lunes, 30 de marzo de 2009

Zapatero ironiza con la intervención en Perejil

No me extraña que los militares estén desconcertados después de haber escuchado que el presidente Zetapé aludía irónicamente a la "gran hazaña" de la intervención en Isla Perejil . Con este hombre no hay manera, lleva en la presidencia cinco años y sigue igual de irresponsable que el primer día. Aparte de la bofetada que sus palabras representan para los “boinas verdes”, que intervinieron en Perejil sin saber cómo iban a responder los marroquíes, el mensaje que Zapatero (ahora algunos ya le llaman Zetaparo) manda a Mohamed VI no puede ser más desalentador para los intereses españoles. El rey moro ya puede ir pensando en poner su pie en las chafarinas o en el peñón vélez de la gomera. Zetapé parece no darse cuenta de que por muy deshabitados que estén, estos trozos de tierra forman parte del territorio nacional, y por consiguiente su ocupación representa una agresión a la soberanía española. Meter en un mismo saco la posición de España en la guerra de Iraq y Perejil es una demostración de la deriva del gobierno Zapatero. Por no hablar del espectáculo que hemos ofrecido con motivo de la retirada de las tropas desplegadas en Kosovo.

domingo, 29 de marzo de 2009

El cumpleaños de Terence Hill

Cuando era pequeño, con frecuencia solía ir al cine durante los fines de semana y los largos veranos que pasaba en Ribarroja. Eran sesiones maratonianas. Normalmente programaban tres largometrajes, entrabas a las cuatro de la tarde y salías a las nueve de la noche un poco mareado de tanto cine y del cambio de la luz del día a la oscuridad nocturna. A pesar de ello, aguantaba perfectamente y disfrutaba de lo lindo, pese a que ni siquiera había cumplido los diez años. En aquella época –hace casi treinta años- estaban de moda las películas de Terence Hill y Bud Spencer. Recuerdo especialmente las de la saga de Trinidad, “Le llamaban Trinidad” y las que le siguieron. También solían poner muchas de Pajares y Esteso y de Manolo Escobar.

Hoy he leído que Terence Hill acaba de cumplir nada menos que 70 años. Curiosamente suelo asombrarme de lo rápido que pasa el tiempo cuando me entero del cumpleaños de los demás, especialmente si se trata de personas que permanecen jóvenes en mi recuerdo, como sucede con Terence Hill. Su compañero de aventuras en el cine, Bud Spencer, al que sigo viendo como ese gordo forzudo siempre dispuesto a liarse a tortas en un bar, va a cumplir ochenta años. Increíble. Por cierto, ahora comprendo por qué siempre protagonizaban los llamados “spaghetti westerns”. Terence Hill es veneciano y Spencer es de Nápoles (fue campeón mundial de natación en los años cincuenta). Supongo que aspirarían a trabajar en Hollywood y decidieron ponerse un nombre yanki.

El tiempo pasa muy deprisa, pero como les decía en el post sobre el paso del tiempo y La montaña mágica estoy convencido de que es posible ralentizarlo viviendo con intensidad, como nos sucedió hace unas semanas en Besançon. Lamentable o afortunadamente no podemos hacer que los recuerdos envejezcan. Estos siguen presentes y vivos en nuestra memoria. El olvido engulle parte del decorado, pero lo esencial solemos conservarlo. Ahí tenemos la batalla perdida, especialmente los memoriosos. No podemos evitar que la cercanía y claridad del recuerdo nos suma en la perplejidad como hoy me ha sucedido a mí con el cumpleaños de Terence Hill.

viernes, 27 de marzo de 2009

Pepe, el del Popular

Acaban de pillar en México a “Pepe, el del Popular” que hace dieciocho años huyó de la sucursal bancaria que dirigía con 6.000 millones de pesetas. Le ha detenido la policía cuando apenas le faltaban tres años para salirse de rositas por prescripción del delito. “¡Qué putada!” pensará más de uno. Está claro que es un sinvergüenza, pero este tipo de delincuentes tienen una vena simpática. El hombre veía pasar por sus manos miles de billetes y cayó en la tentación. Empatía instantánea, pese a que sabemos que no actuaríamos así. Además, al Dioni lo pescaron en poco tiempo, pero Pepe ya veía la tierra prometida cuando todo se le acaba de ir al garete.

En este caso es curioso el apodo que se le ha dado. La gran mayoría de delincuentes tiene un apodo propio, no aclarativo. Ahí están “el Dioni”, “el Lute”, “el Solitario”, “el Vaquilla”, etc., pero Pepe era “Pepe, el del popular”. ¿Se imaginan la situación en el bar a la hora del aperitivo?

- Gutiérrez, ¿te has enterado de lo de Pepe Martínez? Dicen que ha trincado 6.000 millones de pelas y se ha ido de España.
- ¿No me jodas? ¿Lo dices en serio?
- Completamente.
- ¿Pero este Pepe es Pepe el que trabajaba en el Vizcaya.
- No, hombre, no, Pepe, el del Popular.
- Ah, coño, vaya tela, Pepe, el del Popular. ¡Qué calladito se lo tenía el muy mamón! Pues ha hecho bien. Si le cogen dentro de unos años que le quiten lo bailao.

Y probablemente tras muchas conversaciones como esta acabó siendo conocido como “Pepe, el del Popular”, el típico delincuente fungible. En ese caso fue Pepe, el del Popular, como en otro podría haber sido Pepe, el del BBVA o Miguel, el del Banesto. Gente normal y corriente que cansada de verlos pasar por delante mete la mano y sale corriendo. Vamos a ver si conforme avanza la crisis no empiezan a proliferar los “Juan, el de la gasolinera”, “Javierito, el de la perfumería” o “Manuela, la de Mercadona”.

martes, 24 de marzo de 2009

Los excesos durante los días de fallas

Observo con satisfacción que empiezan a cuestionarse muchos de los excesos que se cometen en Valencia durante las fallas: ruidos desproporcionados por verbenas que se alargan hasta bien entrada la madrugada, anarquía en el uso de petardos, suciedad y desechos por toda la ciudad, vandalismo contra el mobiliario urbano, etc. Siempre lo he pasado muy bien en los días de fallas cuando vivía en Valencia, pero hay que reconocer que mucha gente se ve en el dilema de abandonar la ciudad o soportar un martirio, caso de no poder desaparecer. Y yo me pregunto, ¿acaso no se podría consultar a los ciudadanos sobre cuestiones relativas a la regulación de la vida en la ciudad durante las fallas? Los municipios deberían contar mucho más con la participación ciudadana, sobre todo en aquello que afecta a la vida cotidiana. ¿Por qué no preguntar a los ciudadanos, por ejemplo, hasta qué hora les parece bien que duren las verbenas? Se me ocurren muchas maneras de hacerlo, pero quizá lo más importante para fomentar la participación ciudadana sea formar un comité popular que en coordinación con los grupos políticos municipales elabore una agenda de consultas. En una democracia participativa es fundamental el papel de aquellos que se encargan de formular las preguntas dirigidas a los ciudadanos, así como de facilitar posibles respuestas. Si esto no se hace bien pueden plantearse muchos problemas. A partir de ahí se podría exigir un nivel de participación mínimo para otorgar validez a las consultas, precisar su carácter vinculante o consultivo, etc. Creo que la política municipal debería ser pionera a la hora de hacer realidad una democracia más participativa, que no sólo evitaría los excesos de algunas minorías, sino que además serviría como banco de pruebas para una extensión de la misma a nivel nacional.

jueves, 5 de marzo de 2009

¿Y Lizarra no fue un frente señores del PNV?

¿Y Lizarra no era un frente señores del PNV? ¡Qué falta de memoria y cuánto cinismo tienen estos nacionalistas! Creen que pueden hacer lo que se les antoje, que tienen barra libre para pactar con los batasunos y con los socialistas, con el PP y con Izquierda Unida. Ahora amenazan a los socialistas olvidando toda la estrategia que han seguido desde el asesinato de Miguel Ángel Blanco. El PNV se fue al monte y hace muy poco que convocó un referéndum sobre la autodeterminación que tuvo que paralizar el Tribunal Constitucional. ¿Acaso se creen que eso sale gratis? Esperemos que los socialistas se mantengan firmes y no cometan la felonía de intentar tomarle el pelo al PP.

Garzón

Creo firmemente que la esencia de un Estado de Derecho radica en contar con jueces independientes que protejan los derechos de los ciudadanos. Por tanto, me parece que, puestos a elegir, es más importante contar con buenos jueces que con buenas leyes elaboradas democráticamente. Hay jueces que han pasado a la historia, caso del juez Coke, que hizo una histórica defensa del common law, o el juez estadounidense Oliver Wendell Holmes, conocido por su concepción realista del Derecho y por la calidad de sus argumentaciones. Resulta lamentable que un juez adquiera notoriedad por su afán para utilizar las leyes al servicio de su propia concepción no sólo del Derecho, sino también de su ideología y posiciones políticas. No se trata de eliminar la subjetividad del juez, sino de evitar que esa subjetividad se torne en arbitrariedad, que es lo que está sucediendo con Garzón. No entro en el apestoso caso de la supuesta trama de corrupción del PP, sólo necesito haber leído el auto de Garzón sobre los crímenes del franquismo para afirmar que no estamos ante un buen juez. Es manifiesto el condicionamiento ideológico del auto y su afán por forzar los tipos penales más allá de lo razonable para alcanzar su propósito. Garzón encarna la corrupción de un Estado de Derecho. Precisamente por ello publico este post bajo la etiqueta de "actualidad política".

miércoles, 4 de marzo de 2009

El "frentismo"

En un lúcido artículo, Edurne Uriarte alude a la palabra que se ha puesto de moda en el País Vasco nada más acabar de escrutarse los votos, “frentismo”. Dice Uriarte, “proclamarse español, defender la Constitución y el estatuto de autonomía y tener la pretensión de acabar con ETA sería frentista. Pero no lo sería gobernar con partidos que cuestionan la pertenencia del País Vasco a España, rechazan la Constitución, abogan por un referéndum independentista y quieren dialogar con ETA. Difícilmente puede haber cambio si se acepta esta lectura nacionalista del País Vasco. Y el problema es que Patxi López parece haberla hecho suya”. A tenor de las declaraciones de ayer –el artículo parece redactado el lunes-, todavía no está claro si finalmente Patxi López va a darme la satisfacción de equivocarme mandando al PNV a la oposición y gobernando con el PP y UPyD. Lo cierto es que los socialistas tienen que mojarse y el PP debería maniobrar para que eso suceda siguiendo la estrategia que comenté en el anterior post. No parece posible gobernar en minoría con 24 o 25 diputados sin un pacto estable de legislatura. Es decir, si López quiere ser Lendakari tendrá que apostar por un “frente” constitucionalista, y ante esta situación la observación de Uriarte es certera. Una política nacionalista no es frentista, y sí lo es la apuesta por España y la Constitución. Los socialistas tendrán que liberarse de ese complejo si quieren gobernar. Pero empiezo a sospechar que puede que algunos miembros exaltados del PNV no vean con desagrado este escenario, pues van a hallar el caldo de cultivo perfecto para ese victimismo con el que tan bien se sienten. Si se demuestra que en el País Vasco las cosas pueden funcionar sin que ETA se presente a las elecciones y sin que el PNV gobierne podremos estar muy felices. 

lunes, 2 de marzo de 2009

¡España dará 180 millones a la ANP para reconstruir Gaza!

Me ha indignado la noticia. ¿A santo de qué el gobierno regala 180 millones de euros para la reconstrucción de Gaza? O sea, los terroristas de Hamas atacan a Israel, éste responde destrozando Gaza y masacrando a los palestinos, y ahí estamos nosotros, los gilipollas de turno, pagando parte de la reconstrucción. Vamos, hombre, no tenemos suficientes preocupaciones aquí. Bien está que se sea solidario con países que padecen catástrofes naturales imprevisibles, pero a aquellos que se enzarzan en guerras que les den morcilla. ¿Que qué pasa con la población civil que los sufre? Pues que tendrá que apechugar con las consecuencias de votar a terroristas. ¿Saben cuánto es 180 millones? Casi un quinto del dinero que dedica el gobierno valenciano a las universidades en todo un año.

La estrategia que debe seguir el PP en el País Vasco

Si los del PP serenamente examinaran los resultados del País Vasco probablemente no estarían tan eufóricos. El descenso de votos respecto a 2005 es más que notable, pero si lo comparamos con el apoyo que el PP recibió en 2001, elecciones en las que obtuvo más de trescientos mil votos y fue la segunda fuerza por detrás del PNV, hay que hablar de descalabro. En realidad no se ha producido ningún vuelco sociológico en el País Vasco. Si HB hubiera podido presentarse a las elecciones, el resultado hubiera sido que el PNV seguiría gobernando. Tengamos eso en cuenta antes de realizar análisis apresurados e interpretaciones que no se corresponden con la realidad.

La mañana ha venido a confirmar lo que anoche apuntaba. No está nada claro que los socialistas vayan a apostar por un gobierno de coalición con el PP y UPyD. Confían en lograr la investidura con la ayuda de estos partidos y, a partir de ahí, gobernar en minoría (Pepe Blanco ha declarado que eso es lo que él prefiere). Si se confirma esta estrategia, es capital que el PP no ceda un ápice y empiece a dejar clara una idea que ya tenían que haber trasladado a los socialistas: EL PRECIO DE LA INVESTIDURA DE PATXI LÓPEZ DEBE SER QUE EL PP ENTRE EN EL GOBIERNO DEL PAÍS VASCO. ¿A qué esperan los populares para tomar la iniciativa, poner sus condiciones y evitar que López se haga el remolón? ¿Acaso no se dan cuenta de que deben ser ellos los que le dejen claro que dominan la situación? Pues lejos de ver la jugada, que está clarísima, algunos del PP empiezan a decir que no están obsesionados con entrar en el gobierno y patatín y patatán. A Rajoy le faltan reflejos.

Patxi López buscará al PNV

El caso de Galicia, al que luego aludiré, está claro. El análisis es más complejo en el caso del País Vasco. Se abren distintas posibilidades, y, en contra de lo que muchos han dicho esta noche, creo que Patxi López no tiene ningún interés en gobernar con el PP, y mucho menos con UPyD, si necesitara su escaño para formar un gobierno estable (ya ven si votar a UPyD puede ser un voto útil). Sus intenciones quedaron claras cuando se opuso al plan Ibarretxe. Patxi López criticó a Ibarretxe sin reivindicar el Estatuto de Guernica. Abogó por una vía intermedia, de consenso, que indudablemente cabía interpretar que pasa por una reforma estatutaria que bordee la Constitución y cuya ambigüedad calculada pueda satisfacer –así lo creen ingunuamente (mejor, irresponsablemente) los socialistas- a los nacionalistas. Patxi López aspira a frenar el soberanismo del PNV con un Estatuto de máximos. Las ventajas para él y para el PSOE son claras. Por una parte, no se presentaría ante los vascos como un Lehendakari “frentista”, sino que vendería que su partido es el eje vertebrador de un proyecto vasco de convivencia. Pero, además, el PSOE podría conservar al PNV como aliado en el parlamento nacional, algo que zetapé va a necesitar más que nunca, y transmitiría al conjunto de los españoles que su partido ha sido capaz de poner coto al soberanismo vasco y catalán. Ojalá me equivoque, pero quienes creen que ha llegado el momento de un gobierno constitucionalista en el País Vasco no conocen bien al PSOE. Este partido siempre presta atención preferente a sus intereses partidistas, y es imposible que no se den cuenta de que semejante estrategia dejaría al PP sin peso específico ni en Cataluña ni en el País Vasco. Por cierto, no olvidemos que el PP hoy ha sufrido en el País Vasco un fuerte varapalo que no refuerza precisamente la figura de Rajoy, dado que aquí el electorado puede haber tenido muy en cuenta su estrategia de acoso a María San Gil.

En Galicia el análisis es sencillo. Fraga se quedó a un escaño de la mayoría absoluta, lo que aprovechó Touriño para gobernar con los nacionalistas y cometer bastantes excesos que no ha tolerado el electorado. Además, la foto de Quintana en el yate y el esperpento de Touriño, un tipo que se dedica a clonar a zetapé en sus gestos y en hasta en su fisonomía (fíjense en la depilación de las cejas), han favorecido la recuperación de la mayoría absoluta por parte del PP.

Rajoy se siente especialmente feliz con el resultado gallego, que a mi juicio no puede interpretarse como un respaldo a su persona, y piensa que globalmente su liderazgo sale reforzado. Es cierto que una debacle hubiera precipitado el entierro, así que podemos decir que ha ganado tiempo hasta las elecciones europeas, que serán las que verdaderamente midan su liderazgo. Reitero que Rajoy es un cadáver político, pero la crisis puede acabar con zetapé y darse el caso de que los españoles tengan que elegir entre dos difuntos, lo cual sería verdaderamente dramático.

domingo, 1 de marzo de 2009

Million dollar baby

Hace un par de días volví a ver “Million dollar baby”, la extraordinaria película de Clint Eastwood. La grabé para incorporarla a mi cinemateca particular. ¡Hay tantas cosas que destacar y comentar de esta película! Dejando al margen las interpretaciones y el cariño con el que se presenta al boxeo, yo destacaría la sencillez y humanidad con que se aborda el tema de la eutanasia. La diferencia con “Mar adentro”, la película de Amenábar sobre la vida de Ramón Sampedro, es manifiesta. En la película de Amenábar se intelectualiza el tema. Si bien es cierto que el protagonista de la película fue quien reivindicó el derecho a morir, es patente que Amenábar toma partido y hace de su película una defensa del derecho a la muerte. En cambio, Eastwood narra una historia en la que la protagonista, absolutamente impedida, desea morir, pide ayuda a su entrenador, manager, amigo y padre adoptivo –Eastwood-, y éste, conmovido por el sufrimiento de su pupila, accede a terminar con su vida para darle la paz que tanto desea. Todo transcurre con una pasmosa sencillez. Su deseo de morir no es expresado a través de una reflexión ampulosa e impostada. Ella no quiere vivir así, le pide ayuda, en un principio Eastwood se niega, y ella, sin reprocharle nada, hace lo único que está en su mano para suicidarse: morderse la lengua para ahogarse con ella. Con esa acción es fácil comprender que no hay impostura, sino un deseo claro y una conducta coherente. Eastwood no hace de su película un manifiesto por el derecho a la muerte, sino que narra una historia y deja que el espectador piense lo que quiera sobre lo que allí acontece. Para mí no hay ni punto de comparación con “Mar adentro”, quizá la película más floja de Amenábar.