciones capaces de conectar con las preocupaciones de los ciudadanos. Si observáramos la política como un mercado en el que los partidos venden y los ciudadanos compran, no es difícil identificar los “productos” políticos que ofrecen estas formaciones y las razones de su buena acogida por parte de los “clientes”.

El éxito de Podemos se basa en destacar que la crisis ha demostrado que la división ideológica entre izquierda y derecha se ha difuminado. Tanto el PSOE como el PP tuvieron que realizar una política de recorte del gasto que vino condicionada por Bruselas y, sobre todo, por Berlín. El PSOE redujo el gasto social mientras que el PP ha subido los impuestos, medidas contrarias a sus planteamientos ideológicos. En Francia, Hollande clamaba contra la austeridad, pero Valls pronto tuvo que adoptar medidas para disminuir el gasto público y controlar el déficit. Las clases más humildes han padecido intensamente los efectos de estas medidas y han observado atónitas como al mismo tiempo que se deterioraba la sanidad y la educación pública aparecían noticias sobre los excesos cometidos por consejeros de bancos y por políticos corruptos. Podemos está trasladando a los ciudadanos el mensaje de que el problema no está en debatir si es mejor una política de izquierdas o de derechas, sino que urge recuperar la democracia y acabar con la oligarquía, con el gobierno oculto de unas élites políticas y económicas que siempre resultan beneficiadas. La idea funciona, vende, porque en buena medida responde a la realidad. Otra cosa es que luego las alternativas de gobierno que plantean sirvan para resolver los problemas.

Por su parte, Ciudadanos ha materializado una idea de renovación democrática desde los pilares del régimen del 78 que comparte con UPyD. Los nacionalismos periféricos han minado la igualdad entre los españoles y para revertir esta situación proponen reestructurar el Estado, recuperar competencias para la administración central y acabar con el mercadeo competencial que permite el art. 150.2 CE, suprimir instituciones ineficaces y/o redundantes, mejorar la representatividad del sistema electoral y luchar eficazmente contra la corrupción. Son problemas que tanto el PSOE como el PP no han sabido resolver. El PSOE es incapaz de ofrecer un proyecto nacional creíble, y tanto el PP como el PSOE están salpicados por graves escándalos de corrupción y no han planteado la batalla ideológica a los nacionalismos periféricos, sino que durante mucho tiempo se plegaron a sus exigencias. Ciudadanos y UPyD carecen de complejos en este terreno y ello explica su ascenso, sobre todo el de Ciudadanos por la razón que seguidamente mencionaré.

Se trata de “productos” políticos atractivos, pero además su éxito se explica porque están siendo puestos en el mercado por dos líderes pertenecientes a una nueva generación emergente de españoles nacidos entre 1976 y 1991, Pablo Iglesias y Albert Rivera. Al margen de los errores cometidos por UPyD, Rosa Díez no representa un liderazgo ilusionante y Albert Rivera la está engulliendo políticamente. Creo que Ciudadanos seguirá creciendo, porque sus propuestas son mucho más realistas que las de Podemos, y estos se estancarán o van a retroceder por varias razones. El fiasco de Syriza les ha dejado en evidencia. Sus líderes se están pasando de frenada y ofrecen una imagen de soberbia que empieza a generar rechazo en el electorado. No han sabido resolver el escándalo de Monedero, que pone en entredicho que no sean parte de la oligarquía que dicen combatir. Finalmente, su crítica al régimen del 78, que goza de un respaldo mucho mayor del que piensan, y en el marco del cual se ha producido su ascenso, supone un grave error de cálculo que pagarán caro.