viernes, 22 de junio de 2007

El Espacio Europeo de Educación Superior

Me da vergüenza escribir sobre el Espacio Europeo de Educación Superior (la famosa Bolonia) porque es tal el disparate que el lector pensará sin duda que no es posible semejante barbaridad, y que De Soca le toma el pelo. Hasta ahora todavía se salvava en España la educación superior, pese a sufir las consecuencias del desastre que se vive en los escalones inferiores del sistema educativo. Apenas entre a funcionar el sistema de Bolonia, al menos tal y como ahora está diseñado, la catástrofe no tardará en producirse.

Voy a intentar explicarles las líneas maestras del proceso. Se trata de lograr la convergencia entre los sistemas educativos universitarios de la Unión Europea. Ustedes pensarán que esto exige homogeneizar la duración de los estudios y también los contenidos, entre otras cosas. Pues bien, deben saber que la convergencia apunta únicamente a aspectos formales y metodológicos. Los formales consisten en la duración y estructura de los estudios (grados de 4 años y Masters -postgrados- de 1 o 2 años), y en la generalización de una unidad de medida común: el crédito europeo ECTS (European Credit Transfer System). La metodología pedagógica aboga por un profesor que gestione el aprendizaje de sus alumnos a través de metodologías activas o participativas (condenadas al fracaso con estudiantes incapaces de actuar autónomamente tras su triste tránsito por el bachillerato). En cuanto a los contenidos, agárrense que viene curva, ¡libertad absoluta! Cada Universidad tiene libertad absoluta a la hora de diseñar los contenidos de sus grados, de tal forma que, por ejemplo, el plan de estudios de Derecho que se estudie en la Autónoma de Madrid puede tener coincidencias de menos del 60% del que fije la Autónoma de Barcelona. Entonces, se preguntarán, ¿cómo puede lograrse la convergencia si cada cual es libre para fijar los contenidos? Efectivamente, eso mismo me pregunto yo, y no hallo respuesta. Lo cierto es que el proceso de Convergencia representa justo lo contrario: la aldeanización del saber.

Les he destacado uno de los principales males, pero les apuntaré otro, quizá más serio. Los grados tendrán cuatro años de duración, como les he dicho, pero el primero será un curso común para grados ubicados en una gran área temátiva (ciencias sociales y jurídicas, ingenierías, etc.). Por tanto, en tres años se tendrán que condensar enseñanzas que antes se impartían en cinco o más. El grado, pues, otorgará unas nocioncillas básicas para pasar a lo verdaderamente importante: el Master especializante. Esto nos permite intuir que la Universidad va a fomentar una tendencia que está ahogando y empobreciendo nuestra sociedad y nuestro mundo, la especialización exagerada y embrutecedora. Tendremos personas que sabrán mucho de lo suyo y que ignorarán casi todo lo de los demás. Como supo ver Ortega en La rebelión de las masas este fenómeno es inquietante. Ojalá alguien pare este tremendo disparate.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me ha resultado tremendamente interesante este articulo. siga en esta linea!!