miércoles, 7 de noviembre de 2007

Inflexibles con Marruecos

Si con relación a los nacionalistas decía que es absurdo tratar de contentar a quien no se va a contentar, otro tanto hay que decir de Marruecos. Gestos de amistad, sí. Bajada de pantalones, no. No hay que dejar lugar a dudas respecto a la españolidad de Ceuta y Melilla. Ni siquiera representan un conflicto de Derecho Internacional, pues no tienen el estatus de colonias como sí sucede con Gibraltar, por ejemplo. El gobierno español, este o el que venga, debe tener muy claro que regalar Ceuta y Melilla a Marruecos no frenará sus injustas reivindicaciones. Al poco tiempo reclamarán Canarias. Todo el contencioso con nuestras ciudades africanas se hubiera evitado si España no hubiera puesto pies en polvorosa -nunca mejor dicho- del Sahara occidental.

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