viernes, 28 de octubre de 2011

Bruselas nos echa una mano al cuello

Las principales decisiones de la cumbre de Bruselas (recapitalización de bancos, ampliación del fondo de rescate y énfasis en las medidas de ajuste presupuestario) se orientan a tranquilizar a los mercados y a Francia y Alemania. Bien está que se critique el déficit excesivo y el endeudamiento que conlleva, pero parece que haya una conjura para ahogar la economía y evitar que salgamos de la crisis. Se está comentando con toda razón que carece de sentido que se castigue a los bancos (en realidad se castiga a sus clientes) españoles más que a los bancos franceses o alemanes que soportarán la quita de la deuda griega. Las decisiones de Bruselas nos están matando, sobre todo si tenemos en cuenta el dato de ayer que ha pasado absolutamente desapercibido por la cumbre y por el dato de la EPA de hoy. Me refiero a que el déficit del Estado hasta septiembre es del 3,42%. Eso significa que es posible cumplir las previsiones de déficit público para 2011, es decir, que no supere el 6%. Es probable que el Estado tenga margen para enjugar las desviaciones de las CCAA y no superar esa cifra. Si eso es así, no se puede admitir una quita del 2% de la deuda pública española, que es lo que motiva la recapitalización de los bancos y el consiguiente cierre del grifo crediticio. El dato del paro español confirma que lo último que hay que hacer es obturar el crédito exigiendo garantías adicionales de solvencia a los bancos. Y no deja de tener gracia –humor negro, eso sí- que en Bruselas se nos diga que debemos adoptar medidas para crear empleo, porque ese paro es inaceptable. Ya, muy bien, que expliquen estos señores cómo se crean empresas sin financiación.

Lectores, créanme, en Bruselas cada cual defiende lo suyo, como acaba de quedar patente. De hecho, se dice que el problema de España en la cumbre fue que Zapatero no pinta una mona. ¿Acaso esos Estados Unidos de Europa que parieron nocturnamente cuatro políticos van a cambiar esa dinámica? Yo no les compro la burra. Lo que tenemos que hacer los españoles es dejar de buscar las soluciones en Bruselas y preocuparnos por mejorar nuestra nación. No hay que reducir el déficit y la deuda para cumplir con compromisos externos, sino porque es una mala política que conduce al desastre.  

9 comentarios:

Espatario dijo...

Dos preguntas.

1.- ¿Aplicar Basilea III o ampliar los ratios de "core capital" son un castigo para la banca o más bien un exhorto a la prudencia y la solidez del sistema bancario?

2.- ¿Es viable combatir una crisis de deuda con más deuda y abrir de nuevo la espita del crédito?

Gracias.

Mercurio dijo...

Cierto, cada vez el tema económico pinta mas negro para los españolitos hundiendo al ciudadano medio en una profunda apatía, como siempre se habla mucho pero no se aportan soluciones eficaces. El descontrol , la falta de transparencia y los intereses individuales de los "mas listos" de este club de amigos hace cada vez mas difícil que salgamos a flote. Al paso que vamos tendremos que cultivar el arte de la meditación e intentar vivir de la luz. Un saludo.

Tomás de Domingo dijo...

"1.- ¿Aplicar Basilea III o ampliar los ratios de "core capital" son un castigo para la banca o más bien un exhorto a la prudencia y la solidez del sistema bancario?"

Sanear el sistema bancario es necesario para que la economía funcione. Se puede discutir si ese saneamiento incluye dejar quebrar a algunas entidades, y en qué medida y condiciones debe recurrirse a dinero público (algún día deberíamos hablar de Islandia). La cuestión no es esa, sino si está justificada ese trato desigual a los bancos españoles y a los franceses y alemanes.

2.- ¿Es viable combatir una crisis de deuda con más deuda y abrir de nuevo la espita del crédito?

La filosofía de recapitalizar bancos y monetizar la deuda son la misma: se trata de que el sistema no colapse mientras se realizan las reformas estructurales necesarias para crecer y para lograr la consolidación presupuestaria. No entiendo por qué algunos no dudan en afirmar que hay que sanear los bancos, incluso con dinero público, y echan pestes de que el BCE compre deuda española o italiana.

Espatario dijo...

Muchas gracias Don Tomás. No quisiera en modo alguno que se tomara las preguntas como una obligación que responder. Ni mucho menos.

Usted es jurista. Por ello me gustaría preguntarle acerca de la nulidad de pleno derecho de todos los contratos de depósito a la vista que firma la banca.

A saber, es imposible para la banca atender las peticiones de restitución de sus depositantes y a la vez aplicar lo depositado en forma de crédito bancario. Todo ello por obra y gracia de la reserva fraccionaria.

¿No cree usted que el contrato de depósito a la vista, y en concreto la obligación de restitución por parte del banquero, es imposible y por lo tanto el contrato sería nulo?

Gracias.

Lanzas dijo...

Buenas tardes Tomás.

Considero que nuestro esfuerzo actual debe orientarse a que el nivel de ahorro voluntario de la sociedad sea cuanto menos equiparable a la cuantía de los créditos dados en estos últimos años.

Y ese es un ajuste muy doloroso que no se arregla con grandes números macro-económicos ni con quitas a Bancos Centrales. En el fondo las quitas, y la inevitable devaluación de nuestra moneda, la acabamos padeciendo el pueblo llano. Nos van a freír literalmente a impuestos.

Tomás de Domingo dijo...

¿Nos van, Lanzas? Ya estamos fritos. El ahorro es bueno, pero la situación que estamos viviendo de estanflación dificulta muchísimo el ahorro.

Yo tengo muchas dudas, lo he confesado y lo confieso. Sé que las soluciones no podían estar en medidas como el dichoso "plan E"; pero tampoco me parece que el compromiso de reducir el déficit público al 3% en 2013 nos lleve a ningún sitio. ¡Buena la vamos a hacer si el ajuste provoca una recesión! Y ahí parece que vamos.

Si yo tuviera que gobernar haría dos cosas: En primer lugar, pondría en marcha las reformas estructurales necesarias para estimular la creación de empresas y , por tanto, la dinaminación de la economía. Pero al mismo tiempo creo que habría que flexibilizar el objetivo de déficit. Problema: es un compromiso de la UE y si no lo cumplimos nuestros socios nos dejarían a merced de los mercados, y volveríamos a estar como en agosto, es decir, en suspensión de pagos.

El gran problema de Rajoy es que el ajuste brutal puede gripar todas sus reformas.

Tomás de Domingo dijo...

Si se prohibiera el apalancamiento, que es lo que se deriva del su comentario, Espatario -bienvenido al blog, por cierto- se acababa el negocio bancario tal como lo conocemos. No llegaría a ese punto, pero si se permite el apalancamiento y, al mismo tiempo, se reconoce que la banca es un sector estratégico que llegado el caso puede requerir dinero público, hay que supervisar correctamente sus niveles de apalancamiento y la fortaleza de sus activos. De ahí mi indignación con los gestores sinvergüenzas de las cajas y con el Banco de España.

Espatario dijo...

Estimado Tomás, es un placer leer su blog y lo llevo haciendo mucho tiempo (sin intervenir).

No se trata de prohibir el apalancamiento, ni siquiera se trata de prohibir. Se trata de aplicar los contratos en puridad. Y si usted presta lo que le han depositado está atendiendo dos obligaciones incompatibles (obligación de restitución/otorgamiento del crédito). Que hoy sea así obedece a un aberrante privilegio que nuestro ordenamiento otorga a la banca, y que faculta las expansiones del crédito que "gripan" la estructura productiva.

En cambio si usted actúa como intermediario del crédito no pasa nada. Usted presta aquello que recibe prestado, y obtiene un diferencial % de interés. Es decir, usted me presta al 5% y yo presto al 7%. Gano el 2%.

Catalogando la intermediación en el crédito como una operación de riesgo, no se activaría jamás el fondo de garantía de depósitos.

A su vez aplicando el contrato de depósito en puridad no haría falta ninguna garantía porque el banco guardaría el 100% de lo depositado cobrando por los servicios de custodia, domiciliación, descuento...

Eso ya existía. Se llamaba "Glass Steagall Act" en el derecho anglosajón y considero que conviene rescatarlo.

Tomás de Domingo dijo...

Intervenga, Espatario, intervenga. Sí, tiene razón. La usura campa a sus anchas.