La nota de despedida manuscrita de Ivan Redondo me ha causado una mala impresión. Se supone que un jefe de gabinete es alguien acostumbrado a no dejar cabos sueltos, a utilizar con precisión las palabras y los mensajes que desea transmitir. Pues bien, resulta que el hasta hace dos días todopoderoso Redondo no sabe utilizar las comas y su alusión a la importancia de "saber parar" carece de interés. De las mayúsculas y la firma ni hablamos, aunque sería curioso conocer qué interpretación hace un grafólogo del nombre encerrado en el círculo. Este hombre fue contratado para lograr que Sánchez llegara al poder y se mantuviera en él. No hay más. Un chiquillo ambicioso y listo, pero no lo suficiente como para comprender que en la política rectamente entendida los fines son más importantes que los medios.
lunes, 12 de julio de 2021
sábado, 10 de julio de 2021
"Así empieza lo malo", de Javier Marías
Hace tiempo que quería dedicar una entrada a este libro de Javier Marías. En él se plantea una situación interesantísima: un matrimonio profundamente desdichado debido a una falta de la mujer que el marido no puede perdonar. En lugar de divorciarse de su marido, que sería lo lógico ante tantos desprecios y vejaciones, ella no sólo quiere seguir a su lado y reconquistarlo, sino que lo ama y admira, y hasta entiende que no la perdone. El lector se pregunta cuál pudo ser esa falta tan grave y la curiosidad le mantiene en vilo hasta el final. De entrada se podría pensar en una infidelidad, pero lo descarté de inmediato. Era demasiado burdo cuando además se sabe desde el principio que ante el desdén de su marido ella mantiene relaciones con otros hombres. ¿Qué puede ser tan imperdonable, incluso más que la infidelidad? La respuesta llega en la parte final del libro y les puedo asegurar que Javier Marías no defrauda (si desean leer el libro les aconsejo que no sigan leyendo).
Hay decisiones en nuestra vida que nos
condicionan biográficamente. Esas decisiones, acertadas o equivocadas, deben
ser adoptadas libremente. ¿Se imaginan tomar una decisión importante en la vida
no desde el error, sino siendo víctima del engaño deliberado de otra persona?
Esa fue la falta que cometió la mujer y que el marido no le perdona. Él le
había escrito desde la distancia diciéndole que estaba enamorado de otra mujer
y que no podía seguir su relación con ella. Sin embargo, ella finge no haber recibido esa carta y pretende seguir adelante con la relación como si nada hubiera pasado.
Por otra parte, ella se halla en una situación tremendamente vulnerable que
despierta en él una profunda compasión, hasta el punto de que decide seguir con ella y renunciar a la mujer a la que verdaderamente ama. Se casan,
tienen hijos e incluso son felices. Él se centra en ella y olvida a la mujer
que amó. Pero un día, ella, confiada después de años de matrimonio y feliz vida
en común, le confiesa que sí había recibido aquella carta. Es una bomba. Él se da cuenta de que una decisión que había
condicionado su biografía se basó en el engaño al que ella le sometió y no
puede perdonarla. Marías muestra con brillantez no sólo la estructura dramática
de la vida humana, sino la importancia que para una persona que quiera vivir
con autenticidad tiene tomar libremente las decisiones que afectan a la propia
vida. No hay mayor daño que engañar a alguien en este punto. En esa visión de
la vida humana como forzosamente libre, como decía Ortega y desarrolló brillantemente el padre de Javier Marías, Julián Marías, se halla una de las
claves de la dignidad humana. La herida causada por la mujer no podía ser perdonada
por el marido. El error de ambos fue seguir juntos una vez descubrieron que estaban
en un callejón sin salida.
Empatizando con empresarios y autónomos
Vuelven las restricciones por Covid y la zozobra para tantos
empresarios y autónomos que ven como les vuelven a cambiar las normas bajo las
que desarrollan su actividad. No dudo de que las restricciones sean necesarias,
pero son el resultado de errores. La lucha contra el botellón debería haber
sido sin cuartel desde hace muchos años. No es admisible que la
diversión de la juventud consista en emborracharse sin ton ni son. Igual me
contraargumentan que eso es lo propio de la juventud. ¿Ahora resulta que va a
haber “determinismo” biológico en este tema cuando se pretende que no exista en
todo lo referente a lo que denominan “género”? En absoluto. El botellón es un
fenómeno social intrínsecamente ligado a los valores que priman en nuestra
sociedad. La transgresión propia de la juventud, su carácter innovador y
experimentador son rasgos que podrían y deberían ser canalizados de una forma
positiva.
Además del botellón, suprimir las mascarillas en exteriores, aunque fuera posible desde un punto de vista epidemiológico, suponía mandar un mensaje de normalidad insensato cuando todavía no hemos llegado al cincuenta por ciento de la población inmunizada. Entre los políticos y los irresponsables -jóvenes y padres de los jóvenes- hemos vuelto a poner en riesgo la salud y la economía. Así no se puede trabajar y, desde luego, si fuera empresario y/o autónomo estaría profundamente indignado. Habrá que ver si el aumento de la población vacunada frena la expansión del virus y si no aparecen nuevas variantes más peligrosas, que se me antoja una posibilidad muy real ante el aumento de los contagios.
miércoles, 7 de julio de 2021
La caricatura de "El Jueves" sobre Ortega Lara no es libertad de expresión
La caricatura de “El Jueves” sobre Ortega Lara no tiene nada que ver ni con el derecho a la libre expresión ni con el humor. Se trata de una vejación burda que vulnera gravemente el derecho al honor de esta heroica víctima del terrorismo. Ninguna persona con una mínima sensibilidad puede hallar humor en verle lleno de ampollas y aludir a que esas quemaduras fruto de su exposición al sol se deben a que su piel no estaba preparada por el tiempo pasado en el cautiverio al que le sometieron los torturadores etarras. Además, se le tilda de franquista con un ánimo claramente injurioso, pese a que, que yo sepa, públicamente nunca se ha manifestado como tal y ha militado en partidos democráticos. Ningún derecho ampara la actuación delictiva de los autores de esa caricatura y de los editores de “El Jueves”. Sencillamente repugnante.
lunes, 5 de julio de 2021
Inversión de valores
La inversión de valores que se observa en nuestra sociedad llega a las situaciones más curiosas. Escuchaba hace unos días, mientras conducía, un programa de radio en el que algunos oyentes se quejaban de los soplahojas. Hay vecinos que piden a su ayuntamiento que se eliminen las hojas mientras que otros -la mayoría- se quejan del ruido infernal de estos aparatos. Pero el experto invitado por el programa no se pronunció sobre qué petición vecinal debía ser priorizada. Para él lo decisivo era que el aparato extermina los insectos y su hábitat y, claro, eso es verdaderamente intolerable. Así que ya saben, si desean librarse del horrendo soplahojas no argumenten que les molesta, sino apelen al argumento ecológico y quizá tengan más éxito.
Los pitidos de los electrodomésticos
Ayer mi mujer y yo compramos una tostadora horizontal. Ocupaba menos espacio que la que teníamos y disponía de tres tubos infrarrojos para tostar el pan. Tenía toda la pinta de una buena compra. La conectamos y la pusimos en marcha para comprobar que funcionaba y, en efecto, así era. La sorpresa llegó cuando nos avisó de que las imaginarias tostadas estaban listas. Un pitido agudo e intenso nos dejó boquiabiertos. “Se podrá regular este sonido, porque si no despertamos a todo el mundo de buena mañana” -nos dijimos-. Pero no, imposible, el ingenio no te avisa, más bien te acojona. No es un caso aislado. Tenemos una lavadora pelma que cuando acaba su programa insiste reiteradamente en que la paremos. Y si no acudes de inmediato sigue pitando rítmicamente cada pocos segundos. Por supuesto, la tostadora se vuelve por donde llegó. Es desagradable que los electrodomésticos te compliquen la vida.
jueves, 1 de julio de 2021
Se aproxima la hora de la verdad para el Tribunal Constitucional
La credibilidad de Sánchez es nula, pero desgraciadamente sigue siendo el Presidente del Gobierno de España y resulta humillante ver cómo Rufián aprovecha para dejarle en evidencia delante de toda España. Nadie cree a Sánchez, nadie le puede creer y sólo nos queda ver qué conejo saca de la chistera sabiendo que será un truco de ilusionista que nos toma por imbéciles. Pretende poner en marcha una negociación que, si sale adelante, va a comprometer la credibilidad del Tribunal Constitucional. Logró que en el Tribunal Supremo se impusiera la tesis de la condena por sedición en lugar de la de rebelión, y luego los ha desautorizado con los indultos. Imagino lo que pensarán Marchena y el resto de magistrados. Ahora se aproxima el turno del Tribunal Constitucional. Tendrán que retorcer el lenguaje y el sentido común para destrozar la Constitución y reformarla de matute sin que a los españoles se nos pregunte nada. Y hablan de democracia…